Natxo Costa propone que los grandes operadores abran menos pero que lo hagan cuando les es más rentable, y para ajustar al máximo este cruce de intereses propone establecer distintas modalidades según el tipo de municipio
VALÈNCIA. Si algo tenía claro el director general de Comercio, Natxo Costa, es que lograr un pacto con los operadores para recortar la apertura en domingo no iba a ser un asunto sencillo. Su intención es pasar de un modelo de zonas liberalizadas a uno de temporadas, y hacerlo de modo que el gran comercio -partidario de la libre apertura y principal escollo de la administración en la negociación- se vea compensado por el recorte.
Con este propósito, Costa propone que los grandes operadores abran menos pero que lo hagan cuando les es más rentable, y para ajustar al máximo este complejo tetris de intereses cruzados propone varias modalidades y que sea cada municipio quien escoja la que más le convenga en función de las particularidades de sus comercios.
Como se aprecia en la tabla que encabeza esta información -distribuida por el Consell a los operadores para abordar la negociación-, sobre la mesa se encuentra una propuesta de tres tipos de municipios: las Zonas de Gran Afluencia Turística (ZGAT) que abran los festivos de verano, Navidad y Semana Santa (30 en total), las ZGAT que lo hagan solo en verano y Semana Santa (24) y los municipios no turísticos que solo abran 11 festivos al año.
Esta, por ser la más clara, es de momento la favorita de los operadores, a falta de negociar los festivos de cada uno de los tres tipos de municipio. No obstante, Costa defiende que su propuesta de cinco tipos de municipio se ajustaría más a la diversidad de localidades que presenta la Comunitat.
Esta fórmula mantendría la ZGAT de 30 festivos de la propuesta anterior -situados en verano, Navidad y Semana Santa-, pero daría dos opciones tanto a los municipios de 24 como a los de 11 días de libre apertura -según prefieran abrir sus comercios en Navidad o Semana Santa, tal y como se detalla en la tabla-.
Por delante queda todavía un complejo debate hasta que los operadores se decidan por alguna de estas propuestas, por alguna que todavía no esté en la palestra, o por ninguna de ellas. No sería la primera vez que el Consell tenga que imponer su criterio ante falta de acuerdo en el sector. El tiempo dirá.