Al término de la reunión de urgencia de este miércoles del Consejo de Gobierno, convocado para discutir la situación de las condiciones de mercado tras el fuerte repunte de las rentabilidades exigidas a los bonos de la eurozona, el Consejo del BCE ha reiterado su compromiso para actuar contra los riesgos de fragmentación.
En este sentido, ha admitido que la pandemia ha dejado vulnerabilidades duraderas en la economía de la zona del euro que, de hecho, están contribuyendo a la transmisión desigual de la normalización de la política monetaria entre jurisdicciones.
De este modo, el Consejo decidió aplicar flexibilidad en la reinversión de los reembolsos vencidos en la cartera del PEPP, con el fin de preservar el funcionamiento del mecanismo de transmisión de la política monetaria, una condición previa para que el BCE pueda cumplir con su mandato de estabilidad de precios.
Asimismo, el órgano de gobierno del BCE decidió encomendar a los Comités del Eurosistema pertinentes, junto con los servicios del BCE, "que aceleren la finalización del diseño de un nuevo instrumento antifragmentación para su examen por el Consejo de Gobierno".
A pesar de no ofrecer nuevos detalles sobre este mecanismo para abordar futuras crisis en los mercados de deuda soberana, la representante alemana en el directorio del BCE, Isabel Schnabel, subrayaba ayer que el organismo no va "tolerar" que se produzca un incremento desordenado de las primas de riesgo que suponga un riesgo para la transmisión de la política monetaria.
"No vamos a tolerar cambios en las condiciones de financiación que vayan más allá de los factores fundamentales y que amenacen a la transmisión de la política monetaria", afirmó Schnabel durante su intervención en un acto en París.
En esta línea, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, ya recordó la semana pasada que la institución dispone de instrumentos para combatir la fragmentación, además de la capacidad demostrada por la institución para "desplegar instrumentos existentes o aquellos necesarios para evitar que la fragmentación impida la adecuada transmisión de la política monetaria".
El BCE decidió en su reunión de la semana pasada dar por terminado su programa de compra de activos y adelantó que subirá los tipos de interés en 25 puntos básicos en julio, además de anticipar otra subida de la tasa en septiembre cuya intensidad dependerá de la evolución de las perspectivas de inflación.
'Umbral del dolor' del BCE
La ausencia de detalles sobre esta nueva herramienta antifragmentación que el organismo tiene en preparación implica que probablemente la presión en el mercado no vaya a desaparecer hasta conocer aspectos más concretos del mecanismo, si bien la convocatoria de una reunión de emergencia ha servido para conocer dónde está el 'umbral del dolor' para el BCE.
En este sentido, desde MFS Investment Management, Annalisa Piazza, analista de renta fija, considera que, a pesar de que el anuncio del BCE no agregó mucho a lo ya conocido, implica una clara señal de que para Lagarde el actual no es un momento de "lo que sea necesario", aunque el BCE muestra "dónde está su umbral de dolor".
De esta manera, el anuncio de los preparativos de una herramienta antifragmentación sugiere que el BCE siente la necesidad de disponer de algo más "estructural" que permita una transmisión fluida de su política y le permita normalizar los tipos de interés sin agravar la fragmentación.
De su lado, Víctor Alvargonzález, director de estrategia y socio fundador de Nextep Finance, señala que desde el BCE están "enseñando los dientes" a los inversores que apuestan por que se disparen las primas de riesgo.
Sin embargo, advierte de que el BCE no va a detener el proceso hasta que se vea cuáles son las recomendaciones de esos comités y las acciones concretas que estaría dispuesto a tomar.
Por su parte, Ulrike Kastens, economista para Europa de DWS, destaca que, a pesar de que el diseño de este instrumento no está del todo claro, el anuncio debería proporcionar cierto alivio a los mercados y también debería dar al BCE la oportunidad de subir los tipos de interés de forma más rápida y agresiva, ya que la ampliación de los diferenciales está limitada hasta cierto punto.
"Es probable que el BCE anuncie este nuevo instrumento ya en julio, cuando podría aumentar los tipos de interés básicos por primera vez desde 2011", añade.