VALÈNCIA. "Esta recta resume lo que cabría considerar la relación 'normal' entre renta per cápita y el saldo fiscal agregado en las comunidades autónomas. Como cabría esperar, el saldo fiscal tiende a empeorar según aumenta la renta per cápita, de forma que los territorios más ricos generalmente presentan déficits fiscales mientras que los de menor renta suelen disfrutar de superávits. Existen, sin embargo, algunas excepciones. Así Aragón, Navarra y, muy destacadamente, el País Vasco registran un superávit fiscal pese a estar entre los territorios más ricos del país, mientras que Valencia tiene un ligero déficit aunque su PIB per cápita es inferior al promedio nacional".
Así explica el Ministerio de Hacienda la excepcional situación de la Comunitat Valenciana, no por conocida menos injusta, que ha plasmado un año más en las balanzas fiscales de las Comunidades Autónomas que el departamento que dirige Cristóbal Montoro acaba de hacer públicas. Se trata de las correspondientes al año 2014.
En el gráfico se aprecia claramente la atípica situación de la Comunitat, que ocupa en solitario el cuadrante donde se juntan las autonomías que son menos ricas que la media y tienen un saldo negativo.
Por si esto fuera poco, el saldo ha empeorado respecto al año anterior, con 1.736 millones de euros negativos, frente a los 1.416 de 2013, y ello a pesar de la reducción del gasto público que experimentó.
El Sistema de Cuentas Públicas Territorializadas (SCPT), conocido como balanzas fiscales, ofrece una imagen detallada de la distribución territorial de los flujos de gastos e ingresos públicos y permite realizar comparaciones homogéneas entre regiones en términos de agregados presupuestarios muy diversos".
Los resultados han sido elaborados por la Dirección General de Presupuestos del Ministerio con la colaboración de numerosos centros de la Administración General del Estado y de Ángel de la Fuente (Fedea e IAECSIC), siguiendo la metodología desarrollada por este investigador junto con Ramón Barberán (Universidad de Zaragoza) y Ezequiel Uriel (Universitat de València) en el marco de un proyecto de investigación comisionado por la Fundación SEPI.
En el gráfico, el eje horizontal mide el PIB per cápita regional –la Comunitat es la séptima más pobre, sin contar Ceuta y Melilla– y el eje vertical mide el saldo fiscal per cápita, es decir, la diferencia entre lo que se recibe de gasto público y lo que se recauda en una hipotética caja común del Estado.
La consecuencia en el gráfico es que mientras la mayoría de las comunidades se sitúan en el entorno de la recta de regresión, en los dos cuadrantes lógicos –las más pobres son receptoras netas (superior izquierdo) y las más ricas son pagadoras netas (inferior derecho), algunas ricas son receptoras –País Vasco, Aragon y La Rioja (cuadrante superior derecho)– y solo la Comunitat Valenciana se sitúa en el inferior izquierdo, la de las que tiene una renta por debajo de la media y aún así aportan más de lo que reciben.
Militantes de Madrid, Aragón, Castilla La Mancha, Castilla y León, Galicia y Extremadura reclaman un sistema justo y multilateral