MADRID (EP). El Grupo Santander estaba formado por 758 sociedades dependientes de su dominante -Banco Santander- a 30 de junio de 2018, con lo que la entidad presidida por Ana Botín ha absorbido un total de 44 dominadas desde que comenzó el año, según la información recopilada por Europa Press.
Este procedimiento se enmarca en su política de racionalización de la estructura societaria, una estrategia que el banco cántabro viene desarrollando durante los últimos años, cuyo objetivo es simplificar la gestión y reducir los costes administrativos y sus obligaciones de diferentes índoles, como las relacionadas con el pago de impuestos.
Dentro de las sociedades dependientes del banco se encuentran las emisoras de acciones y participaciones preferentes. También en esta categoría se encuentra Emisora Santander, de la que el banco estaría considerando la posibilidad de que sea absorbida por la sociedad dominante, tal y como consta en un folleto remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) recientemente.
Emisora Santander es un vehículo instrumental del grupo que no cuenta con empleados y que fue constituido en octubre de 2013 básicamente para la captación de recursos mediante la emisión de deuda ordinaria o senior. El importe de la deuda emitida por esta sociedad era de 1.153 millones de euros a 30 de agosto de 2018.
A pesar de esta intención, Santander anunció el pasado mes de septiembre el nombramiento de tres nuevos consejeros para esta sociedad, después de que Antonio Torío, Silvana Borgartti y Juan Urigoen hayan dimitido. Fueron sustituidos por Juan Andrés García Molinero, Fermín Cifuentes y Francisco Javier Armada.
Adicionalmente a estas sociedades dependientes al banco, el grupo cuenta con otras 179 entidades asociadas -sobre las que tiene capacidad para ejercer una influencia significativa aunque no control o control conjunto-, multigrupo -que están controladas por dos o más entidades y cualquier decisión requiere consentimiento unánime- o cotizadas en bolsa, de las que posee más del 5% del capital social. Justamente en este apartado, la última incorporación fue la de Project Quasar Investments (49%) en sustitución de Aliseda Servicios de Gestión Inmobiliaria, en el marco de la venta del 51% del 'ladrillo tóxico' de Banco Popular al fondo Blackstone.
Entre estas 179 entidades también se encontraba la participación del 49% que Santander ostentaba en WiZink y que, a finales del pasado mes de marzo, acordó vender al fondo estadounidense Värde Partners. Esta operación, aunque fue firmada hace ya unos ocho meses, aún no ha obtenido luz verde por parte de los reguladores, por lo que sigue contabilizándose.
Asimismo, heredado de la entidad resuelta, se encuentra el 40% del negocio de bancaseguros Allianz Popular. Santander pretende romper este acuerdo que mantenía Popular con Allianz y hacerse con el control del 100% del hólding que engloba tres filiales (seguros, planes de pensiones y gestión de activos), pero las negociaciones están siendo complicadas, ya que no existe acuerdo en torno al importe de la indemnización que el banco rojo tendría que ofrecer a la aseguradora.
Por otro lado, Banco Santander y sindicatos se reunirán este miércoles para previsiblemente firmar un protocolo de empleo por el que la entidad se comprometerá a que, en el caso de que en 2019 tenga lugar una reestructuración por la absorción de Popular, las medidas de reordenación no sean "traumáticas" para los trabajadores.
Según fuentes sindicales consultadas por Europa Press, será la tercera reunión desde que desapareció legalmente Banco Popular como entidad el pasado 28 de septiembre en la que se negocia este protocolo de fusión que reordene las relaciones laborales de toda la plantilla del grupo.
Además, en dicho documento el banco se compromete a que, de cara a un probable ajuste de oficinas y empleados en el año 2019 por la fusión, no se acometan medidas traumáticas, sino que Santander se compromete al diálogo y a la búsqueda de soluciones alternativas a la pérdida de empleo como prejubilaciones pactadas, incentivos para salidas voluntarias, excedencias y otras opciones habituales en este tipo de procesos.
La propuesta que el banco presentará el miércoles y que probablemente será suscrita por los sindicatos no contempla medidas específicas ni cifras sobre el reajuste, debido a que este no se iniciará hasta mediados de 2019, tras completarse la integración tecnológica que ha comenzado este mes de noviembre.