VALÈNCIA. Encontrar talento se ha convertido en una máxima para que las empresas puedan escalar su negocio y seguir creciendo. Sin embargo, a veces es difícil encontrar en España determinados perfiles. Con la crisis muchos han decidido marcharse fuera del país, ya sea por la falta de empleo, por la falta de proyectos que les motivaran o incluso porque sus compañías han decidido mandarlos fuera.
A pesar de las dificultades, la valenciana Isabel Bonilla es especialista en repatriar talento nacional y siempre que puede valencianos a través de Bo Growth, compañía de la que es socia fundadora y con la que se dedica al headhunting. Tras pasar por Russell Bedford International, de la que fue directora de Recursos Humanos en España, decidió montar su propia consultora atendiendo a sus inquietudes, que eran dedicarse plenamente a los recursos humanos, al marketing y a la estrategia de personas.
El headhunting es un mundo de confidencialidad, pero sí hay un casos de éxito conocidos, y varios en la valenciana Zumex. "Allí hemos traído una cantidad importante de personas de otros países porque son una empresa con mucha innovación, están muy por delante a nivel mundial y necesitan tener y atraer a lo mejor de lo mejor", reconoce. Entre sus últimas aportaciones se encuentra Carlos Martín, director de Proyectos, quien aterrizó este mismo mes en la compañía.
"Esto surge porque organicé una expedición a Silicon Valley en abril. Estuvimos en la empresa de Carlos, el laboratorio de innovación Lime Lab. Yo le escuchaba y a la vez pensaba que era perfecto para Zumex. Aunque no estaban buscando a nadie para ese puesto les puse en contacto y en dos meses estaba aquí. Tenía un conocimiento de oficina técnica, innovación y de comercial ideal para ellos", asegura. Recientemente trajeron a otra persona del equipo de innovación de Yamaha en Tokio.
"Hacemos consultoría de personas e intentamos que las empresas tengan a las mejores personas posibles y que las personas que trabajan en las empresas estén lo más satisfechos posibles para que al final las cosas vayan mejor", señala. Su programa, llamado Retalent, es utilizado por muchas compañías españolas que recurren a ellos no solo para sedes nacionales, también para sus filiales internacionales. "Ahora estamos con un par de proyectos en California, uno en la costa este de Estados Unidos y otro tema con Colombia. Hacemos cosas para ellos desde aquí pero les acompañamos también fuera", explica.
Asegura que el headhunting es una cuestión de ajustes. "Hay que ver qué necesidad tiene el cliente y para eso se busca la mejor persona, esté donde esté, que le ayude a conseguir sus objetivos". En 2013 empezaron con este programa tras recibir la petición de ayuda de una compañía que no encontraba perfiles internacionalizados. "No tenían éxito, acudieron a nosotros y les propusimos buscar valencianos que estuvieran fuera de España y les interesara volver a casa, porque como en València no se vive en ningún sitio".
"Hemos traído gente de Japón, de Emiratos Arabes, de Inglaterra o de Estonia, por ejemplo. Tenemos una retahíla de países de donde hemos traído valencianos a casa", asegura. Destaca que fue una buena idea e incluso tienen a profesionales en cartera que han contactado con ellos porque quieren volver a la ciudad. Sin embargo, reconoce que reintegrarse en la empresa valenciana no es un proceso fácil. "No todas las empresas están capacitadas para atraer a este tipo de profesional, que es muy especial. Tienen una cultura muy diferente a la nuestra. Como ciudad, o como país, tenemos que pensar que hemos mandado fuera el talento para capacitarlo y ahora tenemos la oportunidad de aprovechar el talento y trasladarlo a nuestras organizaciones empresariales y que esto nos sirva para posicionarnos mejor. Es una oportunidad", insiste.
Estos profesionales están acostumbrados a trabajar con objetivos y desde cualquier parte del mundo por lo que se produce un choque cultural cuando se les pide estar en un puesto de trabajo de forma fija y atados a un escritorio."No todas las empresas españolas están capacitadas para absorber a este tipo de personas, pero trayéndolas generamos otra cultura y otra forma de trabajar, es como una balsa de aceite que contagia a nuestras organizaciones", insiste. Además, recalca la importancia de que este proceso se resuelva con éxito. "Cuando no estamos preparados y contratamos a una persona que tiene una forma de trabajar diferente si no sale bien lo que cuenta de España es malo y dicen que no merece la pena volver", lamenta
Además, recuerda que estos profesionales tienen unas condiciones salariales muy altas pero están dispuestos a ceder por venir a València y España, por eso las empresas deben ser flexibles en algunos aspectos. "Son personas que están en otra parte del mundo y a lo mejor te piden cinco meses para venir. La empresa también tiene que acomodarse a esas cosas". La fundadora de Bo Growth recuerda el secretismo que existe en torno al headhanting. "Nosotros publicamos algunas ofertas, pero no todas. Las compañías no quieren que la competencia sepa que vas a abrir en un determinado país o que buscas un perfil para potenciar un puesto".
Aunque el headhunting es una de sus especialidades, Bo Growth también tiene programas de employer branding. Diseñan las políticas de recursos humanos que deben tener las empresas para retener a sus trabajadores como sistemas de incentivos o programas de formación además de proporcionar coaching a profesionales para definir el desarrollo de su carrera en el futuro.