El flojo rendimiento de Podemos incrementa el debate en Compromís sobre la conveniencia de confluir con el partido de Pablo Iglesias
VALENCIA. Las elecciones catalanas celebradas este domingo han tenido y tendrán una notable influencia en el ámbito nacional pero también consecuencias en algunos casos muy concretos en las fuerzas políticas valencianas y sobre el propio Consell que lidera Ximo Puig.
Así pues, los resultados que se dieron en las urnas han dejado en una posición muy distinta a cada una de las formaciones que deberán medir fuerzas en las elecciones generales. En el caso valenciano, estos comicios estatales poseen el valor añadido de que pueden influir incluso en la actual composición de la alianza de Gobierno, actualmente conformada por PSPV y Compromís.
Precisamente la coalición ha seguido con interés la cita electoral catalana. Lo ocurrido allí ha presentado el posible pacto de Compromís con Podemos como un arma de doble filo para ambos bandos del pacto. Las opiniones son diversas. Por un lado, algunos dirigentes proclives al acuerdo subrayan que el pobre resultado obtenido por la plataforma impulsada allí por Pablo Iglesias (Catalunya sí que es pot), deja claramente a Compromís en una posición de preeminencia de cara a una posible alianza valenciana en las generales.
Sin embargo, los contrarios al pacto de Compromís con Podemos alertan de que lo ocurrido en Cataluña puede repetirse en Valencia. “En política, uno y uno no suman siempre dos”, una frase cada vez más repetida desde este sector. Y es que, cabe recordar, los 10 escaños conseguidos por Catalunya sí que es pot son inferiores a los que Iniciativa extrajo en las pasadas elecciones en solitario. Un argumento que carga de razones a los que insisten en que Compromís concurra sin confluencias a los comicios nacionales.
En esta línea, en la noche de domingo se cerraba la votación realizada entre los militantes de Gent de Compromís, conocidos como adheridos a la formación. El resultado iba en la línea de lo aprobado por buena parte del Bloc: el ‘no’ a la alianza con Podemos para las generales. En este caso, con un 58% de participación, el 60% de los participantes preferían que Compromís concurriera en solitario y no con Podemos.
Con este escenario, las posibilidades sobre la mesa apuntan a que la decisión pase por el Consell General de Compromís o que se opte por un referéndum general en la coalición. En cualquiera de los dos casos, la posible confluencia con Podemos está absolutamente en el aire, una situación que perjudica a la coportavoz de Compromís y vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, una de las principales voces favorables al acuerdo, y que ha sido la interlocutora con los referentes de Podemos en Madrid sobre el posible pacto.
En la otra orilla, Podemos en la Comunitat Valenciana carece de un peso orgánico notable en la dirección nacional. Se teme que los flojos resultados obtenidos en Cataluña incremente la arbitrariedad de las decisiones desde Madrid y la contestación interna que existe en tierras valencianas crezca. En estos momentos, lo ocurrido en los comicios catalanes ha sembrado notablemente la incertidumbre de lo que Podemos como marca pudiera conseguir en solitario en las generales en territorio valenciano.
En cuanto al resultado obtenido por los socialistas catalanes, tercera fuerza más votada, la marca PSOE ha salido menos dañada de lo que se venía apuntando. Una situación que beneficia al líder federal del partido, Pedro Sánchez, pero de la que también pueden sacar rendimiento los socialistas valencianos. Las dudas ofrecidas por Podemos y las dudas mantenidas del pacto con Compromís puede mejorar el escenario para la dirección del PSPV, cuyo mayor temor es que pudiera repetirse el ‘sorpasso’ de las elecciones autonómicas en la provincia de Valencia por parte de Compromís.
Precisamente positivo para los socialistas resulta también el pobre rendimiento ofrecido por el PP de Cataluña, que ha perdido ocho escaños quedándose en 11 diputados. Después del varapalo de las autonómicas, la dirección ‘popular’ situada en la calle Génova no parece haber encontrado la fórmula para detener la caída. La apuesta hecha por Xavier García Albiol no ha funcionado: un perfil, curiosamente, que en muchos foros se considera similar al que se ha elegido para liderar el partido en Valencia, Isabel Bonig.
Por otro lado, el gran triunfador de la jornada en Cataluña fue Ciudadanos (C’s), convertida en segunda fuerza autonómica con 25 escaños. Sin duda, este resultado será un espaldarazo de carácter nacional para la formación que lidera Albert Rivera. En la Comunitat, la fuerza de ya estar presentes en las instituciones podría -bien utilizada- beneficiar las previsiones de cara a los comicios y, la debilidad del PP mostrada en Cataluña, puede favorecer un trasvase de votos entre estas fuerzas como parece haber ocurrido en los citados comicios celebrados este domingo. Más aún cuando el PPCV viene de una caída de 24 escaños en las elecciones autonómicas.
Por otro lado, el Gobierno valenciano también puede ver en cierta manera obstaculizadas sus reivindicaciones por el proceso catalán. Las fuerzas independentistas ha logrado sumar la mayoría absoluta –si es que Junts pel sí y CUP se entienden- y el pulso amenaza con prolongarse en los próximos meses.
De hecho, el problema catalán será uno de los principales a los que se enfrente Mariano Rajoy, así cualquiera que pueda ser el próximo presidente del Gobierno de España. Con este panorama, la visibilidad de otros debates que desea el Consell, como la remodelación del sistema de financiación, podría verse obstaculizada o disminuida ante la situación de urgencia que puede presentarse en Cataluña.