VALÈNCIA (EP). El Banco Central Europeo (BCE) ha señalado que su recomendación de que las entidades europeas no repartan dividendos o asuman el compromiso de distribuirlos al menos hasta el próximo mes de octubre no se aplica a Bankia al ser esta una filial de Banco Financiero y de Ahorros, Tenedora de Acciones, matriz del grupo supervisado directamente por la institución.
En respuesta a una consulta planteada por la europarlamentaria española Clara Ponsatí respecto de la aprobación por parte de Bankia el pasado 27 de marzo, coincidiendo con la fecha de la recomendación del BCE, del reparto de un dividendo con cargo al ejercicio 2019, el presidente del Consejo de Supervisión del Banco Central Europeo (BCE), Andrea Enria, recuerda que las entidades que aprobaron el reparto de dividendos antes de publicarse la recomendación del banco central estaban legalmente obligadas a realizar el pago.
"La recomendación del BCE no tenía la intención de hacer que las instituciones de crédito incumplieran sus obligaciones legales de realizar pagos", señala Enria, recordando que el supervisor bancario de la zona euro no publicó su recomendación hasta "poco después de las 19.00 horas del 27 marzo", por lo que los bancos que se hubiesen comprometido antes a distribuir dividendos tenía la obligación legal de pagarlos.
Asimismo, y en el caso específico de Bankia, el banquero italiano puntualiza que esta entidad "es una subsidiaria de Banco Financiero y de Ahorros, Tenedora de Acciones, que es la entidad matriz última en el grupo supervisado".
De este modo, el representante del banco central explica que "la recomendación del BCE se aplica a un nivel consolidado", por lo que dicha recomendación "no se aplica a nivel de Bankia S.A., sino a nivel consolidado del grupo supervisado significativo, Grupo BFA".
En este sentido, Enria recuerda que Banco Financiero y de Ahorros, Tenedora de Acciones ha confirmado que no pagará dividendos a cargo del ejercicio 2019.
El presidente del Consejo de Supervisión del BCE, sin entrar a valorar la decisión de Bankia, sostiene que ante el nivel significativamente elevado de incertidumbre económica que surgió el pasado mes de marzo debido a la crisis del coronavirus, los bancos claramente necesitaban priorizar la retención de capital sobre hacer distribuciones discrecionales.
A este respecto, el italiano considera que la recomendación del BCE para todo el sistema contribuyó a eliminar el estigma que hubiera podido percibirse en caso de que alguna entidad decidiese cancelar el pago de dividendos, algo que históricamente incentiva a los bancos a tratar de mantener el dividendo incluso en periodos de estrés económico.
En la mañana del pasado 27 de marzo, antes de conocerse la recomendación del BCE, Bankia había aprobado el pago de un dividendo con cargo a los beneficios obtenidos en el ejercicio de 2019 de 355 millones de euros o 11,576 céntimos por acción, una cantidad idéntica a la del año anterior. No obstante, la entidad renunció a cualquier reparto de carácter extraordinario para el presente ejercicio y anticipó criterios de extrema prudencia a la hora de definir el eventual dividendo con cargo al ejercicio 2020.