VALÈNCIA. El Institut Valencià d'Art Modern (IVAM) inicia, ahora sí, una nueva etapa. El centro artístico da la bienvenida a Blanca de la Torre, su nueva directora, que llega para "reenamorar" a la sociedad y superar la crisis reputacional en la que se ha visto sumido este último año. Un día después de aterrizar en la institución, la gestora cultural ha presentado a los medios de comunicación y trabajadores del centro las principales líneas del proyecto -que todavía no es público- por el que ha sido elegida, un plan que pasa por potenciar la internacionalización, reestructurar el museo dedicando dos salas a colección permanente y que, también, descarta la creación de nuevas sedes. Estas han sido algunas de las pinceladas que ha avanzado De la Torre este jueves en un acto en el que ha estado acompañada por el Conseller de Educación, Cultura, Universidades y Empleo, José Antonio Rovira, a quien conoció este mismo miércoles y que, precisamente, ha visitado el museo por primera vez en sus nueve meses al frente del área. 

En este sentido, Rovira se ciñó al guion y destacó del perfil de la nueva directora que "combina experiencia, solvencia técnica, dinamismo y una visión global con atención al contexto local", un nombramiento con el que se inicia una "nueva etapa" en la que la Generalitat se marca como objetivo la "excelencia y la proyección internacional" del museo. "Es importante, además, ahora que tenemos Cultura y Educación juntas, que el museo también nos sirvan para educar a los jóvenes. A ver si avanzamos por ahí un poquito", añadió en el turno de preguntas. Para conocer las concreciones del plan de De la Torre habrá que esperar un poco, por un lado a que se publique el proyecto y, por otro, a que inicie un proceso de "escucha activa" con los distintos agentes culturales del territorio valenciano y de la propia institución que la ayuden a terminar de "aterrizar" sus propuestas. "Tengo que poner los pies en la tierra y luego transformarlo en algo real. Ahí es donde esa fase de escucha me va a ayudar mucho", confesó.

Comisaria jefa de la Bienal de Helsinki o de la 15ª Bienal Internacional de Cuenca (Ecuador), entre otros proyectos, De la Torre llega como una cara nueva para la escena cultural valenciana, siendo el IVAM la primera institución que dirige, una distancia que tras el annus horribilis del museo muchos ven como un punto positivo. En este sentido, la nueva directora empezó su discurso subrayando su deseo de liderar una "transición sana" con respecto a la última etapa del museo, al tiempo que se emplazó a fase de "escucha activa" como paso previo antes de tomar decisiones sobre posibles cambios en el equipo. Cabe recordar que la dirección cuenta, en este sentido, con poco margen de maniobra, siendo el único puesto de libre designación el de dirección adjunta, que actualmente asume Sonia Martínez, quien ha liderado la 'nave' tras la dimisión de Nuria Enguita hace un año.

Dos salas para colección permanente

"Me parece importante hacer una toma de temperatura, un diagnóstico, y en cuanto establezca ese diagnóstico tomaré las decisiones que me parecen más adecuadas a la institución [...] Abrir una nueva etapa no tiene por qué significar una ruptura con todo lo anterior, pero sí implica mirar al futuro. En mi cabeza está respetar algunas de las líneas que se han seguido a la vez que dar un salto de calidad, con planteamientos innovadores y nuevas iniciativas", subrayó De la Torre. Entre la batería de ideas que puso sobre la mesa, la más concreta pasa por el rediseño del circuito expositivo dedicando dos salas a colección permanente, dos salas que, a priori, se sumarían a las que actualmente ya destina el centro para ello: las que acogen los fondos de Julio González e Ignacio Pinazo. 

"Creo que es importante generar un espacio específico que muestre una colección con personalidad propia, que permita a los visitantes identificar algunas de las obras icónicas en cada una de sus visitas [...] Al público le gusta y le emociona lo que reconoce. Por eso regresan una y otra vez al MoMA de Nueva York a ver Las señoritas de Avignon de Picasso o la Gioconda en el Louvre. De igual modo, artistas emblemáticos de la colección de IVAM contribuirán a conformar una identidad reconocible para el visitante. Este tipo de piezas funcionan como iconos patrimoniales, generan interés y orgullo de pertenencia", detalló la nueva directora. 

Aunque esquivó dar nombres concretos o avanzar algún detalle sobre la posible nueva programación -que, como es lógico, no llegará hasta 2026-, sí deslizó algunas ideas generales que ofrecen una fotografía sobre el 'nuevo' museo. Entre ellas, apostar por una "transdisciplinariedad" que considera esencial así como por un área de educación que "no debe concebirse como complementaria", una programación en la que convivirán, además, miradas más tradiciones como experimentales. "Las propuestas estarán alineadas con una programación plural, equilibrada y cercana, con un enfoque constante en la igualdad de género, accesibilidad e inclusión", incidió. Del mismo modo, otro de los pilares del proyecto es la sostenibilidad, "que se plasmará en un plan específico", y una especial atención a la digitalización. "El IVAM operará como un ágora permanente, porosa, relacional y responsable con la comunidad en que se inserta, posicionándose como un epicentro del arte contemporáneo con una identidad propia".
 

Sí a la internacionalización, no a la nueva sede

Ha sido 'internacionalización' una de las palabras más repetidas durante la presentación a medios del proyecto de la nueva directora, un objetivo que se plasmará en un plan estratégico "orientado a reposicionar la imagen del museo en el exterior con una identidad sólida y distintiva". Entre las acciones previstas, se plantea el incremento de préstamos de obra, intercambios con colecciones de otros museos de referencia, coproducciones de exposiciones con centros internacionales o potenciar la presencia del museo a través de la participación en eventos internacionales de prestigio. Con todo, subrayó, este plan también busca "fortalecer" el entorno local. "La consolidación de la imagen internacional del museo repercutirá de forma directa en el tejido local, permitiendo concebir la idea de un entorno globalizado como un territorio comunitario".