Hoy es 13 de octubre
VALÈNCIA. Hace algunos días que la exposición Ánima. Pintar el rostro y el alma, que acoge el Museo de Bellas Artes de València desde el pasado mes de octubre, ha sufrido un cambio importante en sus salas. La muestra, comisariada por el propio director de la pinacoteca, Pablo González Tornel, ha tenido que retirar cuatro piezas atribuidas al escultor valenciano Mariano Benlliure.
Tal y como ha adelantado À Punt y ha podido confirmar este diario, la heredera del artista, Lucrecia Enseñat, fue la que mostró su disconformidad al museo al detectar -tal y como reflejó en un escrito- que cuatro piezas no eran originales, cuatros bustos que habían sido fundidos después de la muerte de Benlliure. Ante las quejas de la familia, el centro ha optado por retirar las piezas y sustituirlas por otras distintas.
Fuentes museísticas apuntan a este diario, en cualquier caso, que las piezas retiradas habían sido mostradas habitualmente en el Museo de Bellas Artes de València y que era conocido que se trataba de fundiciones realizadas en la década de los 70, después de la muerte de Benlliure, algo que estaba indicado, siendo una práctica no extraña en la producción artística.
En este sentido, el propio director del museo, en declaraciones a este diario, apunta que se trata de una "falsa polémica" y que las cuatro piezas retiradas "no son falsificaciones", sino que se retiraron para evitar un conflicto con la familia del escultor y puesto que no afectaba especialmente a la muestra. "Nunca se han presentad como lo que no son. Son fundaciones póstumas", explica González Tornel.