El responsable de análisis del Mercado de Ebury pide prestar especial atención a tales avances para explicar los movimientos de los activos financieros y de los mercados de divisas, sin dejar de perder de vista a Brasil
MADRID. Las noticias políticas han vuelto a convertirse en el centro de atención de los mercados de divisas. El goteo intermitente de acontecimientos sensacionalistas ha impactado finalmente a los activos de riesgo. La semana pasada vimos al dólar caer notablemente frente al resto de divisas del G10, mientras que el franco suizo fue la moneda con mejor rendimiento, algo normal en situaciones de aversión al riesgo.
Las expectativas de los mercados sobre los posibles estímulos fiscales en Estados Unidos, así como el incremento del gasto en infraestructuras, se han desvanecido por completo, dado que la aparente situación de colapso del gobierno americano no posibilitará la implantación de medidas hasta 2018. Incluso, el mercado está estimando que existe un 20% de posibilidades de que la subida de tipos de junio de la Reserva Federal no se haga efectiva.
El real brasileño también se ha visto afectado por un gran escándalo que, al parecer, implica directamente al presidente Temer en casos de corrupción. El real caía un 5% cuando el escándalo salía a la luz, y las acciones y bonos brasileños también sufrían importantes pérdidas.
Esta semana será relativamente escasa en lo que respecta a datos procedentes de las grandes economías mundiales. Los índices PMI de la Eurozona deberían confirmar que la recuperación de la Eurozona va por buen camino.
Parece que por ahora los riesgos políticos se han marchado de la Eurozona y han cruzado el Atlántico. Las últimas noticias políticas relevantes en la Eurozona, que acabaron con la contundente victoria de Macron en las elecciones presidenciales francesas, animaron a los mercados, que dieron apoyo al euro. Al otro lado del Atlántico nos encontramos una situación política antagónica, en la cual los mercados no quitan ojo de la Casa Blanca y la crisis que rodea al gobierno de Trump. Los datos PMI deberían confirmar unos fuertes niveles de actividad empresarial en la Eurozona, apoyando un crecimiento superior al 2%. Sin embargo, la divergencia entre las políticas monetarias de la Eurozona y de EE.UU. sigue siendo muy amplia, por lo que de no existir más noticias polémicas procedentes de la Casa Blanca esta semana, podríamos ver al euro a la baja.
La libra se las ha arreglado para superar ligeramente el nivel de los 1,30 dólares estadounidenses. Hemos sido testigos de datos económicos mixtos entre los que se incluyen fuertes ventas al por menor en abril, un incremento del nivel de inflación, un fuerte aumento del empleo y un incremento salarial menor del previsto. Cabe observar que desde el referéndum por el Brexit, el incremento salarial real ha sido claramente negativo, mientras que la inflación supera los salarios. La publicación de datos económicos será escasa esta semana. La cotización de la libra dependerá principalmente de los acontecimientos internacionales, especialmente de los que conciernen al polémico gobierno de Trump.
La semana pasada fuimos testigos de nuevos movimientos en los mercados de divisas. Los mercados empiezan a reaccionar frente al desconcierto existente en la Casa Blanca y frente a la incertidumbre sobre el futuro de Trump estimando un riesgo político sobre el dólar. El dólar estadounidense comenzó a caer desde que se conociera el despido de Comey el 9 de mayo y ha seguido cotizando a la baja desde entonces, a pesar de la ausencia de datos macroeconómicos importantes o anuncios de política monetaria. Este tipo de 'prima de riesgo' asociada al dólar parece ser un calco de la 'prima de riesgo política' de la que tanto hemos oído hablar durante las múltiples crisis del euro. Sin embargo, es la primera vez que vemos este comportamiento en el otro lado del Atlántico. Cualquiera que sea el resultado final de la actual crisis de Trump, está claro que será muy difícil que se apruebe cualquier importante estímulo fiscal o gasto en infraestructuras por parte del Congreso este año, lo que pesará sobre el dólar y las posibles subidas de tipos de interés de la Reserva de Federal. Esto significa que, como hemos visto en Europa en los últimos meses, debemos comenzar a prestar mucha atención a los avances políticos en Estados Unidos para explicar los movimientos de los activos financieros y de los mercados de divisas.
Enrique Díaz-Álvarez es director de Riesgos de Ebury
Informe elaborado por Enrique Díaz-Alvarez, Matthew Ryan, Roman Ziruk e Itsaso Apezteguia