VALÈNCIA. Sorolla sigue guardando, cien años después de su muerte, sorpresas inéditas. El Archivo Histórico de la Nobleza, archivo estatal dependiente del Ministerio de Cultura y Deporte, ha hallado seis cartas inéditas escritas por el pintor valenciano. Los manuscritos son parte de la correspondencia del artista con VII conde de Villagonzalo en medio de un encargo de varios retratos para su familia. En estas cartas se incluyen bosquejos y notas sobre los trabajos que estaba pintando en ese momento y son un hallazgo importante porque completan la otra parte de la correspondencia (las cartas del conde al pintor) que ya se custodiaban en el Museo Sorolla.
El hallazgo ha sido inesperado y casual. Han tenido lugar durante los trabajos técnicos previos a la digitalización del fondo de los condes de Villagonzalo, al que pertenecen las cartas y sus respectivos sobres. Los documentos se encontraban entre otros de mucha menor importancia, como justificantes y recibos domésticos, impuestos y facturas de agua, teléfono, alimentación y peluquería, entre otros.
A lo largo de las cartas, Sorolla aborda principalmente las cuestiones que implica la realización de varios retratos de la familia del conde. El primero, el de “su señora hija Doña María Luisa”, por el que ingresó 20.000 pesetas en julio de 1905. Para Sorolla este fue un encargo importante: llevó el cuadro a su exposición de 1908 en Londres y le ayudó a acrecentar su reputación internacional. En su correspondencia con el conde dejó por escrito cómo transcurrieron las citas de posado con su hija y confirmó el precio de la obra, por la que cobró 20.000 pesetas.
Las cartas reflejan el momento exacto de la carrera del pintor valenciano. También estaba retratando a la Condesa de San Félix, de la que bromea en una de las cartas. Y refleja una cita con Manuel García Prieto, I Marqués de Alhucemas. En 1907, Sorolla realizó una estancia en La Granja (Segovia), en la que pintó 32 cuadros, principalmente paisajes.
Pero tal vez el mayor hallazgo sea el de una de las cartas, fechada el 5 de julio de 1907, en la que se aprecian los croquis de la pareja de retratos que Sorolla realizó ese mismo año a los reyes Alfonso XIII, con uniforme de húsares; y Victoria Eugenia de Battemberg, con mantilla, ambos en los jardines de La Granja. El autor acompañó cada boceto con notas sobre la dificultad del proceso –“por la brillantez fina de la luz solar reflejada”- y la personalidad de la reina, que le pareció “un encanto” y culta. “Aquí me tiene usted atareadísimo con esta magna empresa de pintar Reyes; ya están los dos en franca marcha, ignoro si buena o mala, pero ya estamos embarcados”, refleja en otra carta en la que se funde en elogios a la familia de retratados.
Pero también hay espacio para cierta sorna con la que le habla de otros clientes: “Su buen consejo tuvo hace pocos días que ponerse a prueba por una visita que tuve, la señora apretaba de lo lindo, pero me defendí bien, y no hice nada de lo que pedía, no fue mal triunfo”, dice Sorolla. Y sigue: “Yo me hago cargo de mi situación, por lo de la [condesa] de San Félix, y procuro salir ileso de esta batalla de pequeñas cosas, que suelen estropear otras irreparables”. Gracias a las cartas de respuesta que conserva el Museo Sorolla se sabe que su interlocutor le aconsejaba que no hiciera caso y que pintara como le pareciera “justo y correcto”, no dejándose influir por nada.
“Los materiales hallados en el Archivo Histórico de la Nobleza representan una valiosa fuente para la investigación en torno al proceso creativo de Sorolla y en torno a sus retratos, considerados un capítulo esencial de su evolución pictórica y de su relación con los maestros de la pintura española. Cronológicamente, la documentación se corresponde con una etapa de consolidado reconocimiento internacional para el artista, tras haber desarrollado con éxito numerosos géneros pictóricos”, contextualiza el Ministerio de Cultura en la nota en la que ha comunicado el hallazgo.
Dentro del Archivo Histórico de la Nobleza, el fondo de los condes de Villagonzalo, que está en proceso de digitalización, está compuesto por 491 cajas, cada una con una media de 1.700 documentos, recopilados a lo largo de cinco siglos, entre 1417 y 1917. En este mismo fondo documental, el archivo halló en 2019 el que probablemente sea el primer documento oficial que testimonia la llegada de Cristóbal Colón a las costas peninsulares tras la travesía oceánica que supuso la llegada a América, y que está datado el 3 de mayo de 1493.
El público podrá ver por primera vez algunas de estas cartas a partir del próximo 8 de octubre en el propio Archivo Histórico de la Nobleza, con motivo de la exposición Mujer, Nobleza y Poder, que se presenta mañana en Toledo. En esta muestra, que estudia la vida cotidiana de importantes mujeres de la historia de España, las cartas de Sorolla se expondrán en el contexto del mecenazgo, del que se beneficiaron otros maestros de la pintura como Francisco de Goya.
Para saber más
El Año Sorolla clausura sus actividades en València con una gran exposición en Fundación Bancaja en la que la emoción une el trazo del pintor y el relato de Manuel Vicent