VALÈNCIA. La presidenta regional del PPCV, Isabel Bonig, ha mantenido en los últimos meses una relación tirante con organizaciones empresariales de la mayor relevancia como la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) o la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE). Si con los primeros ha tenido desencuentros por su participación en la manifestación del 18N contra la infrafinanciación y por la intención de la líder popular de modificar las ayudas contempladas en la Ley de Participación Institucional, con los segundos ha sufrido el correctivo verbal por parte del presidente de la entidad, Vicente Boluda, debido a sus posicionamientos sobre las organizaciones empresariales.
Una desconexión entre dos actores -PP y patronal- habitualmente en sintonía que Bonig no pretende extrapolar al resto del ámbito empresarial. De hecho, consultando la agenda de la presidenta regional, llama la atención la intensa actividad que la dirigente ha acumulado en el último trimestre de 2017 precisamente en los que se refiere al ámbito económico. Así, en apenas dos meses y medio, ha mantenido una quincena de encuentros, visitas y reuniones relacionadas con distintos sectores productivos.
Un puerta a puerta empresarial que los populares esgrimen como prueba de que las discrepancias existentes con parte de la patronal no se extienden a la proximidad que Bonig y los suyos quieren mantener con los actores económicos de la Comunitat Valenciana. Es decir, la líder regional viene optando por atender lo máximo posible a otros colectivos territoriales menos reconocidos o distintas empresas o cooperativas de importancia comarcal.
Así, a finales de septiembre la presidenta del PPCV se reunió con Hosbec y con la Asociación de Apartamentos Turísticos de la Costa Blanca (Aptur), a lo que siguió un encuentro con la Federación de Empresas de Hostelería de Valencia y con la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo de Castellón (Ashotur). Finalizada esta gira específica con los colectivos relacionados con esta rama, Bonig se citó con la Federación de Promotores Inmobiliarios y Agentes Urbanizadores de la Comunidad Valenciana y organizó además una jornada de empleo, autónomos y emprendedores en la que participó la ministra Fátima Báñez.
También en noviembre, la dirigente popular mantuvo un encuentro con 40 representantes de la Asociación de Empresarios del Camp de Morvedre (Asecam) y, poco después, con la Asociación de Empresarios de Hostelería y Turismo de la Marina Alta (Aehtma). A ello le siguió una comida de trabajo con la dirección de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA) y, posteriormente, mantuvo una reunión con las entidades del comercio como Fecoval, Anged, Covaco y Asucova.
Ya en diciembre, acudió a Crevillente para participar en una reunión del consejo de la Unión Nacional de Fabricantes de Alfombras y Moquetas (Unifam), asistió a la asamblea general de la Unión de Asociaciones de Taxis de la Comunitat Valenciana, visitó la Cooperativa de Monforte del Cid y, días atrás, acudió a la Empresa Galol en l'Olleria.
Un recorrido de corte económico que evidencia la intención de Bonig de que la frialdad de su relación con la gran patronal no se confunda con desatención con la actividad empresarial. Unas asperezas que podrían redirigirse en las próximas semanas dado que, tal y como informó Valencia Plaza, la cúpula de la CEV planea iniciar una ronda de contactos con todas las formaciones políticas que comenzaría, precisamente, con la fuerza más votada que es el PPCV.