VALÈNCIA (VP). El Día Mundial de la Enfermería, celebrado cada 12 de mayo, pone en valor el papel esencial desempeñado por sus profesionales en el sistema de salud global. También es una oportunidad para comprobar cómo ha evolucionado desde los tiempos de Florence Nightingale, la precursora de la enfermería moderna, nacida tal día como hoy en 1820.
La enfermería en España ha dado un enorme salto desde otros tiempos en que la formación era básica y el enfoque estaba en la asistencia general al paciente. En la actualidad, estos profesionales mantienen la atención directa al enfermo, están cada vez mejor formados y especializados y también abarcan roles en gestión y educación sanitaria, siendo esenciales en la promoción de la salud y la prevención de enfermedades, desarrollando esta labor tanto en hospitales como en la comunidad.
Los profesionales de la enfermería siguen siendo quienes proporcionan cuidados continuos, administran tratamientos, son una parte crucial en el proceso de recuperación y mantienen el contacto directo con el paciente y sus familiares. Además, educan sobre el manejo de enfermedades crónicas y estilos de vida saludables y contribuyen a poner en práctica programas de salud pública, ayudando a aliviar la carga sobre otras áreas del sistema sanitario. También juegan un papel vital en la respuesta a emergencias de salud pública y están cada vez más involucrados en la investigación clínica, entre otras funciones, demostrando su flexibilidad y capacidad de adaptación a las más diversas situaciones.
Paula Castells, directora de Enfermería del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, refleja esta evolución en su propia carrera: "Comencé en la sanidad pública y, debido a la inestabilidad laboral, pasé a la privada, lo que me condujo a roles de gestión y liderazgo en enfermería, sin olvidarme nunca de la parte asistencial, porque me apasiona esta profesión".
Cuenta Paula Castells que, para hacer la transición desde enfermera dedicada exclusivamente al cuidado del paciente a ser gestora y líder de equipos, fue clave optar a un buen programa formativo. “Entré como supervisora y en dos años me ofrecieron ser directora, siendo complicado dar el paso porque Vithas Valencia 9 de Octubre es un hospital grande, era un gran reto y necesité el apoyo de mi familia y compañeros”, indica Castells. “Mi objetivo siempre ha sido conseguir mejoras para el paciente y sólo es posible mejorando a la vez las condiciones del enfermero. Si vienen a gusto a trabajar, el paciente tendrá un mejor trato y para ello tratamos de implantar adecuados protocolos, más opciones de formación, generar un buen ambiente laboral y crear buenos equipos, porque todo ello redunda en beneficio del conjunto”, señala Castells.
Para ayudarla en esta misión fue clave que Vithas ofreciera el programa formativo E-lidera, curso que permite aprender no sólo de gestión, sino que le ofreció también la oportunidad de conformar un equipo humano permanente. “Gracias a haber realizado este curso actualmente puedo conectar y preguntar a mis compañeros cómo desarrollan diversos proyectos en distintas ciudades de España. Tener este refuerzo me ayudó a decidirme a tomar el puesto, pues era una garantía”, explica.
En el Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, la formación continua es un pilar clave. "Para mí es algo imprescindible y trabajamos mucho para impulsarla", afirma Castells. "La enfermería es una profesión viva que requiere actualización continua". Vithas fomenta este desarrollo a través de plataformas como Hedima, que ofrece cursos sin coste para los trabajadores, asegurando que los profesionales estén al día con las últimas prácticas y tecnologías.
Una próxima innovación significativa en el Hospital Vithas 9 de Octubre va a ser, desde el próximo mes de junio, la implementación de la digitalización del hospital. “Es un cambio grande y estamos realizando formaciones específicas para sacarle todo el partido," menciona Castells. Esta transición no solo mejora la eficiencia operativa, sino que también eleva la calidad del cuidado que reciben los pacientes.
Paula es la cabeza visible de un equipo de seis supervisiones y coordinadores de farmacia y laboratorio en quien ella confía para poder hacer su trabajo diario. Alineados todos con la misma visión y meta. Castells tiene bajo su responsabilidad un total 500 profesionales, entre técnicos de rayos, auxiliares, enfermeros y celadores. Todo el personal está organizado por turnos y hay un supervisor por cada servicio que tiene entre sus funciones lograr que todo se desarrolle de la manera más armónica posible. Para ello es preciso celebrar múltiples reuniones de coordinación, pero la referencia de mayor valor es el NPS, Nivel de Satisfacción del Paciente. “Analizamos lo que considera de nosotros, leemos sus comentarios y se tiene muy en cuenta su opinión para incorporar mejoras en nuestros procesos”, señala Castells.
Y es que la enfermería enfrenta múltiples desafíos, como la gestión de recursos y la coordinación entre distintos niveles de profesionales sanitarios. Castells destaca la importancia de la cooperación y reciprocidad: "Es imprescindible, para tratar adecuadamente a un paciente, que exista confianza entre los distintos profesionales y desarrollar una estrecha colaboración". Además, señala que “siempre aprendemos los unos de los otros, sacamos conclusiones muy importantes porque cada uno tiene un papel que desarrollar y debe dar lo mejor”.
Castells ve oportunidades en la mejora del reconocimiento social de la profesión y en la expansión de sus roles, especialmente en educación sanitaria y atención domiciliaria. “El reconocimiento es bueno y merecido, pero debería haber más enfermería para la educación sanitaria que es lo que más falla en la sociedad”, reflexiona. “El papel que podríamos hacer en colegios, centros de salud o residencias no se está explotando todo lo debido. Si tuviéramos más enfermeras destinadas a ese trabajo podríamos ayudar mucho más a la sociedad, que se vería muy beneficiada de esa labor”.
La pandemia de la covid-19 trajo consigo desafíos y aprendizajes. Castells subraya la importancia de la vocación en la profesión: "Es imprescindible un interés personal, una verdadera vocación que se manifiesta en el deseo de ayudar a las personas enfermas". Por ello, en el Día Mundial de la Enfermería, Paula Castells lanza un mensaje a sus futuros compañeros: "Es la profesión más bonita del mundo, pero debe escogerse porque te llena cuidar a los demás, no por modas o por encontrar una salida laboral", reforzando la idea de que la enfermería no solo es una carrera, sino un profundo convencimiento de querer dedicarse al bienestar de los demás.
Aunque es una intervención poco invasiva, requiere la experiencia de un médico especializado para evitar complicaciones