CASTELLÓ. El Grupo Altadia se suma y acentúa la ola de renovaciones de altos directivos que en los últimos meses vive la cerámica castellonense. Tras los relevos en el fabricante azulejero Keraben (que a mediados de junio anunció el ascenso de José Luis Lanuza y su relevo por José Luis Llacuna) y la más reciente sustitución en Neolith (donde José Luis Ramón ha dejado su puesto a Jesús Ayarza), el mayor fabricante mundial de esmaltes, fritas y colores cerámicos ha anunciado este martes el nombramiento de Bernd Högemann como nuevo consejero delegado "para impulsar el crecimiento de la compañía".
El comunicado del gigante esmaltero castellonense no da muchos más detalles de la operación, más allá de que el nuevo CEO llega de otro coloso químico, la multinacional de origen suizo Clariant International, donde ha ocupado el cargo de vicepresidente ejecutivo en los últimos años; y de que será el máximo responsable del día a día del grupo español el próximo 28 de agosto.
Más allá de que en Clariant ha estado ya en contacto con sectores de cierta similitud con las fritas, esmaltes y colores cerámicos (por ejemplo las secciones de Masterbatch -colorantes agrupados en torno a un plástico, en una simplificación básica- y Pigmentos) Högemann será el encargado de gestionar un personal y volumen de facturación que no le es desconocido. Al frente de la unidad de Recursos Naturales de Clariant, de él dependían alrededor de 3.700 empleados con una facturación aproximada de 1.770 millones de euros. Por su parte, Altadia cuenta con una plantilla de 3.600 personas y generó unos ingresos de alrededor de 1.100 millones de euros al cierre de junio de 2022, según desveló la consultora Moody’s tiempo atrás.
De Högemann, doctor en Economía por la Universidad de Munster (Alemania) en 2006 y con sendos másters en Psicología, también en Munster, y de Administración de Empresas por la Universidad de Hagen, dependerán así a partir del 28 de agosto 32 plantas de producción y 19 centros de distribución del grupo que nació de la fusión de Esmalglass e Itaca en 1999, a las que se han ido incorporando otras compañías, como Fritta, Quimicer, Endeka Ceramics, Vetriceramici, SPC Color, Gardenia Química, Zircosil, Oximet y la última y más reciente, Ferro TCB, operación de finales de 2019 de la que surgió el grupo resultante, Altadia.
Tan solo dos años después Carlyle se hizo con el conglomerado en una operación que se cifró en 1.800 millones de euros. Y ahora el fondo estadounidense incide en la reestructuración del grupo (algo que siempre suele llegar en momentos de dificultad como los actuales), en el que los dos socios fundadores de Itaca, Vicente Bagán (sobre todo, ya que hasta ahora era el CEO de Altadia) y Toni Blasco, dan un paso al lado para dejar espacio a nuevas ideas.
Ambos ya han venido preparando en los últimos tiempos el relevo. No en vano, hace solo unos meses lanzaron sendas sociedades de capital riesgo, con algo más de 6 millones de euros en cada una, para invertir en nuevas actividades. Capacidad no les falta a estos dos revolucionarios del sector esmaltero castellonense.