VALÈNCIA. Desde que el exportavoz del Bloc y líder de los críticos del partido, Rafa Carbonell, abandonó la primera línea política, la corriente Bloc i País ha ocupado ese espacio. Si Carbonell era el encargado de presionar a la dirección que encabeza Àgueda Micó para que, teóricamente, el mensaje más nacionalista de la formación no se diluyera, ahora esa misión recae en este sector, pese a que nacieron cuando Carbonell aún estaba ejerciendo de portavoz del partido mayoritario dentro de la coalición Compromís.
Carbonell abandonó la formación el pasado mes de junio "por motivos personales", pero lo hizo también con duras críticas a las actuaciones de la conselleria de Educación, encabezada por Vicent Marzà -también del Bloc- con referencias al colegio concertado en el que actualmente Carbonell ejerce como profesor. Su puesto de portavoz quedó libre y ahora la corriente Bloc i País, que representa a un sector importante de la militancia, presentará este martes ante la Ejecutiva Permanente una propuesta para que Miquel Bononat, actual portavoz nacional del colectivo, se convierta en la voz del partido nacionalista. Bononat ha sido elegido mediante una consulta abierta a la militancia que se encuentra adherida a Bloc i País con el 92,24% de los votos.
Una jugada, no obstante, que es apoyada por los antiguos integrantes de la facción que encarnaba Carbonell. "Hay dos cuestiones elementales. Una reglamentaria, es decir, de estatutos, y otra política. La primera es que en el congreso del Bloc se aprobó la figura del portavoz con determinadas funciones. Y, por tanto, esas tareas las debe desempeñar una o un portavoz. La política, siguiendo el espíritu del Congreso y del consenso que pactamos, es que las sensibilidades que hay en el Bloc deben estar representadas", apunta Jordi Juan, diputado de Compromís a Les Corts Valencianes, y ubicado en el sector crítico del Bloc que respaldó a Carbonell en la competición precongresual.
Los mismos argumentos, asimismo, los utiliza la corriente interna del Bloc para realizar esta petición. En la carta que presentarán a la Ejecutiva Nacional de los nacionalistas, Bloc i País señala que la dimisión del anterior portavoz nacional ha dejado el "partido cojo de una de las patas que lo conforman".
Así, dicha facción "entiende que el espíritu de consenso y cooperación surgido del último congreso se tiene que mantener y que es necesario ver representadas todas aquellas sensibilidades que se dan al seno de nuestro partido". "Por eso, Bloc i País, en la línea de consenso conseguida en el último congreso, cree que la figura del portavoz nacional debe ser restituida", rematan.
La propuesta de Bloc i País, sin embargo, tiene que superar un escollo: que sea aceptada en la próxima Ejecutiva Nacional y después ratificada en el siguiente Consell Nacional del Bloc -máximo órgano entre congresos del partido- que está previsto que se celebre el próximo 12 de noviembre.
Aunque no se descartan otras candidaturas, el enfrentamiento está servido. No en vano, el síndic parlamentario de Compromís y afín a la dirección actual del Bloc, Fran Ferri, declaraba este lunes en una entrevista en Valencia Plaza que como militante del Bloc, en los últimos meses no había "echado de menos la figura del portavoz".
La afirmación no caía bien dentro del sector crítico del Bloc. "Si venimos de una época en la que el trabajo del portavoz ha sido escaso, es normal que no se eche de menos un portavoz. Pero ¿que habría pasado en caso de que sí hubiere asumido y potenciado las funciones que le otorgó el Congreso? Pues que probablemente si lo echaríamos de menos", reflexiona Jordi Juan, en declaraciones hechas a este diario que, de alguna manera, reprochan la tarea realizada por Carbonell.
La postura de Juan no es aislada. La diputada de Compromís, Mònica Àlvaro, y ubicada también en el sector crítico del Bloc, señaló a Valencia Plaza que a pesar de que en los últimos meses no se ha sentido "incómoda" con las decisiones que ha tomado la coordinadora nacional, Àgueda Micó -la líder del ahora sector oficialista-, los estatutos del partido aprobados "están para cumplirse", afirmó. Por lo que, si en el último congreso "se creó la figura del portavoz, y ésta está vacante, hay que cubrirla".
"Los cargos no se crean para las personas, sino por las necesidades que tiene el partido. La figura de portavoz no se hizo pensando en Rafa Carbonell, si no en repartir el trabajo, que tuviera más protagonismo en Compromís, más voz en la calle... Somos un partido grande, que está dentro de una coalición, y es bueno que se dividan responsabilidades", advirtió la parlamentaria.
En este sentido, Àlvaro añadió que la presión que había en junio, tras la dimisión de Carbonell, ya no existe y, por lo tanto, se puede retomar el debate. "No me consta que hayan otras propuestas encima de la mesa, pero Miquel Bononat genera un amplio consenso. Yo lo apoyaría", subrayó la diputada que, en su día, como Juan, dimitió de la Ejecutiva del Bloc por la confluencia electoral con Podemos. Así, consideró que otros miembros del sector crítico como la también parlamentaria Teresa García -que trabaja en la comisión de investigación de Feria Valencia- o el eurodiputado Jordi Sebastià, apoyarían la propuesta.
Unas visiones contrapuestas entre las dos sensibilidades mayoritarias del Bloc que pueden generar otra herida interna. Y todo antes de afrontar debates dentro de Compromís como el reglamento de primarias, que ya ha generado roces y tensiones entro los socios de la coalición valencianista.