El recorrido por los distintos hábitats de BIOPARC incluye un rincón donde el arte cobra protagonismo para mostrar el frágil mundo de los anfibios
VALÈNCIA (VP). Con el objetivo de proteger la biodiversidad a nivel global, es fundamental centrar la atención también en especies que, como los anfibios, pueden parecer menos importantes. En este sentido, el compromiso de BIOPARC respecto a la concienciación de la sociedad conlleva acercar toda esta riqueza que nuestro planeta atesora. Y en el caso de los anfibios, se ha querido mostrar esa belleza a través de una obra artística, un colorido mural, que destaca poderosamente en el interior de la cueva de Kitum.
Los distintos terrarios albergan diferentes especies de urodelos y ranas; y gracias al trabajo del personal técnico se ha logrado reproducir perfectamente una muy especial. Se trata de la rana veneno azul (Dendrobates azureus), cuyo nombre proviene de su llamativo color añil y por su capacidad de segregar un peligroso veneno a través de las glándulas localizadas en su piel. Esta sustancia es un mecanismo de defensa natural frente a potenciales depredadores, pues los paraliza e incluso puede llegar a matarlos. Curiosamente, esta cualidad protectora depende de la alimentación a base de hormigas e insectos y en BIOPARC queda anulada al nutrirse con colémbolos, grillos y moscas hydei.
La dificultad que conlleva la reproducción de la rana veneno azul se considera de grado medio, por la exigencia de cumplir un estricto protocolo para aumentar su supervivencia. Por una parte, la condición de carnívoros de los renacuajos obliga a mantenerlos individualizados. Por otra, debido a la paramétrica y calidad del agua que requiere pH bajos y agua de alta acidez. El hecho de que se trata de especies que desarrollan el proceso biológico de la metamorfosis, resulta especialmente atractivo desde el punto de vista educativo poder documentarlo y que quede constancia de los enormes cambios fisiológicos que se producen. Para ello se realiza un seguimiento de cada fase y de las tareas de los especialistas. En la primera etapa se revisa cada mañana concienzudamente el terrario para localizar uno a uno los huevos y favorecer su fecundación, además de realizar diversas acciones de limpieza y revisiones visuales a lo largo de la jornada. En el momento se convierten en renacuajos se retiran y separan de manera individual para diariamente controlar su evolución, alimentarlos, así como monitorizar los parámetros de temperatura y limpieza. Una vez mudados a ranas ya pueden unirse al resto de individuos de la especie.
Ahora es una magnífica oportunidad para contemplar las ranas veneno azul y aprovechar la promoción “con causa” del 15º Aniversario de BIOPARC que ofrece la entrada General online a 20€+1€ realizando la compra, al menos, el día anterior de la visita; y el Pase Anual B! a precio único de 50€+1€. Cada +1 euro se destinará a través de la Fundación BIOPARC a la conservación de los murciélagos, especie emblemática para los valencianos.