VALÈNCIA. Cuando se declaró el estado de alarma aquel 14 de marzo de 2020, muchos pequeños comercios y autónomos de la Comunitat Valenciana vieron como sus ingresos se desplomaron. Algunos, incluso, tuvieron que bajar la persiana de sus negocios. Fue entonces cuando la maquinaria municipal, acompañada dela autonómica, la estatal e incluso la europea, se puso a trabajar para intentar minimizar el golpe económico. De aquello han pasado siete meses. Ahora, toca hacer balance y radiografiar la situación en la que se encuentran los municipios valencianos, ¿han llegado las ayudas anunciadas a los solicitantes?
En el caso de la capital de la Ribera, el Ayuntamiento de Alzira dotó la partida destinada a las ayudas para pymes y autónomos con una cantidad máxima de 400.000 euros, de los cuales finalmente han movilizado 338.000 euros. “Hemos podido subvencionar esta partida haciendo modificaciones presupuestarias de otras que no se iban a poder utilizar. Por ejemplo, es el caso del dinero que estaba destinado a las fiestas patronales, lo hemos reorientado para estas prestaciones”, ha explicado Albert Furió, regidor de Hacienda en el consistorio. En total, el consistorio recibió alrededor de 1.100 solicitudes para optar a estas subvenciones dotadas con un máximo de 400 euros casa una. En el mes de julio, ya habían resuelto 923 y, actualmente, esa cifra ha crecido hasta las 962. “El porcentaje de personas que han quedado excluidas por no cumplir los requisitos ha sido bastante reducido”, han asegurado desde el consistorio orgullosos.
En esta radiografía de las ayudas, también destaca el municipio de Algemesí que, para hacer frente a las consecuencias económicas de la pandemia, puso en marcha un Plan de Reactivación Económica dotado con 768.000 euros para ayudar a pequeñas empresas y autónomos. La localidad dividió estas subvenciones en tres fases. En la primera de ellas, destinada a aquellos comercios que se vieron obligados a cerrar sus puertas, se han resuelto por el momento 239 solicitudes de las 437 recibidas, lo que conlleva un gasto de más de 143.000 euros. Y, de las cuales, todavía quedan pendientes 90.
En el caso de la segunda fase, orientada a ayudar a los negocios con más de un 75% de pérdidas, ya se han entregado 151 de las 240 peticiones presentadas i 73 todavía están a la espera de resolverse. Por tanto, se trata de casi 97.000 euros para esta segunda tanda. Y, finalmente, una tercera línea de ayudas para aquellos que habían seguido en activo pero que habían sufrido perdidas de entre el 50% y el 75%. En esta ocasión se han entregado 2.100 euros, ya que solo se presentaron 21 solicitudes, de las cuales siete han sido aprobadas, y nueve siguen pendientes. En la cuantía total prevista para el plan también se incluyen otras prestaciones que todavía no han sido publicadas como las ayudas a nuevos autónomos o una línea de subvenciones para los agricultores. “No queríamos tener más solicitudes que dinero presupuestado, entonces hemos sido generosos a la hora de dotar la partida para no quedarnos cortos”, explica Palma Egido, regidora de Comercio y Promoción Económica.
Seguimos la ruta del dinero de las ayudas por la comarca de la Ribera Baixa. En el caso de su capital, Sueca, el consistorio no ha querido facilitar los datos relativos a la situación en la que se encontraban estas subvenciones. Hay que recordar que el ayuntamiento anunció una partida de 600.000 euros para pequeños comercios y autónomos. Pero, a diferencia de la mayoría de administraciones púbicas, el consistorio decidió transferir esas ayudas en forma de tarjeta que podría contener hasta un máximo de 400 euros y que podría utilizarse en aquellos comercios previamente adheridos a la propuesta. Este método despertó algunos recelos entre los comerciantes y autónomos de la localidad que aseguraban tener “otras necesidades más urgentes que comprar unas zapatillas deportivas, como por ejemplo, pagar los gastos derivados del negocio”.
A pesar de que el ayuntamiento no ha querido hacer declaraciones al respecto, según ha explicado una representante de un grupo de autónomos del municipio “no nos han llegado las ayudas”. Además, apunta a que muy pocos comerciantes o autónomos las hayan solicitado. Según el testimonio de esta autónoma, ha habido unas 160 solicitudes que, con una dotación de 400 euros como máximo, no superarían los 64.000 euros, bastante lejos del total previsto por el consistorio. Señala a la “excesiva burocracia” como la causa de la baja participación: “exigen ciertos requisitos que algunos comercios no cumplen como tener un TPV -terminal punto de venta-, ya que muchos de ellos son comercios muy pequeños o regentados por personas mayores y todavía no disponen de ese servicio”. El formulario para solicitar la ayuda, además, exige como campo obligatorio informar de si pertenecen o no a una asociación de comercio y, en caso afirmativo, a cuál.
En el caso de Cullera, 427 empresas y autónomos de la localidad se han visto beneficiados por estas ayudas, lo que ha supuesto un total de 552.500 euros del presupuesto previsto inicialmente de 600.000 euros. Estas subvenciones, enmarcadas dentro del plan Recupera't para impulsar la economía local tras la crisis sanitaria, oscilaban entre los 500 y los 2.000 euros. Desde el área de Promoción Económica aseguran que “el 100% de los solicitantes que cumplían con los requisitos de la convocatoria se han visto beneficiados por estas ayudas”. "Nos encontramos en una situación excepcional que requería medidas excepcionales de apoyo al mantenimiento de empresas," apunta el alcalde, Jordi Mayor. “Esta inyección económica supone un pequeño balón de oxígeno para muchos negocios que han visto reducida su facturación hasta un 75%”, valora.
Por último, en la comarca de la Costera, Xàtiva puso en marcha un ambicioso plan para hacer frente a las consecuencias económicas del coronavirus en la ciudad dotado con 8 millones de euros. Dentro del programa Reactivem Xàtiva, la partida destinada al impulso económico de pymes y autónomos prevé una inversión de 2,2 millones de euros en medidas, entre las cuales se incluyen las ayudas directas a autónomos y pequeñas empresas. De hecho, esta cuestión acapara casi la mitad del presupuesto, concretamente, un millón de euros.
“Nosotros habíamos previsto que podría haber unas mil pymes y autónomos en Xàtiva susceptibles de solicitar esta ayuda. Como cada subvención estaba dotada con mil euros, le otorgamos un millón de euros a esta partida”, explica Ignacio Reig, regidor de Hacienda en el consistorio. Según los datos del departamento, un 35% de estas peticiones estarían resultas, es decir, 350 solicitudes. Aun así, no prevén ejecutar más del 50 o del 60% del total del dinero. “En el caso de estas ayudas el nivel de ejecución es más bajo que el de otras como las subvenciones a los hoteles o a la compra de material de protección que se han ejecutado prácticamente al completo”, ha argumentado Reig.
Pese al porcentaje de peticiones resultas, el ayuntamiento continua con el proceso de revisión y achaca los retrasos a la dificultad del propio trámite. “Se debe a que son unas ayudas para las que se requiere bastante documentación y el nivel de exigencia de los requerimientos es más alto”, añade. Aun así, el consistorio tiene previsto reinvertir el crédito que les sobre en otras medidas de reactivación económica como por ejemplo, los bonos de compra.