VALÈNCIA. El próximo viernes -con permiso de Moixent- debería constituirse la Diputación de Valencia. Una institución donde la igualdad entre el bloque de izquierdas y de derechas es total: el PSPV-PSOE consiguió 12 diputados y Compromís, 3; mientras el PP logró 13 diputados y Vox 2. La capacidad de desempatar la tiene Natàlia Enguix, representante de Ens Uneix, formación liderada por exdirigente socialista Jorge Rodríguez, quien dejó el partido en 2019 forzado por la dirección de su entonces partido por su imputación en el caso de Alquería, del que recientemente ha sido absuelto.
Por su condición de partido progresista, todo apuntaba a un entendimiento entre PSPV, Compromís y Ens Uneix. Los socialistas, con su secretario provincial al frente, Carlos Fernández Bielsa, han venido solicitando la presidencia al ser la fuerza política con mayor representación. No obstante, la formación de Rodríguez -que también ha mantenido reuniones con Compromís y con el PP- decidía la pasada semana dar un portazo a las negociaciones con los socialistas entre acusaciones de boicot a la cúpula del PSPV. Una posición basada, según Ens Uneix, en diversas cuestiones acaecidas en las últimas semanas que han puesto palos en las ruedas a las conversaciones, de lo cual responsabilizan al todavía presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y a su entorno, con el que todavía muestran un fuerte enfado por no haberse disculpado públicamente por el trato dispensado a Rodríguez en estos años.
Así, la postura de Ens Uneix fue anunciar que votarán a su candidata, Natàlia Enguix, para presidir la Diputación. Con esta maniobra, el PSPV y Compromís tendrían que votarla para que tomara la vara de mando de la corporación provincial. De no hacerlo, si el PP y Vox apoyaran al candidato popular, Vicente Mompó, conducirían a un empate que, finalmente, se resolvería a favor del partido de la gaviota, por ser la fuerza política con mayor número de diputados.
Ahora bien, distintas fuentes del entorno de Bielsa consultadas por este diario señalaban este lunes que, "a día de hoy", la hoja de ruta para los diputados socialistas está clara: "Votaremos a Carlos como presidente". Es decir, el PSPV no dará apoyo a Ens Uneix para tomar la vara de mando: una maniobra arriesgada dado que, si se produce la votación por bloques anteriormente explicada, la institución caería en manos del PP.
La consecuencia es que PSPV y Compromís -que sí se ha mostrado abierto a apoyar a Ens Uneix- se irían a la oposición, lo que resultaría especialmente trágico para los socialistas, que perderían -en mitad de la campaña de las elecciones generales- el último gran gobierno institucional al que aspiran en la Comunitat Valenciana. Un situación que también tendría graves daños colaterales orgánicos para el propio Bielsa, puesto que perdería la ocasión de manejar un cuantioso presupuesto con el que regar económicamente a municipios, algo más que interesante para granjearse aliados de cara a su lucha por la sucesión de Puig al frente del PSPV.
La maniobra del partido de Rodríguez, al menos de momento, parece firme y apuntalada. Según ha podido saber este diario, el pasado viernes se suspendió una comida prevista entre el líder de Ens Uneix y el propio Bielsa, lo que indica que las posiciones no se han movido, aunque no se descartaban conversaciones este mismo lunes que este diario no pudo confirmar.
Gallego: "Puig y su entorno han ido poniendo zancadillas, como cuando estábamos en la Diputación"
En cualquier caso, la posición de Ens Uneix es sólida. Si el PSPV y Compromís votan a su candidata, presidirán la Diputación. Si no lo hacen, Vicente Mompó (PP) será el que tome la vara de mando a sabiendas de que su llegada al poder se la debe al partido de Rodríguez, que podrá contar probablemente con la misma porción de inversiones prometidas por Bielsa pero, además, con una buena sintonía con el gobierno autonómico presidido por el popular Carlos Mazón.
En este sentido, distintas fuentes no oficiales han asegurado a este diario que, al margen de las reuniones públicas con Mompó, los contactos de Ens Uneix con la dirección regional del PP también se han producido, con compromisos del futuro gobierno autonómico para la comarca y garantías de una oposición moderada por parte de los populares en Ontinyent, el municipio donde Rodríguez es alcalde. Unas condiciones ventajosas sobre las que, además, Ens Uneix siempre tendría a mano el botón nuclear de una moción de censura si viera peligrar los acuerdos alcanzados con los populares: una maniobrabilidad de la que carecería si le da el respaldo a Bielsa, porque una moción de censura implicaría una alianza con Vox.
Un escenario que evidencia que la posición de Ens Uneix de votarse a sí misma es un 'win-win' de manual, salvo que la capacidad de persuasión de Bielsa sea suficiente para hacer cambiar de opinión a Rodríguez en los próximos días.