VALÈNCIA. El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo ha decidido este jueves recortar de nuevo los tipos de interés en 25 puntos básicos, dejando así la tasa de referencia - la referente a la facilidad de depósito - en el 3%. En su última reunión del año, la institución presidida por Christine Lagarde ha adoptado una nueva revisión de la política monetaria, dejando así el tipo de referencia 1,5 puntos inferior que a comienzos del pasado julio.
De esta manera, el organismo cumple con la previsión del mercado, que estimaba desde hacía varias semanas que el BCE seguiría con la senda de recortes en su último encuentro de 2024. En los últimos días, los analistas empezaban a dividirse entre si la bajada sería de un cuarto o de medio punto. Una idea que también ha estado en el centro del debate durante la reunión, aunque finalmente se ha abogado por ser prudente. Con estos cambios, los tipos de interés aplicables a la facilidad de depósito, las operaciones principales de financiación y a la facilidad marginal de crédito disminuirán hasta el 3,00 % y el 3,15 % y el 3,40 %, respectivamente, con efectos a partir del 18 de diciembre de 2024.
Según ha explicado el organismo en un comunicado, la decisión está motivada en la "evaluación actualizada de las perspectivas de inflación, la dinámica de la inflación subyacente y la intensidad de la transmisión de la política monetaria". Lo cierto es que el IPC de la zona euro repuntó tres décimas en noviembre, hasta el 2,3%, encadenando así dos meses de subidas. Este crecimiento estuvo especialmente motivado por el incremento del coste de la energía, algo que ya preveía el consenso del mercado, y que consideraban que no iba a frenar las bajadas del BCE. "Seguimos esperando un recorte de 25 puntos básicos del tipo de depósito en diciembre", expresaba el economista para europa de DWS, Urlike Kastens, tras conocer el dato de inflación.
Lo cierto es que, con el de diciembre, la institución ha realizado un total cuatro recortes de tipos en la segunda mitad del año. No obstante, Lagarde ha reiterado en varias ocasiones que las decisiones en materia de política monetaria "se adoptan en cada reunión" y están determinadas a partir de "un enfoque dependiente de los datos". En cualquier caso, el BCE recuerda que "está preparado" para ajustar todos sus instrumentos de cara a conseguir que la inflación se estabilice en el objetivo del 2% en el medio plazo.
Por otro lado, cabe mencionar que el euríbor ha experimentado una caída en 1,5 puntos desde que el BCE aplicó su primer recorte el pasado mes de junio, pasando el 3,65% al 2,51% con el que cerró noviembre. De esta manera, la tasa de referencia para la mayoría de hipotecas variables, ha alcanzado niveles de 2022. El mercado prevé que el euríbor pueda cerrar el ejercicio en el entorno del 2,3%-2,35% y espera que pueda caer incluso por debajo del 2% si el BCE sigue bajando tipos en los primeros meses del próximo ejercicio.
Por otro lado, el BCE ha expresado que "el proceso de desinflación sigue avanzando". En esta línea, los expertos del Eurosistema estiman que la inflación general se situará en promedio, en el 2,4 % en 2024, el 2,1 % en 2025, el 1,9 % en 2026 y el 2,1 % en 2027, cuando el régimen ampliado de comercio de derechos de emisión de la UE comience a aplicarse. Mientras que en el caso de la inflación subyacente, aquella que excluye la energía y los alimentos, se espera que se situé en una media del 2,9 % en 2024, del 2,3 % en 2025 y del 1,9 % tanto en 2026 como en 2027.
Los indicadores sugieren, por tanto, que la subyacente "se estabilizará de forma sostenida en torno al objetivo del Consejo de Gobierno del 2 % a medio plazo". "La inflación interna ha descendido, pero sigue siendo elevada, principalmente porque los salarios y los precios en algunos sectores están aún ajustándose a la fuerte subida anterior de la inflación con un retraso considerable", expresan desde el regulador europeo.
Por otro lado, desde la institución que encabeza Lagarde reiteran que las condiciones de financiación "están relajándose" al calor de las últimas bajadas de tipos, que conllevan una minoración del coste del crédito nuevo para empresas y hogares. No obstante, "siendo estrictas, debido a que la política monetaria es aún restrictiva y a que las anteriores subidas de los tipos de interés siguen transmitiéndose al saldo vivo del crédito concedido".
En cualquier caso, los expertos del Eurosistema prevén que la recuperación económica sea más lenta de lo que se esperaba el pasado mes de septiembre al observar una ralentización del crecimiento en el último trimestre. De esta manera, se prevé que la economía crezca un 0,7% en 2024, un 1,1% en 2025, un 1,4% en 2026 y un 1,3% en 2027. "Con el tiempo, la desaparición gradual de los efectos de la política monetaria restrictiva debería respaldar una recuperación de la demanda interna", consideran.