VALÈNCIA. Hay un dicho árabe que dicta que tres cosas hacer antes de morir: tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro pero… ¿Qué hay que hacer antes de los 40? The European Centre de arquitectura, diseño y arte plantea los premios Europe 40 under 40 para reconocer a los estudios que forman la nueva generación europea de arquitectos y diseñadores de menos de 40 años de edad. Este galardón internacional ha recaído este año en cinco estudios españoles, uno de ellos valenciano: Estudio HORMA, compuesto por Nacho Juan, Clara Cantó y Jose Iborra quienes presentaron tres proyectos construidos a concurso que definen perfectamente su trabajo: “Presentamos los trabajos con mayor afinidad a nosotros, lo que refleja lo que somos y los ideales que defendemos: la geometría que nos ayuda a pensar los espacios, la manera de resolver todo de forma técnica y estar al día en la conversación de lo sostenible”, explica Nacho Juan. Sus claves son las de trabajar agusto, desde la libertad pero siempre con las formas geométricas como aliadas: triángulos, cuadrados, círculos y elipses permiten este juego que da la vuelta a todo.

Desde un modelo que ampara la sostenibilidad buscan un modelo de trabajo para poder volver a lo básico, y hacer más con menos adecuándose a lo que ofrece el mismo terreno: “Intentamos que la huella sea lo más local posible, alcanzar el kilómetro cero y trabajamos ese modelo de arquitectura que vuelve a los orígenes”, explica Nacho Juan a la hora de definir lo pilares que rigen el estudio. Clara matiza que lo que se construye bajo esa idea busca que estén a la par filosofía y estética, creando una arquitectura “con la que se construye la verdad” y que no tenga sobrantes: “Buscamos un modelo que vaya con nuestra filosofía de la geometría y de lo básico, porque los añadidos muchas veces consumen dinero y demás recursos. Lo que tenemos hay que hacerlo siempre bien”. Y al lado de la verdad siempre va la belleza, que para Nacho Juan son conceptos inseparables: “Ahí está el camino de la sostenibilidad, en la sinceridad y la transparencia. Nos gusta pensar lo que decía Campo Baeza de que “diseñamos con belleza y construimos con verdad”, y eso nos ayuda a tomar decisiones”.

En un día en HORMA también es clave algo mucho más básico -y a la par profesional- como pasarlo bien trabajando y entender el espacio para construir sobre este. Clara confiesa que no se ponen nunca un plazo corto para hacer las cosas, lo que les permite trabajar con buena base: “Siempre damos las cosas por cerradas cuando las hemos madurado lo suficiente, no sabemos hacerlo de otra forma. Nacho, Jose y yo somos arquitectos por vocación, entonces nos puede mucho más cuidar el espacio, el cliente, los colores y las formas. Es ahí donde nos sentimos satisfechos, no tanto en cumplir plazos a nivel económico”, explica el arquitecto emocionado. El galardón supone para ellos un empujón ahora mismo en su carrera, y una sorpresa al mismo tiempo: “Este año teníamos ya los 39 y pensamos en enviarlo porque nunca se sabe. Al final nos vimos seleccionados y vimos que solo estábamos cinco estudios españoles, y nosotros como los únicos valencianos”, matiza.

Con una buena base de trabajo y este galardón a las espaldas su trabajo podrá verse en una exposición en Grecia bajo el nombre 40 Young European Architects with New Visions, y además será recogido también en una publicación que expone a los 40 creadores "que construyen el futuro europeo". En este se podrán ver las construcciones que según Clara representan a la firma valenciana, “una obra geométrica que ayuda a pensar los espacios, y a entenderlos de otra forma”, creando de esta manera una estampa visual preciosa -con muchas rectas- que se celebra como éxito antes de los 40 años. Arquitectura para celebrar, y soplar las velas… para los hijos, el árbol y el libro ya habrá tiempo.