VALÈNCIA. El festival Barnasants recala en València con un nuevo modelo de festival, que ampliará las fronteras autonómicas de Cataluña hasta las cultural e idiomáticas, incluyendo así también a las Islas Baleares o territorios de habla catalana como l'Alguer. A partir de esta edición, su número 25, el certamen de canción de autor pasará a ser "confederal", y al igual que en el resto de territorios, los conciertos se sucederán en distintas sedes y fechas a lo largo de sus meses de celebración (este año, desde el 24 de enero hasta el 24 de abril).
Así fue presentado ayer por su director Pere Camps ayer, en el Octubre Centre de Cultura Contemporània. Ya el año pasado se hizo un pequeño ensayo trasladando cuatro conciertos a territorio valenciano, pero finalmente ha sido este 2020 cuando la cita se instalará definitivamente con una oferta de doce conciertos, que empezará hoy mismo, con la actuación en el Octubre del cantautor Hugo Mas.
En 1996, Barnasants surge de una conversación entre autores de cançò como un festival de pocos días, con una decena de actuaciones en Cotxeres de Sants, surgido del ámbito del asociacionismo de la ciudad de Barcelona. Así se ha mantuvo varios años, hasta que se dio el salto del barrio a Sants a todo el territorio catalán. Este año, en su 25º aniversario, hay previstas 150 actuaciones en decenas de localizaciones diferentes. Su subtítulo, "Projecte de cultura en xarxa", promueve esta deslocalización real de su oferta, que normalmente vincula un concierto a un espacio concreto que puede ser un pequeño pueblo o una sala de conciertos en Barcelona.
Este año, el lema elegido ha sido "La cultura és la Kalàixnikov del s.XXI", respondiendo a su espíritu contestatario y republicano. Pere Camps lo tiene claro, "la cultura es la primera de las soberanías" y otros lemas antifascistas fueron lanzados a lo largo de la rueda de prensa. La canción de autor, el objeto de exhibición de Barnasants, es música "para mover el cerebro" y no "para mover las piernas", como ocurre en muchos otros.
La oferta del primero año oficial de Barnasants en Valencia se despliega en tres sedes: el Octubre, la casa de cultura de Bellreguard, el Teatre del Raval de Gandia y Teatre Micalet. El ciclo de conciertos empezará hoy mismo, con la actuación de Hugo Mas en el Octubre, Monste Castellà hará lo propio el 6 de febrero con un concierto antológico, al día diguiente, será el turno de Ivette Nadas i Caïm Riba, y Roger Mas realizará un concierto inspirado en "los tres pilares de San Valentín (las músicas modernas, las propias tradiciones y las tonadas ancestrales del mundo)" el mismo 14 de febrero, todo en el centro cultural de València.
El 22 de febrero, Pi de la Serra (incombustible nombre del cartel de Barnasants) hará un repaso por la historia de los 25 años de Barnasants en concierro muy especial que se podrá ver en la Casa de Cultura de Bellreguard. El cantautor alguerés Davide Casu devolverá la música al Octubre el 5 de marzo y Cris Juanico, menorquín, actuará un día después. El sábado 7 de marzo, será el turno de Marina Rosell, con su espectáculo "Cançons de resistència" desde Teatre del Raval. Ester Formosa i Adolfo Osta repasarán la música de cantautores de los años 60 en València, y ya en abril, Toti Soler i Gemma Humet cierran el festival en Bellreguard, y se celebrarán dos conciertos muy especiales: el Concert per la vida, que homenajeará a Guillem Agulló (14 de abril, pero aún sin sede), y Pau Alabajos presentará su próximo disco, Les hores mortes, en Teatre Micalet el 26 de abril.
"Estoy pensando en empadronarme en Bellreguard", comentaba el director del festival, Pere Camps, ayer en la presentación. Lo decía porque ha encontrado en el ayuntamiento de esta localidad la complicidad que ya tiene en varios consistorios del territorio catalán y espera tener en tantos otros de la Comunitat Valenciana. "Este paso a un festival confederal no tiene marcha atrás, salvo que todo se de la vuelta", decía. Si bien el año pasado llegó a deslizar el final del festival por falta de apoyo institucional, ayer llegó a decir que se están dando pasos importantes para que la gente tome el relevo en la gestión a través de una cooperativa y están llevando a cabo una campaña de micromecenazgo para crear "una comunidad activa" a través de una tarjeta de fidelización.
Camps confía en que el apoyo institucional por parte del Consell y de otros ayuntamientos llegará: "Bellreguard está abriendo el camino" y lo apuesta todo a que "las instituciones democráticas tienen que defender la canción de autor y la cultura crítica". Preguntado más pormenorizadamente, el director del festival ha explicado que el año pasado se presentó a las ayudas de Política Lingüística de la Conselleria de Educación para realizar los cuatro conciertos de la edición de 2019 y que este año volverá a hacerlo, además de establecer relaciones con el Institut Valencià de Cultura y otros ayuntamientos. De todas formas, el ciclo de este año ha empezado sin tener asegurado nada más que el apoyo del consistorio de Bellreguard. "Tenemos que crear una red real y extendida de apoyo", explicaba ayer.
Más allá de esto, Pere Camps ha defendido que la presencia del festival en territorio valenciano ha sido "un paso natural" tras años y años en los que Barnasants se ha interesado por la canción de autor hecha en la Comunitat: "en los años más oscuros del gobierno del PP, Barnasants era una oportunidad para promocionar la cançò d'autor valenciana en Catalunya, sin recibir ningún tipo de ayuda, porque entendemos que los diferentes acentos y el idioma común se han de tratar con absoluta normalidad".