VALÈNCIA. La empresa gestora del aparcamiento del Paseo Neptuno, que es filial de Bertolín, teme que el Plan Especial del Cabanyal (PEC) que tramita el Ayuntamiento de València repercuta negativamente en su clientela y, por tanto, en sus ingresos. Por ello, la empresa -Aparcamiento Paseo Neptuno- presentó un escrito de alegaciones pidiendo que se mantuvieran determinados aspectos previos al nuevo Plan para evitar el impacto en sus cuentas. Consideraciones que el equipo redactor y la concejalía de Urbanismo han acabando rechazando.
El escrito presentado por la compañía ante la administración municipal, del que ya informó en su momento Valencia Plaza, pedía modificar el PEC porque los cambios que plantea afectarán a las previsiones económicas de afluencia al aparcamiento realizadas en 2007, cuando se le adjudicó la concesión de las instalaciones por el propio consistorio. Según explicaba la firma, el Ayuntamiento hizo estas previsiones teniendo en cuenta, por ejemplo, la zona de afluencia del aparcamiento, el uso de las plazas de estacionamiento en las calles o plazas del entorno, los aparcamientos privados que existían, los datos de cada finca o comensales de los bares próximos, el número de comercios, etcétera.
Se trata de variables que se verán modificadas por el PEC y que, en consecuencia, afectarán directamente al negocio. Concretamente, se refería la compañía al llamado PAI de Eugenia Viñes, anteriormente conocido por el nombre de PIN de las Piscinas, donde el antiguo planeamiento del Partido Popular preveía unas piscinas olímpicas. El nuevo plan, por contra, "reduce considerablemente el número de viviendas que [...] se tenía planificado construir en la zona" según el estudio de viabilidad elaborado por el consistorio para el parking hace 13 años.
Además, "al no prolongarse la calle Eugenia Viñes, se mantienen una serie de aparcamientos en superficie que, sin embargo, dicho estudio de viabilidad entendía que se iban a suprimir". A lo que se sumaría la eliminación de las piscinas olímpicas, que también supondría a ojos de la filial de Bertolín, "como es obvio, la reducción de la afluencia de público de la que partía el estudio".
Sin embargo, de poco han servido estas alegaciones porque los redactores las han desestimado, decisión ratificada por la concejalía de Urbanismo que dirige Sandra Gómez. Aseguran en su informe de contestación los miembros del equipo redactor que "no se ha modificado ni el aprovechamiento ni el número de las viviendas, por lo que la nueva ordenación pormenorizada no puede suponer ningún perjuicio para el concesionario del parking". Además de ello, los redactores aseguran que aumentarán las viviendas "por la previsión en suelos colindantes de dos edificios para 110 viviendas protegidas y otros dos para 96 viviendas dotacionales".
En cuanto a la no prolongación de Eugenia Viñes poca respuesta dan los redactores al confirmar que su trazado no se alterará. Y por otro lado, subrayan que "aunque no se va a construir una piscina olímpica, se propone la construcción de una piscina pública" en un solar de más de 3.000 metros cuadrados y un hotel con una superficie edificable de 12.000 metros cuadrados. "Con ello -prosiguen los técnicos-, se suprime el actual espacio utilizado de forma provisional para aparcamiento de vehículos".
Sobre la repercusión económica en los resultados del aparcamiento, los redactores aseguran que "la valoración de las posibles afecciones [...] resultan ajenas al trámite urbanístico que nos ocupa, por lo que se considera que procede desestimar la alegación". No es un detalle menor, porque huelga resaltar que sigue en marcha un procedimiento judicial entre la mercantil privada y la empresa municipal Aumsa. La primera ha pedido en los tribunales, como publicó este diario, rescindir la concesión y que Aumsa le abone las inversiones realizadas desde que gestiona el aparcamiento.
El motivo: que las previsiones económicas del aparcamiento realizadas por el consistorio no se han cumplido y, de hecho, la empresa concesionaria ha registrado pérdidas en los últimos ejercicios debido "fundamentalmente, a que el nivel de ingresos obtenido no ha resultado suficiente para cubrir los costes financieros incurridos". En 2018, perdió 19.000 euros, y en 2019 esta cifra se elevó hasta los 58.500 euros aproximadamente. Los servicios jurídicos de Aumsa, de hecho, consideran probable la aceptación de la demanda por parte de los tribunales debido a que hay, aseguran, "actos del Ayuntamiento que pueden suponer una ruptura del equilibrio de la concesión". En este sentido, uno de esos actos podría ser este nuevo planeamiento.
La relación entre Bertolín y el Ayuntamiento por este aparcamiento viene desde 2007, cuando el gobierno municipal dirigido por Rita Barberà encargó a Aumsa las actuaciones precisas para construir y poner en funcionamiento un aparcamiento en terreno de dominio público municipal y concedió una concesión demanial sobre el subsuelo de estos terrenos por un plazo de 75 años a partir de 2009. Esto es, hasta 2084.
Para la construcción de las instalaciones y la explotación de las mismas en virtud de dicha concesión, Aumsa convocó un concurso en 2007, cuya adjudicataria fue la UTE formada por Bertolín y Begar Construcciones y Contratas, que más tarde subrogaron a favor de la filial, Aparcamiento Paseo Neptuno. En 2010 Bertolín adquirió Begar y con ello Aparcamiento Paseo Neptuno, por lo que desde entonces es responsable única de estas instalaciones. Ahora, quiere dejar de serlo.