podría ser la última ronda en burriana

Arenal Sound: masificación, pasión en primeras filas e incertidumbre

El festival ha cerrado su séptima edición con récord de asistencia y durante seis días, jóvenes de todas las partes de España se han dado cita bajo el sol y la música de Burriana. Crystal Fighters, Two Door Cinema Club o The Hives dan el toque internacional a un cartel que no se olvida del producto nacional, con El Kanka, Izal o La Raíz 

9/08/2016 - 

VALENCIA. En el micro había crecido un rosal, ella también llevaba flores en el pelo y sus tacones hacían algún que otro redoble. Parecía el Café del Duende, pero no, era el Hawkers Main Stage del Arenal Sound un jueves 4 de agosto. Fue transformado con la fusión de Fuel Fandango. El jueves era el primer día grande de conciertos y los platos fuertes de la noche fueron Crystal Fighters, Love of Lesbian y Vitalic, también las naranjas. Sí, naranjas. Este año el festival se ha debido celebrar en un nuevo recinto, alejado del tradicional emplazamiento en la playa. La estrenada ubicación se encuentra junto a la zona de acampada de Malvarrosa, alejada del núcleo urbano y entre huertos y acequias. Aunque ya se había activado la venta de entradas cuando anunciaron hasta dos cambios de ubicación, el público no ha abandonado al Arenal. 300.000 personas han acudido a esta edición y le han dado vida desde el primer día, también en los días anteriores de prefestival, cuando solo se pudo disfrutar de los conciertos en el Beach Club (zona Arenal), la ubicación tradicional. 

Esa primera noche el público demostró de que pasta estaba hecho. Tal y como cantan los de Love: "primeras filas vuestra obsesión", pero, ¿qué pasa con el resto? Durante las cuatro jornadas han pasado por los escenarios más de 130 artistas. Dj's y electrónica solían reunir a más público que las actuaciones melódicas, y en ellas muchos asistentes iban a descubrir al grupo o a escuchar un setlist que iba más allá de las cinco canciones conocidas. No obstante, grupos como Izal, Manel o Kodaline citaban a fieles seguidores que vivían emocionados los directos de sus grupos favoritos. Si Mikel Izal dejaba de cantar durante varios segundos no había problema, el público hacía de coro y pasaba la prueba satisfactoriamente. Estos incondicionales se empeñaban en dar el mayor número de pasos para estar lo más cerca posible y se entremezclaban con aquellos que solo tarareaban las canciones. El Arenal se ha convertido en el abanderado del buen rollo y la fiesta, por lo que los asistentes sabían que fueran a donde fuesen, lo iban a disfrutar. Talco, La Raíz o Green Valley también se encontraron con un público acogedor, que musicalmente luchó contra las injusticias sociales. Talco es un grupo italiano que gira con frecuencia por la geografía española y su ska derrumbó el escenario Inside (Beach Club) durante la medianoche del viernes. 

La masificación no solo ocurría con los cabeza de cartel, también en entradas y salidas de los recintos, en la particular sobremesa del Pool Stage, las duchas del camping y los puestos de comida. Podría decirse que la actuación de Steve Aoki se coronó con el primer puesto. Miles de personas quemando zapatilla y zonas intransitables se combinaban con los movimientos bruscos de los asistentes, que bailaban al ritmo del electrohouse y el dubstep de Aoki. El Pool Stage reunía al público desde las dos de la tarde en la piscina del Beach Club y en ella un centenar de personas se zambullían en el agua y giraban en círculos que arrastraban a quien allí se encontrara. A la actuación de la blogger Dulceida acudieron 10.000 personas, que se afincaron en una piscina de escasos metros y a lo largo de la playa.

La próxima octava edición está rodeada de misterio. En rueda de prensa, los organizadores han pedido requisitos al Ayuntamiento de Burriana para volver a celebrar el certamen en la localidad: recuperar las condiciones de años anteriores y ser tratados como cualquier otro evento musical. Pues la verdad es que la séptima ronda del Arenal ha pendido de un hilo, tres cambios de recinto -del clásico recinto del Arenal al actual, de nuevo al Arenal y finalmente al Malvarrosa- y retrasos en las autorizaciones administrativas han hecho que muchos pusieran en duda su celebración. Una de las incomodidades a las que apuntan es la división del Arenal en dos recintos, conectados entre sí con un servicio de autobuses, de pago y que no daba a basto ante las salidas masivas. El ayuntamiento ha afirmado que quieren que el Arenal "se quede en Burriana" y la primera edil, María Josep Safont, ha subrayado que hablarán con la dirección del festival para llegar a un acuerdo y acoger de nuevo este evento en su municipio. La celebración de este año ha sido una de las más multitudinarias y se espera que el 2017 se cite con los sounders del 1 al 6 de agosto, que podrán adquirir las entradas a partir del 13 de noviembre

Además en los espectáculos de Crystal Castles y Galantis hubo notables errores de sonido, lo que se sumó al descontento de los asistentes por las irregularidades comentadas. Los primeros dejaron sin electricidad al escenario principal durante 15 minutos porque sobrepasaron la capacidad lumínica y sonora de este. Los dj's de Galantis, uno de los cabeza de cartel de la madrugada del sábado, tuvieron que tocar con un altavoz inactivo y entre un público que se preguntaba si había alguien encima del escenario. Sin embargo el balance es positivo, las caras de cansancio a las ocho y nueve de la mañana demostraban que de aburrirse no habían tenido tiempo.

Clases de español con The Hives

Frenéticos, los suecos aparecían en escena a las 23:30 horas. El garage rock de The Hives combinó una clase magistral de cómo mantener al público encendido y una continua conversación entre él y el vocalista, Pelle Almqvist. Arrancaron con uno de sus himnos: 'Come on!' y los aficionados que se encontraban más cerca irradiaban felicidad. Era un concierto muy esperado ya que tuvo que cancelarse su directo en la edición de 2015 debido a las fuertes tormentas. En el tercer tema, Almqvist no se pudo resistir y se lanzó al foso para acercarse a su público, creó un momento de intimidad impensable en un entorno multitudinario como era aquel. Se pasó la actuación encima de los altavoces del escenario principal y bailando con el resto de la banda, enfundada en trajes bicolor como es habitual en todos sus directos. Siguieron con 'Hate To Say I Told You So' y cerraron con 'Tick Tick Boom'. Entre acordes el cantante aprovechó para demostrar que es un hombre con mucho sentido del humor y que no tiene vergüenza, menos para chapurrear el castellano aprendido, que va más allá del típico "gracias Arenal Sound". 

Burriana apuesta por la Old School

La música y estética de los ochenta se rememoró con dos inconfundibles representantes: Fangoria y Chimo Bayo. También con el pop-indie de Varry Brava, que rescata esta década dentro de las tendencias actuales. La actuación de Alaska y los teclados de Nacho Canut reunió a un público de todas las edades. Además, atrajo las miradas de vecinos y curiosos sin entrada que se quedaron en la puerta para oír al menos 'Dramas y comedias' o 'Ni tú ni nadie'. El fondo del escenario abrazaba al dúo con motivos triangulares que bien hacían referencia a su último single: 'Geometría polisentimental'. Fue uno de los conciertos más multitudinarios y desde las últimas filas, pasando la torre de sonido, el público se sabía todas las canciones y vitoreaba a Alaska al final de cada una de ellas. Fue una interpretación con mucha garra, acompañada de dos bailarines y enfundada en un mono de cuero, no paró de bailar en todo el show. Justo después, el espíritu de la movida se mantuvo con Varry, que actuaban en lugar de The 1975, que fueron cancelados. Un directo muy corto, pero intenso; pues en apenas 45 minutos cantaron gran parte de su repertorio, al que se le añadirá un tercer disco en septiembre. Se apreciaba la pasión y las ganas de Óscar Ferrer, el vocalista, que apuró sus último tragos de cerveza antes de lanzarse al público en 'No gires'. Las hombreras y los cardados volvieron definitivamente aquella noche con Bayo a los platos, en el escenario del Beach Club y a las seis de la mañana. 

La fiesta de la Gran Pegatina

Dos horas duró el espectáculo con mayúsculas de este grupo, una formación que solo girará en conjunto hasta mediados de este octubre. 13 músicos encima de las tablas tocaron temas propios de La Pegatina y muchas versiones, como 'Mi Gran Noche' de Raphael y 'Quizás, quizás, quizás' de Nat King Cole. A la formación inicial, integrada por Adrià Salas, Rubén Sierra, Ovidi Díaz, Ferran Ibáñez, Axel Magnani, Romain Renard y Sergi López; se han unido La Canija (voz), Pipo Ti (voz), Tuli (saxo), Marcos Crespo (trombón), el increíble Víctor Guadiana (violín), Miki Florensa (guitarra eléctrica) y Thibault Chenard (videojockey). En medio de la locura que desataron, La Canija hipnotizaba con el vuelo de su falda. También con su voz, una flamenca y rasgada que no dejaba indiferente entre las notas del saxofón, el acordeón y la trompeta de sus compañeros. El proyecto inició su andadura en el pasado Viñarock, y siempre tiene lugar entre el polvo que levantan las decenas de pogos en los que participan los asistentes. El concierto, que era uno de los cierres del certamen, hizo bailar a base de rumba incluso a los más arrítmicos. Sonó dos veces 'Lloverá y yo veré' y se clausuró la fiesta con el tema más cantado de la banda: 'MariCarmen'.

Los pogos también fluyeron con un rapero que rebosaba carisma, Rayden, que actuó antes que la Gran Pegatina en el escenario Negrita. Es una muestra de que la canción denuncia tiene más peso en el certamen año tras año. Compartió escenario con Carlos Sadness, que actuó también el domingo. Cantante, compositor e ilustrador combina el folk y el indie con el rap, uno pausado y con letras llenas de sentimiento y metáforas. Él y su banda representaron la estética propia de los nativos americanos, con ponchos y maquillaje trival estuvieron acorde con su último trabajo de estudio: La Idea Salvaje. Durante el directo la voz tierna de Carlos se transformó en la voz rasgada de Ivan Ferreiro, pues cambió de registro para interpretar 'Siempre esperándote', tema en el que colabora el gallego. Además, el barcelonés también se atrevió con un tema en inglés, la eléctrica 'I follow', de Lykke Li. 

Odisea fantástica en el camping Arenal

"Sírvase usted mismo", proponía un cartel que colgaba de una pata de jamón. Entre las tiendas de campaña y los colchones de un grupo de campistas, un joven de Elda decidió cortar jamón y compartirlo con todo el que pasará por el camino de tierra. También había valientes que se disfrazaban, como tres chicos vestidos de Power Rangers y que tocaban las típicas flautas que todo escolar lleva a la clase de música. Son algunas de las anécdotas que hace del camping la mejor opción para "descansar" durante el festival, sino la más cómoda, sí la más entretenida. Zonas de aseo, de restauración y una ausencia casi total de sombra a partir de las diez de la mañana son las características del camping Arenal, en el paseo marítimo de Burriana, frente al mar y a un paso del recinto del Beach Club. Los que intentaban dormir optaban por sacar toallas y sillas y buscar un hueco con sombra donde corriera el aire. El camping Malvarrosa se encuentra entre Burriana pueblo y la playa, y aunque no dispone de zona arbolada, sí tiene toldos, como el caso del otro emplazamiento. 

 

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