VALÈNCIA (EP). BBVA Research ha revisado a la baja el crecimiento del consumo privado en España hasta el 1% en 2022, nueve décimas menos de lo previsto, y hasta el 0,9% en 2023, lo que supone 1,5 puntos menos de lo estimado anteriormente, según recoge en su informe 'Situación Consumo' del segundo semestre.
Las principales causas de esta rebaja en el crecimiento del consumo de las familias españolas se encuentran en el repunte de la inflación, el descenso de la renta y de la riqueza financiera real, el encarecimiento de la financiación, así como el aumento de la incertidumbre, según explica el servicio de estudios de BBVA.
La entidad señala que la pérdida de confianza de los hogares españoles seguirá reduciendo el consumo privado "durante buena parte de 2023", aunque la magnitud del efecto sea cada vez menor. Aún así, estima que el gasto real de los hogares a finales del próximo año se encontraría todavía un 5% por debajo de los niveles prepandemia.
BBVA Research apunta que el aumento de la inflación ha llevado al Banco Central Europeo (BCE) a adelantar las subidas de los tipos de interés, lo que "podría comenzar a impactar de manera negativa en el consumo privado ya en este cuarto trimestre". De hecho, el incremento de los tipos de interés por parte del BCE podría restar, según sus cálculos, alrededor de 2,2 puntos al avance del consumo privado en 2023.
Asimismo, el servicio de estudios de BBVA señala que la incertidumbre por la guerra en Ucrania está contribuyendo a reducir la intención de los hogares de realizar compras importantes y demorando, por tanto, la toma de decisiones de consumo de bienes duraderos, como los automóviles.
"El deterioro en el consumo que emana de dichos factores podría ser acotado si los hogares españoles comienzan a utilizar el ahorro que han acumulado desde comienzos de 2020", señala el informe.
Según estimaciones de BBVA Research, el exceso de ahorro acumulado por las familias durante los dos últimos años asciende a 130.000 millones de euros. Si los hogares gastasen esos ahorros durante los próximos dos años al mismo ritmo al que lo acumularon, el consumo privado podría crecer casi tres puntos adicionales de aquí a 2024.
Uno de los factores que está contribuyendo a la reducción del consumo es la disminución de las compras de automóviles, que han bajado, en el caso de los turismos, un 7,4% hasta septiembre con respecto al mismo periodo de 2021, y un 37,8% en comparación con los primeros nueve meses de 2019, antes de la pandemia.
"La reducción interanual de este año es menor que la que ha sufrido de media la Unión Europea (-9,9%), pero la distancia a los registros obtenidos antes de la pandemia sitúan a España a la cola de Europa, junto con Austria, Lituania y Dinamarca", señala el informe.
Este descenso se explica, principalmente, por la escasez de vehículos debido a los problemas de abastecimiento de insumos y los cuellos de botella en el sector, el deterioro de la capacidad de compra de hogares y empresas y el encarecimiento de los carburantes, apunta BBVA Research.
En este contexto, el servicio de estudios de la entidad prevé que las matriculaciones de turismos oscilen entre las 820.000 y las 870.000 unidades en 2022.
De cara a 2023, estima que, a pesar del deterioro económico, las ventas de automóviles se verán impulsadas por la absorción de una parte no satisfecha de la demanda acumulada desde 2020, la reducción del precio relativo del combustible y el avance en la penetración del vehículo eléctrico, de forma que las matriculaciones de turismos se situarán entre las 920.000 y 1.050.000 unidades.