VALÈNCIA (EFE/Rosabel Tavera). El castellonense Luis Caracena, experto en adiestramiento canino, realiza tareas de búsqueda de desaparecidos en Catarroja junto a Blue, un pastor belga experto en localización de personas fallecidas, y tras ensalzar la labor de las unidades caninas para localizar cadáveres, advierte de la escasez de este recurso.
Caracena, que dirige la Unidad Canina de Búsqueda y Rescate de Castellón, vivió este jueves el rescate de una persona fallecida en Catarroja, realizado por el equipo de búsqueda que actúa en la zona dirigido por el Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia.
Junto a Blue se pudo localizar a esa persona desaparecida sin vida en un lugar "por el que ya se había buscado".
Mientras habla con EFE al teléfono, da indicaciones a Blue -el trabajo es incesante y no hay tiempo que perder- y pone el foco en la importancia de contar con perros adiestrados en la localización de cadáveres, ya que su labor es totalmente diferente a la de los canes que buscan a personas vivas y cuya labor ya no es útil en estos momentos.
Unidades como la suya están trabajando en diferentes puntos afectados por la Dana que se están peinando para tratar de localizar a los desparecidos.
Las unidades caninas llegadas de toda España cuentan con unos 15 o 20 perros capacitados para localizar cadáveres, y son, en muchas ocasiones, "los únicos que encuentran un cuerpo".
Este jueves, él mismo buscó a escasos metros donde fue hallado el cuerpo, sin verlo. Los cuerpos están camuflados para la vista humana en muchas ocasiones, pero "para el perro no, que fue quien realizó el hallazgo".
Y destaca la dificultad que implica el fango, acumulado en varios metros en muchos lugares en los que se sospecha que hay desparecidos.
"Lo que buscan los perros es el olor, que es gas y encuentra muchos recovecos", pero una capa espesa de fango "dificulta mucho" que emane ese olor o incluso lo impide. Además, "cuando se empiece a solidificar el lodo las tareas se van a complicar aún más", advierte el experto.
La zona en la que están trabajando ahora es "realmente compleja" y se está revisando por segunda vez.
Caracena tiene experiencia en catástrofes internacionales como el terremoto de Turquía y en la guerra de Ucrania donde su equipo asesoró y formó a equipos de rescate locales para la localización de víctimas; ahora se centra, de manera voluntaria y hasta que sus días libres le den margen, en encontrar a desaparecidos por la tragedia de la dana en un espacio "de kilómetros y kilómetros cuadrados".
Pero pese al trabajo que no pausa, Caracena quiere poner el foco en la labor que realizan los voluntarios de Protección Civil, llegados no solo de toda la Comunitat Valencia sino de toda España, que son "profesionales valiosísimos en muchos campos". "Su labor bien canalizada puede ser de una gran ayuda", ha apuntado.
Y pone el foco en el hecho de que este hecho dramático de la Dana "sucedió ya en el pasado, ha vuelto a suceder y volverá a suceder", tras lo cual se pregunta si estaremos preparados.
A su juicio, la previsión de algo tan a largo plazo es que "se enfría" y se olvida la necesidad de contar con recursos como estas unidades cinológicas especializadas.