Gavilán, que ha participado en la XXI Iberian Conference celebrada en Madrid, no ha descartado, de esta forma, que el Banco de España vuelva a revisar al alza su estimación de PIB para los próximos tres años publicada el pasado mes de junio. De hecho, la publicación de las nuevas proyecciones macroeconómicas se realizará el próximo 17 de septiembre.
En cambio, ha indicado que en materia da inflación, el Banco de España no se plantea cambios en la senda de desinflación proyectada en el mes de junio.
En concreto, el Banco de España ya actualizó en junio sus proyecciones macro y elevó en cuantro décimas, hasta el 2,3% su estimación de PIB para 2024, y mantuvo sin cambios la previsión para 2025 (1,9%) y 2026 (1,7%).
En cuanto a las previsiones para la inflación general, el Banco de España estimó en junio que el IPC se situará en el 3% en 2024, tres décimas más respecto a la pasada previsión; en el 2% en 2025, una décima más, y el 1,8% en 2026, otra décima más.
Gavilán ha destacado que esta posible nueva mejora de las estimaciones de crecimiento se debe a que el crecimiento del PIB del segundo trimestre de este año, con un alza trimestral del 0,8%, sorprendió "claramente al alza" y a que los indicadores coyunturales del tercer trimestre sugieren que el crecimiento a corto plazo "sigue sólido", pese a que se está produciendo una "ligera desaceleración".
Asimismo, ha resaltado que de cara al futuro, la evolución esperada de algunas variables externas, como los tipos de interés o los precios del petróleo, "se han vuelto más favorables" para el crecimiento de la economía española.
ALGUNAS DEBILIDADES A pesar de esta mejora del crecimiento, Gavilán ha apuntado a algunas debilidades de la economía española, como que la mejora del PIB de las últimas décadas no has sido suficiente para lograr la convergencia con los niveles de renta per cápita de la zona euro, debido a la baja productividad y a la baja tasa de empleo.
Igualmente, ha señalado que la tasa de paro en España, a pesar de bajar en los últimos años (hasta el entorno del 11%), sigue "muy por encima" de la media europea.
También el desequilibrio de las finanzas públicas en España sigue siendo "alto" y, según apunta Gavilán, tiene un "gran componente estructural, que no ha mejorado desde 2019".