Foto: KIKE TABERNERVALÈNCIA. El pasado jueves 28 de julio la plaza de la Reina pudo volver a ser transitada por los valencianos. El espacio de 12.000 metros se ha convertido, en cierto modo, en renovado lugar de encuentro para la ciudadanía con un apartado específico dedicado al juegos. Al rescindir del aparcamiento los niños pueden campar a sus anchas por la zona, y a la espera de que crezcan los 115 árboles que se acaban de plantas (para un futuro juego de escondite) pueden contar con los juegos que ha instalado el estudio catalán bdu: un juego de conexión con fichas, otro de emparejar animales, un molinillo de agua, un laberinto con bola manual y unos espejos que deforman la figura, como los que se ven en las ferias.
El responsable de este "rinconcito lúdico" de la plaza es el estudio catalán bdu, que se autodefine como “creador de espacios de valor”. Sus diseñadores han acomodado parte del espacio de la plaza para todos los públicos. De una colaboración con los alemanes de Richter Spielgeräte aparecen cinco juegos clave que dan vida a la plaza, todos ellos están pensados de forma concreta para el espacio y se han escogido concretamente según las características detalladas por los arquitectos. Carmen Sabaté, quien gestiona junto a su equipo el diseño de cada zona, explica que esta conversación abierta hace posible que se genere una zona ideal para todo tipo de públicos: "La conversación y la colaboración de los equipos es clave, luego la ciudadanía hace su parte".
Su equipo se centra, en todos sus proyectos, en la cocreación absoluta. Más allá de lo que cede “y lo que pide” el espacio trabajan con los arquitectos de cada ciudad desde hace más de 25 años para encontrar el "match perfecto". Sabaté, como una de las encargadas de este “acople”, aclara que en el caso concreto de la plaza de la Reina se buscaba un diálogo que tuviera sentido junto a la planificación arquitectónica.: “Lo que buscamos en cada proyecto es que los elementos encajen con el lugar, parece obvio pero es una cuestión clave”, por ello el trabajo de cocreación va más allá de la colaboración con constructores y arquitectos, sino que va conjunto al espacio.
En radiografía de la plaza de la Reina se buscaron juegos no convencionales y que tuvieran un carácter lúdico y adaptado a todas las edades, lo que se podría decir que es un “hasta los 99 años” en según que manuales de instrucciones. Tanto es así que pasados un par de días de la inauguración del espacio Sabaté pudo contemplar cómo esto se llevaba a cabo, mientras se encontraba sentada en una cafetería de la zona “como de incógnito”: “Pude ver que la mayoría de personas que se acercaban a los espacios era gente mayor. Es un placer poder ver que reactivamos a todos los tipos de población a través de la selección de los juegos”. Algo bastante diferente sucedía con el proyecto que llevó a cabo bdu en la primera fase del parque Central de València. En el momento en el que este abrió las puertas, en el año 2019, el proyecto se centró en una zona de fantasía dedicada exclusivamente para los niños.
La versatilidad y comparartiva de ambos proyectos refleja la adaptación clara del estudio bdu según la necesidad de los espacios. En el parque central el principal protagonista del espacio es un juego “con aspecto de árbol futurista” hecha expresamente para que los niños trepen y se refugien en este, contemplando el amplio parque como un entorno más familiar en el que los padres podrían querer descansar en las praderas cercanas. En la plaza de la Reina el espacio se comprende con una "filosofía intergeneracional", por lo que personas de todas las edades podrían mostrar interés en los juegos: "Al tratarse de una zona tan céntrica buscamos que tenga para todos los públicos", comenta Sabaté, quien espera que estas zonas resistan al vandalismo y permitan que el espacio sea disfrutable por mucho tiempo.
