VALÈNCIA. La consellera de Sanidad Universal y Salud Pública, Ana Barceló, ha justificado este miércoles en la diputación permanente de Les Corts el camino seguido por el Consell hasta iniciar ahora el expediente para la reversión a la sanidad pública del departamento de salud de Dénia, ya que se ha actuado "con prudencia, responsabilidad y rigor" para culminar con éxito un proceso que debe contar con toda la seguridad jurídica. Así, ha negado a Podem que se trate de una operación de "marketing" en campaña o que haya habido falta de voluntad.
Así lo ha indicado Barceló en su comparecencia, a petición de esta formación, en la que ha insistido en la responsabilidad de la Generalitat a la hora de "devolver a los valencianos la gestión del sistema de salud", lo que no supone "ni un ataque a la sanidad privada, que tiene su espacio y su función, ni una arbitrariedad como intentan hacer ver algunos".
Ha resaltado que este proceso tiene "muchísima complejidad" porque hay que atender a las liquidaciones, a la situación del personal y garantizar al mismo tiempo la asistencia sanitaria, por lo que se ha actuado siempre "con rigor para clarificar la situación jurídica".
Además, ha explicado que se han mantenido conversaciones con la concesionaria Marina Salud para llevar adelante el proceso de manera amistosa, pero ante las diferencias que impedían avanzar hacia un acuerdo, dado que el precio debe estar "acorde a la legalidad del sector público", se ha iniciado el expediente de rescate de la concesión.
"Avanzamos con prudencia y diálogo pero con determinación para recuperar una gestión que nunca debió dejar de ser pública", ha señalado.
El portavoz de Podem, Antonio Estañ, ha criticado los sucesivos anuncios por parte del 'president' Ximo Puig de esta reversión, que han sido "tantos como los incumplimientos" porque "ha sido el anuncio de la marmota" que se hacía público al inicio de cada curso político. "Es un tema complejo, de acuerdo, pero no sé si obedece a un exceso de marketing o a una falta de voluntad para llevarlo a cabo", ha dicho, cuestionando que se produzca ahora, apenas unos días antes de que acabe la legislatura.
Además, ha criticado la "falta de transparencia" en torno a esta negociación y que ahora haya un anuncio de reversión pero no una hoja de ruta definida sobre cómo se va a producir: "¿Por qué se ha esperado al tiempo de descuento, cuándo estará preparado el expediente de reversión?". A su juicio, ha habido "un exceso de cortesía con las empresas" ligado a la presión de lobbies.
Desde Compromís, Mireia Mollà ha preguntado si en algún momento en el marco de esas negociaciones se puso sobre la mesa usar los departamentos del Vinalopó y Torrevieja para poder "liberar" Dénia con un acuerdo, un extremo que la consellera ha negado: "¿Una moneda de cambio? No".
También, al igual que Estañ, ha cuestionado el precio que se va a pagar y por qué no se ha iniciado antes el proceso si estaba claro que no se iba a superar.
El 'popular' José Juan Zaplana ha cuestionado si se ha realizado algún acto jurídico como tal para comenzar la reversión o se está vendiendo "humo" y si se ha informado a los interesados de los motivos de esta resolución. Además, ha criticado que los socialistas "se han contaminado del chavismo de algunos partidos" y apuesta por "expropiar y ya se verá qué pasa".
"Si la empresa ha incumplido no procedan a la reversión, rescinda el contrato, pero es que van a indemnizar. ¿Van a rescatar a una multinacional que está incumpliendo un contrato? Como hagan las cosas mal lo pagaremos muy caro", ha apuntado Zaplana, que ha avisado que el PPCV pondrá la "lupa" sobre este asunto porque si hay que pedir responsabilidades políticas y económicas "de una mala gestión como la que va a hacer" acudirán a los tribunales.
Ciudadanos, de la mano de Juan Córdoba, también ha sido crítico con la política de reversiones, "uno de los atropellos ideológicos más flagrantes de este Consell" y un "ejemplo de la imposición de la ideología sobre la gestión". A su juicio, "ni el propio Consell sabe cuál es la hoja de ruta" en este caso y ha indicado que esta reversión no se va a producir en un plazo breve, ya que es "un brindis al sol".
En su réplica, la consellera ha mostrado su coincidencia con Podem pero ha deslizado que "a lo mejor" el que no hayan estado en la gestión "les dificulta conocer a fondo la complejidad de una reversión como esta" y ha incidido en que ella no puede inventarse los plazos de esta reversión, que vienen marcados por la ley y por la elaboración de informes o el trámite de audiencia, por ejemplo.
"Ese expediente se ha iniciado y el trámite se hará con los plazos que marca la legislación, no queremos cometer errores, no queremos que se convierta en un pleito sin fin", ha dicho, al tiempo que ha remarcado que los canales de comunicación con las empresas siguen abiertos porque si se puede resolver este tema de una forma más rápida lo intentarán.
Ha pedido a Ciudadanos que "no le compre el argumentario al PP" y ha asegurado que los 'populares' se miran en el espejo cuando hablan de chavismo porque es lo que hicieron con las reversiones, con "contratos sin planificación sanitaria, carentes de rigor técnico, abandonando el interés general y pliegos imprecisos cuando no directamente beneficiosos para la concesionaria".
También ha querido dejar claro a Podem que con ella "las presiones no funcionan, no han funcionado jamás, las convicciones sí" y en este tema en concreto no ha recibido ninguna. "Cumpliremos y el hospital quedará revertido a la gestión pública, lo verán", ha concluido.