VALÈNCIA (EP). La psoriasis es una enfermedad multifactorial crónica y dolorosa que se manifiesta a través de placas, eccemas o heridas en la piel y para la que no existe cura, aunque en hasta nueve de cada diez casos se podría llegar a una remisión completa de la enfermedad a nivel sintomatológico, para lo que es necesaria una atención precoz y un tratamiento adecuado y continuado en el tiempo, tal y como ha explicado el dermatólogo y coordinador del Grupo de Psoriasis de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), el doctor José Manuel Carrascosa, en una entrevista con Europa Press.
"Los tratamientos biológicos más recientes proporcionan mejores resultados clínicos y más persistentes con muy buen partido de seguridad. De manera que hoy podemos decir que podemos conseguir, incluso en pacientes con enfermedades graves, que hasta el 90 por ciento consigan resultados muy buenos y, en más de la mitad de los pacientes, conseguir lo que llamamos 'remisión completa', es decir, que el paciente no tenga manifestaciones clínicas, que no quiere decir que se ha curado", ha asegurado.
Según ha señalado el doctor Carrascosa, esta enfermedad tiene una prevalencia del 2,3 por ciento, es decir, "hay más de un millón de pacientes psoriásicos en España". Además, no tiene cura ya que ocurre en individuos que están genéticamente predispuestos a padecerla, es decir, que presentan diversos genes que provocan que, tras ser expuestos a diversos factores desencadenantes, desarrollan ciertas alteraciones en las vías inmunológicas que conducen a la psoriasis.
"Sobre esta predisposición genética, además hay predisposición facial, pero no únicamente, cuando de forma espontánea o después de algunos eventos como infecciones, épocas de estrés, pues se produce la aparición de las lesiones y, a partir de ahí hay pacientes que tienen episodios ocasionales, pero la mayor parte de las veces lo que vamos a ver es una persistencia durante años, décadas, y, a veces, durante toda la vida", ha apuntado el experto asegurando que "la mayoría de los pacientes tienen formas crónicas y persistentes de la enfermedad".
Con respecto a las manifestaciones más frecuentes de la enfermedad, el doctor Carrascosa ha destacado que "lo más habitual es la formación de placas, infecciones cutáneas, esquematosa, y rojas, escapativas, que pueden aparecer en cualquier localización y que pueden abarcar, en las formaciones, un área limitada hasta un área muy extensa". Además, esto puede acompañarse del impacto psicológico que tiene la enfermedad ya que "hay cosas que el paciente deja de hacer", por lo que tiene un elevado impacto en su calidad de vida.
Al ser una enfermedad de origen genético y cutáneo su manifestación puede ocurrir en diferentes momentos de la vida, aunque el inicio de la psoriasis "es más frecuente en los pacientes jóvenes, más o menos entre los 20 y 30 años". "Teniendo en cuenta que en muchos pacientes esto va a tener un uso prolongado, persistente, a lo largo de toda la vida, pues tienes pacientes que se van a pasar décadas con psoriasis", ha afirmado el doctor.
Actualmente el tratamiento de la psoriasis es diverso ya que, si antes solo de disponía de tratamientos antiinflamatorios que eran eficaces "en algunos pacientes", ahora la investigación se dirige a los tratamientos biológicos, que son más específicos para cada paciente ya que "están fundamentados en la patogénesis de la enfermedad dirigidos a dianas moleculares más específicas y concretas", según ha explicado el especialista.
"Tenemos muchas clases de terapias biológicas, los más antiguos que son los anti-TNF, anti L17, anti L23, y es verdad que las últimas, las más innovadoras, las más recientes, pues proporcionan mejores resultados clínicos y más persistentes con un muy buen perfil de seguridad", ha asegurado el doctor Carrascosa.
No obstante, el tratamiento de la psoriasis aún tiene mucho que progresar ya que, según ha asegurado el especialista, "ahora están en desarrollo algunas moléculas que en lugar de ser pinchadas son por vía oral, pero que también están fundamentadas en mecanismos patogénicos muy concretos de la enfermedad".
Así, el experto ha destacado especialmente la importancia de algunos grupos celulares como las células residentes de memoria, que forman parte del sistema inmunológico normal y "están encargadas de que, cuando se tiene una infección, se generen células de memoria, o sea, células inmunológicas que se acuerdan de esta agresión y sirven, de hecho, para defenderse".
"En enfermedades inflamatorias crónicas, este tipo de células son las que cuando no funcionan bien, pues lo que hacen es que se acuerdan de la inflamación de la psoriasis ya que, aunque tú trates al paciente y se cura las lesiones, cuando dejas el tratamiento, las lesiones vuelven a aparecer. Entonces, estas células recientes de memoria se han convertido en dianas de tratamiento porque se considera que si conseguimos eliminar esas células residentes de memoria podemos conseguir remisiones más prolongadas, es decir, el paciente esté más tiempos sin lesiones o incluso en algunos casos podríamos llegar a curar la enfermedad", ha aseverado.
Una de las complicaciones más frecuentes de la psoriasis es la artropatía o artritis psoriásica, que ocurre en el 30 por ciento de los pacientes. La artropatía psoriásica se manifiesta en personas con psoriasis, con una media de cinco a diez años después del inicio de las lesiones cutáneas, aunque esta también puede darse antes de tener manifestaciones de psoriasis.
"La artropatía psoriásica consiste en la inflamación de elementos de la estructura articular que puede incluir una entesopatía, que es la inflamación del punto de inserción del tendón en el hueso, es por donde habitualmente empiezan y puede acompañarse de artritis en sí, es decir, inflamación de las articulaciones, pero también de tenosinobitis, es decir inflamación de los tendones o dactilitis", ha explicado.
Así, ha advertido de que la artropatía psoriásica "puede afectar tanto a las articulaciones periféricas, es decir, las de las manos, los pies, los codos, las rodillas, como lo que se conoce como artropatía axial, que afecta a la columna vertebral, a cualquier parte y particularmente es especialmente frecuente es la sacrohileitis, que es la afectación de los huesos del sacro".
En este contexto, el dermatólogo ha incidido en la importancia de una "intercepción precoz" de la enfermedad, es decir, "un diagnóstico y tratamiento temprano de la artritis psoriásica en pacientes con psoriasis, con el objetivo de prevenir o minimizar el daño articular y otros síntomas asociados".
Esta intercepción precoz es posible gracias a la realización de pruebas como una ecografía o test de detección precoz mediante los cuales se puede identificar un dolor articular que todavía no tiene clínica de artropatía psoriásica. "Es importante detectarlo antes de tener una inflamación o degeneración articular porque así se puede prevenir que los pacientes con pre-artropatía desarrollen la enfermedad y se evita toda las comorbilidades", ha añadido.
"Existen estudios que indican que los pacientes con psoriasis que reciben un tratamiento biológico y precoz tienen menos probabilidad de desarrollar artropatía psoriásica. Esta es nuestra propuesta y nuestro sueño", ha concluido el doctor Carrascosa.