VALÈNCIA. Las barracas forman parte del paisaje valenciano y son uno de los principales símbolos de zonas rurales de Valencia como la Albufera o l´Horta circundante de la capital.
Durante años, las barracas también fueron muy habituales en barrios marítimos como el Cabañal, ya que eran utilizadas tanto por los agricultores como por los pescadores.
Más allá de su uso histórico, actualmente las barracas son un reclamo turístico que atrae a visitantes por su curiosa arquitectura, descrita con todo lujo de detalles en "La Barraca", la famosa novela escrita por Vicente Blasco Ibáñez en 1898.
Hoy en día, además, algunas de las barracas mejor conservadas de Valencia albergan restaurantes en los que se puede degustar uno de los platos más famosos de nuestra gastronomía: la paella.
Las barracas son pequeñas construcciones rectangulares con tejado de madera distribuido a dos aguas y tapado por tierra y cañizo.
Casi todas tenían dos alturas: la inferior servía para la vida cotidiana (cocina, habitaciones, etc.), mientras que la superior (o andana) era una estancia multifuncional que podía usarse como dormitorio, para almacenar las cosechas o para criar gusanos de seda.
Las barracas se abastecen de agua por medio de pozos. Dispersas por la huerta, su ubicación se debe a que las fértiles tierras valencianas permitían recoger varias cosechas al año, así que los agricultores debían estar siempre pendientes del campo.
Pocas veces encontraremos varias barracas juntas. El motivo es que, al estar fabricadas con materiales naturales (madera, barro-adobe, paja, cañas o juntos), el riesgo de incendios, sobre todo durante el verano, era alto.
El color blanco de sus fachadas se debe al uso de cal, que también servía para ahuyentar a los insectos.
Tradicionalmente se distinguen dos tipos de barracas: las de pescadores y las de la huerta; aunque en la Albufera, por ser un entorno propicio para ambas actividades, se mezclan ambos estilos.
También llama la atención la gran cruz que remata algunas barracas. Según la tradición, en el siglo XVI esta señal servía para diferenciar a los cristianos viejos de los moriscos.
Si quieres probar una auténtica paella valenciana, te recomendamos visitar uno de estos tres restaurantes ubicados en entornos únicos.
Como ya sabes, la paella nació en los alrededores de Valencia, más concretamente en los arrozales y campos de la Albufera, entre los siglos XV-XVI. Por eso, degustarla en una barraca tradicional es una experiencia única, un pequeño viaje en el tiempo que merece la pena.
La Barraca de Toni Montoliu es uno de los mejores lugares para comerse una paella en Valencia. Y en este lugar, además de degustar este típico plato valenciano, también podrás disfrutar de todo lo que rodea a su preparación.
La Barraca de Toni Montoliu se encuentra en las afueras de Valencia, en la localidad de Meliana, en una zona que se conoce como la Huerta de la ciudad, rodeada de campos.
El propietario acompaña a los visitantes a recoger las verduras a su propio huerto mientras les explica los secretos de la gastronomía y de la cultura local. Precisamente, uno de los grandes atractivos de este restaurante es que cuenta con el sello "0 Km", que indica que los todos productos consumidos son de proveedores locales.
El precio de esta experiencia gastronómica está entre los 25-35 € y, si quieres vivirla en primera persona, tendrás que reservar tu mesa con tiempo.
La Barraca de Amparo es una barraca tradicional restaurada y convertida en un espacio para eventos y celebraciones de carácter privado. Su capacidad (hasta 200 personas) y sus magníficas instalaciones (entre las que se incluyen embarcadero propio, zona de paellero y un gran jardín) así lo permiten.
Sin duda, este entorno tan particular es perfecto para darnos un homenaje gastronómico y para degustar una rica paella con familia y amigos.
Entre los servicios que ofrece el local, destacan los show cooking (cocina en vivo) para contemplar el proceso de elaboración de la auténtica paella valenciana en directo.
La Barraca de Amparo está situada justo al lado de un canal de la Albufera, en pleno parque natural. Si lo deseas, antes o después de tu comida, podrás visitar El Palmar o darte un paseo en barca.
Muy cerca de allí también podrás visitar la “Barraca dels Arandes”, todo un símbolo de la vieja Albufera.
La Genuina es un restaurante familiar ubicado en una auténtica barraca valenciana de más de 200 años de antigüedad.
Fundado hace tres décadas en la huerta de Pinedo, en este restaurante de comida típica valenciana puedes comer todo tipo de arroces, tanto melosos como secos (incluyendo la paella), y otros platos tradicionales como el "all i pebre" o el "arròs en cranc", servidos en cazuela de barro y acompañados por los mejores vinos de la tierra.
Uno de los principales atractivos de La Genuina es su peculiar encanto: un local pequeño, acogedor y entrañable, con muy pocas mesas, buena relación calidad-precio y que apuesta por el producto fresco y de mercado. De hecho, los propietarios de La Genuina siempre se han dedicado a la agricultura y conocen como pocos los secretos de una huerta en la que destacan, en temporada de verano, los famosos tomates de Pinedo.
¿Qué otros lugares para comer una buena paella valencia conoces?