Una petición parlamentaria de Compromís revela datos del sondeo a pie de urna encargado por el Consell: el PP mantuvo esperanza buena parte del día de mantener la Generalitat si pactaba con C's
VALENCIA (FOTOS: EVA MÁÑEZ). El Consell tuvo datos en tiempo real del sondeo a pie de urna encargado a la empresa GFK EMER en las elecciones autonómicas del pasado 24 de mayo. Un estudio de más de 16.000 encuestas realizadas en los colegios electorales y del que el Gobierno valenciano estuvo informado a un golpe de 'click' durante toda la jornada. Todo ello con un coste cercano a los 70.000 euros.
Así se revela de la respuesta dada por el actual Ejecutivo a una pregunta parlamentaria de Compromís. La coalición, a través del diputado Fran Ferri, ya denunció en su día el gasto previsto para la citada encuesta a pie de urna -conocidas en el argot demoscópico como israelitas-, considerando que el PP dispondría de "información privilegiada" de la jornada electoral a través de "una encuesta pagada con dinero público". Llueve sobre mojado, dado que el todavía Gobierno del PP ya hizo pública una encuesta preelectoral justo después de los comicios.
El tiempo parece dar la razón a Compromís. Según parte de la documentación a la que ha tenido acceso este diario, el Gobierno valenciano habría dispuesto incluso de una web habilitada para conocer los resultados del sondeo que ofrecía la empresa contratada en diversos tramos horarios del día.
Así, desde el Consell -y por tanto, desde el PP-, se manejó información concreta, como mínimo, en nueve ocasiones a lo largo de la jornada, cuatro por la mañana y cinco por la tarde. Las fuentes consultadas por este diario no pudieron especificar si las actualizaciones se producían incluso con mayor frecuencia.
Bien es cierto que el Gobierno valenciano hizo público el resultado de la encuesta a las 21 horas de la noche electoral. No obstante, según la información facilitada por el nuevo Consell, el anterior Ejecutivo estuvo manejando -y ocultando- información demoscópica al resto de fuerzas políticas durante toda la jornada. Una información pagada con dinero público.
Curiosamente, el tiro le salió por la culata al PP, puesto que el estudio le mantuvo todo el 24-M sensiblemente por encima de su resultado final. De hecho, llegó a situarle en 38 escaños (y con una horquilla de hasta 41) en la primera tanda de entrevistas cerrada a las 10.42 horas de la mañana. El resultado real al final del escrutinio sería de 31 diputados.
Proyección de escaños según algunos tramos horarios del sondeo
El estudio sí refleja algunos puntos que son verosímiles: el mejor dato para el PP es el cosechado a primera hora, para después ir descendiendo a lo largo de toda la jornada, siguiendo así la tendencia de que los votantes más madrugadores suelen ser más mayores y conservadores. Si bien también podría depender de la elección de colegios electorales con la que se hicieron las primeras muestras.
Por contra, conforme el día fue transcurriendo, la israelita sí esbozó un crecimiento de Compromís, cumpliendo también la tendencia de que los votantes jóvenes acuden más tarde a los colegios. No obstante, los datos estuvieron alejados -y este es el otro gran error del informe- del resultado final alcanzado por la coalición.
Sin embargo, el sondeo a pie de urna sí mostró uno de los datos clave de la jornada: en la muestra de las 15.42 horas se produce el adelantamiento por parte de Compromís al PSPV en la provincia de Valencia. Así, la encuesta refleja que la coalición pasa del 17,6% al 18,5% de los votos mientras los socialistas caen seis décimas y se quedan en 17,9%. Ya no volverían a recuperarse y el resultado real lo reflejó con creces: Compromís 23,1% y 10 diputados, PSPV 18,8% y 8 escaños.
Otro dato curioso es que la encuesta a pie de urna, cuando fue hecha pública a las 21 horas, fijó en Compromís una horquilla de 15-16 escaños. Sin embargo, según los documentos a los que ha tenido acceso este diario, el sondeo a las 20 horas, al cierre de los colegios, apuntaba a un posible diputado más (15-17). Finalmente, la coalición logró 19.
En cuanto al resto de la israelita, fue encaminada: clavó los 13 escaños de Podemos y se aproximó notablemente a los 13 conseguidos por Ciudadanos (C's) y a los 23 logrados por el PSPV, que permitieron a Ximo Puig ser presidente.
Sin embargo, en la cuestión principal, la Presidencia de la Generalitat, solo sirvió para que el PP de la Comunitat Valenciana viviera en la intimidad una jornada con cierta esperanza, puesto que tanto a primera hora de la mañana como a mitad tarde, la suma con C's daba la mayoría de 50 diputados.
Tal vez por ello, se percibió una mayor sensación de sorpresa por parte de los primeros espadas del PP ante la debacle y no resulta ahora tan extraño el recuerdo de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, abrazada a Serafín Castellano mientras profería: "¡Qué hostia, qué hostia!".