VALÈNCIA. La vida, a veces, se mide en números y en retos imposibles. Ver a los amigos una vez por semana, llamar a mamá todos los días, dejar las tareas terminadas antes de las 20h… Retos que, como todo, dependen de la voluntad de quién se los plantea y el tiempo del que dispone. Si se trata del sector cultural esta velocidad juega una carrera con la originalidad y en esta el artista valenciano Pablo Quesada se las ha apañado para generar un formato único. 

En respuesta a las grandes galerías y a la élite de las instituciones artísticas presenta su proyecto GE53, una galería que se mide en cifras que parecen imposibles: 21 artistas y 12 exposiciones durante solo 3 meses de vida de la galería. Para conseguirlo debe programar a un artista, o varios, a la semana. Esto incluye montaje, desmontaje, difusión de la exposición y, por supuesto, una mini-fiesta de inauguración para celebrar cada proyecto.

Este reto, con el que va a contrarreloj, nace un bajo en el que Quesada pretende dar espacio a los artistas emergentes de la ciudad de València en el que poder presentarse al mundo: “Quiero crear un espacio en el que pueda dar oportunidades a los nuevos artistas para generar comunidad y crear redes. La gente que sale de la carrera de Bellas Artes no salta directamente a estos formatos de exposición y es interesante que puedan contar con la independencia de mostrar su obra por primera vez en un espacio de este tipo". 

La autogestión, en este caso, es la clave para poder conseguir esa independencia con la que se huye del modelo expositivo institucional y se busca un lugar plano en el que la obra resalte. Es por ello que el rol de Quesada es ayudar con el espacio, el montaje y facilitar todas las opciones para los creadores: “Como artista me resulta interesante generar un espacio en el que quien expone se puede centrar más en la obra que en las posibilidades del espacio. Quiero ayudar y agilizar esa parte de toma de decisiones”.

Encargándose él mismo de la gestión de los tiempos y el mantenimiento de la galería empieza a “tirar de agenda” para contactar con algunos nombres amigos y conocidos, personas de su círculo que para él tienen un gran potencial artístico. Sin ponerles ninguna norma, ni siquiera de temática, les cede el espacio para que puedan exponer por primera vez de forma individual o en pequeños grupos.

“Creo que es algo que falta un poco en València, no se vislibiliza a la gente que no tiene renombre o si se hace se camufla demasiado en una muestra colectiva. Lo que quiero con GE53 es dar al artista la libertad total para que haga lo que quiera mientras contamos con un formato muy efímero”. Esta conjugación, tan innovadora como interesante permite que ayude a los artistas de cara a contar con su primera muestra “por su cuenta”.

“Quiero que los artistas tengan la oportunidad de tener la fotografía de su obra expuesta en su portfolio, que se familiaricen con la experiencia del montaje, desmontaje y la gestión del espacio y también que vivan esto por primera vez”, destaca Quesada, “vivimos en un mundo que se mueve por imágenes y creo que es importante que, para que existan, se les dé una primera oportunidad”.