Los protocolos de actuación son instrumentos vitales para la protección del personal a la hora de enfrentarse a una crisis NBQ
VALÈNCIA. La Estrategia de Seguridad Nacional contempla las armas de destrucción masiva como uno de los riesgos a los que España, al igual que el resto de los países que forman parte del mundo globalizado, deberá hacer frente dada la proliferación de armas nucleares, químicas, radiológicas y biológicas. El punto de inflexión en este sentido, lo marcará el uso de estas armas por parte de actores no estatales, en particular de grupos terroristas, y el uso de estas fuera de las zonas de conflicto.
La proliferación de las armas de destrucción masiva fuera de ámbitos como el médico, industrial, agrícola o medioambiental representan una fuente de peligro para la sociedad. No cabe lugar a duda que los riesgos NBQ representan un reto para la seguridad dentro y fuera de nuestras fronteras; pero ante cualquier posible crisis también es necesario estar preparado para dar una respuesta que implique la preparación y protección de todo el personal comprometido en la crisis, en especial el personal sanitario.
Por este motivo, tanto el Instituto de Estudios Estratégicos e Internacionales (IEEI) de la Universidad Católica de Valencia (UCV) como el Regimiento de Defensa NBQ destacan la importancia de los protocolos de actuación que califican de instrumentos vitales para la protección del personal a la hora de enfrentarse a una crisis NBQ.
“La formación de los estudiantes en esta materia les permitirá adquirir los resortes necesarios para el desempeño de sus funciones y les protegerá durante su cometido. El interiorizar y comprender los protocolos de seguridad puede marcar la diferencia en la gestión de una crisis”, ha destacado María Muñoz de Prat, directora técnica del IEEI.
Una visión expuesta a lo largo de los dos días de debate que celebraron la Universidad Católica de Valencia y el Regimiento Defensa NBQ, y en los que el coronel jefe del Regimiento, Carlos Ardanaz, presentó los riesgos NBQ a los que la sociedad ha estado sujeta a lo largo de la historia. Un recorrido por la realidad de la historia contemporánea sin caer en percepciones erróneas o alarmistas, centrada en la importancia de la respuesta a las crisis NBQ. Asimismo distinguió entre una fase inicial, denominada Gestión de Crisis, y una segunda fase o Gestión de las Consecuencias, en la que una vez que todas las víctimas han sido descontaminadas y evacuadas, se monitoriza a lo largo del tiempo los puntos contaminados, para estudiar el mejor método de descontaminación.
“Ante una crisis NBQ lo más importante es disponer de preparación previa, y no dejarse atemorizar por Hollywood y sus películas de desastres y catástrofes”, ha afirmado el Ardanaz. Asimismo, subrayó que “un buen nivel de respuesta, tanto de los servidores públicos como de la población en general, disuade en gran medida a potenciales agresores”.
En este sentido, la directora técnica del IEEI señaló la importancia de una coordinación férrea entre los diferentes profesionales implicados en la gestión de las crisis, así como de los distintos niveles administrativos. No olvidando el papel que juegan los ciudadanos en una sociedad altamente interconectada a la hora de hacerse eco de los acontecimiento y la secuencia de estos.
Durante estos dos días, la colaboración entre las Fuerzas Armadas y el Instituto permitió analizar el papel del personal sanitario del Ejército de la mano de la teniente coronel María Teresa Santafosta y poder intercambiar experiencias con la Misión de Naciones Unidas en el Líbano. Desde las dificultades a las que médicos e enfermeros tienen que hacer frente en situaciones normales y de campaña, hasta el papel que juegan los veterinarios en la seguridad alimentaria dentro de las Fuerzas Armadas.
Las principales funciones que desarrolla son las de reconocimiento, evacuación de personal, identificación de agresivos, tomas de muestras y descontaminación en incidentes NBQ en el marco del territorio nacional e internacional.
El Regimiento tiene como principal misión la de apoyar a otras unidades militares en la defensa contra agresivos NBQ en cualquier escenario, anulando o neutralizando sus efectos. Además está preparado para apoyar a las autoridades civiles para hacer frente a los efectos NBQ de las catástrofes naturales, accidentes industriales y atentados terroristas que usen este tipo de agresivos.
El Instituto promueve el conocimiento, la formación académica, la asesoría y la investigación en sus cuatro ejes de actuación: seguridad pública, defensa, inteligencia y diplomacia.
Responde a la necesidad de enfrentarse a situaciones concretas con un alto componente de complejidad, desde la seguridad y la defensa, la política, la economía y los negocios; una encomienda que desde la integridad y el bien común persigue hacer de la sociedad en la que vivimos una sociedad más segura.
La colaboración entre el IEEI y el Ministerio de Defensa se enmarca en la voluntad de contribuir a la Seguridad Nacional, en dar a conocer el papel que juegan las Fuerzas Armadas en la misma, y en la necesidad de la implicación de la sociedad. Sólo a través del conocimiento de los riesgos y amenazas es posible anticipar y prevenir.