MADRID. Tras la presentación de resultados del primer trimestre de 2017 el pasado mes de abril, Bankia logró 304 millones de beneficio en dicho trimestre, lo que supone un 28,4% más que el mismo periodo del año anterior. Las menores provisiones, la reducción de gastos y, sobre todo, los resultados por las operaciones financieras, que casi se han triplicado, han sido decisivas para empujar la cuenta de resultados.
Bankia continúa mejorando el control de los costes. Los gastos de explotación disminuyen un 3,4% respecto al primer trimestre de 2016, situando la ratio de eficiencia en el 43,6% al cierre de marzo de 2017. Los indicadores de negocio evolucionan positivamente, la ratio de capital lidera el sector y el ROE supera el coste de capital estimado (alcanza el 10,2%). Los indicadores de negocio evolucionan positivamente. El stock de crédito aumenta en los segmentos más rentables, la morosidad mejora (9,5% vs 9,8% en 4T'16). El enfoque comercial del banco empieza a dar sus frutos. El PER actual de la compañía se sitúa en 15,59 veces.
Las cifras fueron las siguientes:
La integración de BMN tiene sentido estratégico porque permitiría a Bankia incrementar el volumen de activos (en torno al 20%), ganar cuota de mercado y generar economías de escala.
Desde un punto de vista financiero, estimamos que la adquisición sería interesante si el precio de compra se sitúa en torno a 1.100 millones de euros (P/VC de BMN próximo a 0,5x). La fusión permitiría mejorar el BPA de Bankia en torno al +10% a partir del primer año.
A nivel técnico podemos ver un soporte en zona de 1,09 euros, con resistencia en máximos anuales en zona de 1,17 euros.
La tendencia a medio plazo del precio de Bankia sigue siendo alcista esta semana. Desde nuestro punto de vista, conviene esperar a una ruptura de resistencia con cierre por encima de la misma, pudiendo buscar entonces la zona de 1,25 euros (máximos de 2015).
Roberto Berzal es analista de Orey Financial