El conflicto catalán, un aliado en el fondo; el pacto de la Mesa, un exitoso avance y Mariano Rajoy, el garante de la estabilidad
VALENCIA. La incertidumbre sigue presidiendo la realidad política española tras las elecciones generales del pasado 20 de diciembre. Mientras el PSOE liderado por Pedro Sánchez se debate en combinaciones a izquierda y derecha dignas del mejor funambulista, el PP de Mariano Rajoy ha puesto proa y velocidad de crucero hacia la única opción que la aritmética le permite: una 'grosse koalition' a la alemana (gobierno de coalición con el PSOE) o una versión sui generis de ese modelo alcanzando un pacto en el que pueda obtener al menos las abstenciones de Ciudadanos y PSOE.
Solo hay que echar un vistazo a los argumentarios de los últimos días remitidos desde la dirección nacional del PP a los suyos para comprobar el discurso monolítico y unitario que difunde la formación popular, que trata de intensificar una serie mensajes para que calen en la opinión pública en este trance de la negociación.
El pasado 9 de enero, por ejemplo, se enviaba un documento bajo el título 'Coalición moderada vs Frente radical', en el que se exponía que Rajoy seguiría defendiendo "su propuesta de un Gobierno de gran coalición entre PP, PSOE y Ciudadanos respaldado por una amplia mayoría parlamentaria desde la centralidad, el acuerdo y la moderación". Un Ejecutivo que, a su juicio, enviaría un mensaje de "estabilidad, seguridad y certidumbre" -palabras estas muy utilizadas por el PP en la última etapa- y propiciaría "cuatro buenos años para España".
Tras ello, el documento plantea los tres escenarios que afronta España: la coalición moderada de Rajoy, una opción idílica según el texto que garantiza "la unidad de España, la igualdad de los españoles, el bienestar social y las políticas centradas de crecimiento económico y empleo". Frente a esto, la otra opción es "el frente radical de Pedro Sánchez", definido en el texto como "ocho o nueve partidos de izquierda radical e independentista" que dejarían a España "a merced de una agenda separatista" y una política económica "a contracorriente de Europa". La tercera posibilidad, unas nuevas elecciones, implicaría para el PP "hacer pagar a los españoles la irresponsabilidad y la falta de altura de miras de quienes se niegan a entender la voluntad de los españoles".
Dos días después de ese argumentario, los populares se lanzaban a difundir otros relacionados con el tema candente de la actualidad: el pacto para investir Carles Puigdemont como presidente de Cataluña, uno de los asuntos más fructíferos para Rajoy, según buena parte de los analistas políticos. Así, de nuevo el PP se sitúa en estos documentos como el epicentro de la unidad de España. En uno de los textos, titulado 'Hagamos frente al separatismo', se destaca: "El desafío de los independentistas necesita una pronta posición común que frene a quienes buscan romper España". De nuevo el PP, daba otro paso hacia una gran coalición, aunque el único motivo sea impedir la independencia de Cataluña.
Tras el pacto alcanzado para la Mesa de la Cámara Baja, los populares remitían un nuevo argumentario defendiendo el "amplio acuerdo" con "las principales fuerzas constitucionalistas" prueba de la disposición del PP "a la formación de un nuevo Gobierno lo más sólido posible", dejando entrever de nuevo el camino hacia la gran coalición. En este documento, titulado 'Las Cortes como centro de la vida política española', la formación popular habla de "reformas" y de "seguir avanzando hacia una España que siga recuperando su confianza en la política" en una legislatura que estará marcada por "el consenso y la disposición al diálogo" para mantener -y de nuevo el argumento fetiche-"la estabilidad que España tanto necesita".
Este mismo jueves, los populares enviaban un nuevo documento bajo el título 'Un acuerdo ejemplar' abundando en el pacto en la Mesa del Congreso una vez constituida la XI Legislatura. Así, el PP evoca una vez más el espíritu de una 'grosse koalition' en el primer epígrafe: "Los grandes pactos son posibles". "PP, PSOE y C's han llegado al primer gran acuerdo de la legislatura. Con este primer pacto, las tres grandes fuerzas constitucionalistas con representación parlamentaria -una manera de insinuar que el resto no son grandes o no defienden la Constitución- han mostrado una actitud positiva, responsable y ejemplar", explican en el primer párrafo. En el resto del texto, además de recalcar la "generosa abstención" del PP para que Patxi López sea presidente del Congreso, se recuerda otros acuerdos de este tipo en los que ha participado la formación popular y se pone el acento en que este primer pacto se enmarca "en la práctica política de acuerdos amplios de gobernabilidad en Europa".
Por último, también ayer, se difundía otro argumentario para ensalzar la figura de Mariano Rajoy: 'El Presidente de la centralidad y la estabilidad". Una especie de oda a su liderazgo el mismo día que el PP se encuentra 'vendiendo' el acuerdo de la Mesa del Congreso, una manera de intentar vincular el mensaje positivo del citado pacto a los méritos de Rajoy.