grand place / OPINIÓN

Atacan con ácido a un niño de tres años en su sillita

24/07/2018 - 

¿Estamos locos? Es una noticia pequeña, que apenas pasa desapercibida en las páginas de “Internacional” de los periódicos en medio de grandes titulares con amenazas de guerra entre Trump e Irán, entre el tirador loco de Toronto y el guardaespaldas de Macron… Es un titularcito perdido en la nada de las grandes epopeyas y de los grandes hombres que dominan el mundo. “Ya son cuatro los detenidos en Reino Unido por echar ácido a un niño de tres años”. Ocurrió este fin de semana. El niño iba en una silla de paseo con su familia por un centro comercial cuando sufrió el ataque con una sustancia corrosiva, que le causó heridas en el rostro y el brazo, y por las que fue hospitalizado. De momento se desconoce el motivo de los atacantes. El motivo del ataque "no está claro", dijo la policía.

El motivo de los atacantes… ¿Es que puede haber motivo para un hecho tan cruel? Aquí no hay víctimas colaterales. La víctima principal es el niño de tres años en su carrito. La víctima propicia. El blanco a abatir. ¿Motivo? No hay explicación ni justificación para algo así. “El niño fue "atacado deliberadamente" en Worcester a las 14:15 horas del sábado”, dijo la prensa en un primer momento. 

Los detenidos son un hombre de 39 y ortos tres mas jóvenes, de 22, 25 y 26 años en el Este de Londres, bastante lejos de Worcester. La policía británica difundió por los medios de comunicación y por las redes las imágenes del grupo cuando deambulaba por las tiendas, después de hacer un llamamiento a la ciudadanía para que colaborara en su detención. Las cámaras de seguridad del centro comercial grabaron algunos planos de los atacantes. En el vídeo de las cámaras de seguridad se puede apreciar a un grupo de tres o cuatro hombres. No me negarán que resulta algo inusual para el sexo masculino ir de compras un sábado por la tarde. Además, ¿han visto las imágenes? Si tenemos que juzgar por las apariencias -sí, ya sé que no se debe- podríamos definirlos con la jerga de los años 80: cabezas rapadas. 

 

¿Les va sonando? ¿Van encontrando el motivo? No ha trascendido el color del niño en su sillita, ni el de su familia. Pero conocemos el de los detenidos. Blancos. Y aunque no se ha alegado un motivo racial, la policía se ha adelantado a negar que el ataque esté relacionado con la manifestación que organizaba cerca de allí la English Defence League. Pero, qué causalidad…, ¿no?

¿Qué pasó este fin de semana en Worcester? Una manifestación anti islamista con actos violentos, que podría haber sido peor, según la policía. Al parecer, manifestante de extrema derecha protestaban por la construcción de una mezquita en la ciudad que costará tres millones de euros. Eran las 13:40 horas del sábado, cuando la policía detuvo a unos cuantos de ellos tras un enfrentamiento con la policía y la explosión de un artefacto que no causó heridos. A menos de una hora del ataque al bebé.

Worcester es una ciudad inglesa a 163 kilómetros al norte de Londres, con una importante comunidad inmigrante pakistaní de tercera generación, desde que el Reino Unido les dio facilidades para entrar en el país tras su independencia en 1948. Necesitaban mano de obra tras la Segunda Guerra Mundial. El alcalde de la ciudad es Jabba Riaz, de origen musulmán hindo-pakistaní. La protesta había sido convocada a través de Facebook y otras redes sociales. Al mismo tiempo, una contra-protesta se concentraba en la plaza de la catedral para mostrar su oposición a este tipo de movimientos antisociales. Es tan fácil hoy en día hacer un llamamiento a tu grupo de amigos para celebrar un cumpleaños o al movimiento nacional para la defensa de Inglaterra… Lo están haciendo en toda Europa para concentrarse en protestas racistas. Es tan fácil…

El pasado verano, un vecino de Worcester fue detenido por difundir la quema de un Corán a través de Facebook y Youtube después de los ataques terroristas en Londres y Manchester. Llueve sobre mojado. Y la respuesta a la violencia está siendo la violencia. Habría que preguntarnos hacia dónde camina Europa, con un auge de los populismos nacionalistas que tienen como objetivo a los inmigrantes. Habría que preguntarnos qué hemos hecho mal en Europa para que hijos y nietos de inmigrantes no se sientan europeos, no se sientan en casa. Habría que preguntarnos que hemos hecho para que antiguos y nuevos inmigrantes no abracen los valores de igualdad que nos han llevado a los países de la Unión Europea a los más altos niveles de democracia y de solidaridad respecto al resto del mundo.

 

El periódico local lo describe gráficamente en 42 imágenes de las protestas. Tanto las de los manifestantes, adolescentes blancos con la cruz roja por bandera -la de Inglaterra, la de los unionistas ingleses de extrema derecha de toda la vida-; como las de los contra-manifestantes, jóvenes de origen musulmán con sus luengas barbas blandiendo también carteles con referencias a la religión cristiana.

¿Pero es que vamos a volver a una Guerra Santa? La solución la tienen Europea y sus valores laicos e igualitarios, allí donde el Estado sabe garantizar la protección de los derechos del individuo, antes que los de una colectividad determinada. Allí donde todos somos iguales en derechos y deberes, y donde el poder del Estado no distingue entre cristianos y musulmanes. Porque Oriente y Occidente los tenemos ahora en casa… Y Europa tiene que legislar sobre ello y no mirar hacia otro lado. ¿O es que nos hemos vuelto locos?