VALÈNCIA. La presidenta del PPCV, Isabel Bonig, no tiene previsto aflojar el pulso en su enfrentamiento con la patronal valenciana que viene librando casi desde su llegada al poder en la formación popular y que se ha recrudecido en las últimas semanas. Así, pese a que la líder regional trató de morderse la lengua preguntada por los medios de comunicación este miércoles, terminó enviando un recado al presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), Vicente Boluda, y a su homólogo de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), Salvador Navarro.
De esta manera, Bonig insistió en que el partido que dirige es "libre" para fijar "su estrategia" tras "un proceso largo y complicado". Así, la líder regional dejó claro que no tiene previsto virar en la posición iniciada semanas atrás cuando pidió la retirada de las ayudas directas a patronal y sindicatos aparecidas en los Presupuestos de 2018. Una postura dirigida a que estas subvenciones se repartieran por concurrencia competitiva y pudieran alcanzar a otras organizaciones aparte de CEV, UGT y CC OO y que no encontró finalmente respaldos suficientes en Les Corts para salir adelante. Aún así, la propia Bonig anunció la pasada semana su propuesta de reforma de la Ley de Participación para, precisamente, cambiar el sentido de estas ayudas.
Las críticas de las organizaciones empresariales no tardaron en llegar. Boluda fue probablemente el más duro, al lamentar que en el PPCV no hubiera "gente de entidad que motive" y preguntarse respecto a su posición: "¿Pero Bonig sabe lo que es la CEV? Igual cree que es un perfume". En cuanto a Navarro, si bien no se ha prodigado en declaraciones públicas en respuesta a Bonig, algunas personas de su entorno como el vicepesidente de la CEV, Vicente Lafuente, sí replicaron a la líder del PPCV: "Cuando uno necesita buscar enemigos inexistentes, es que no tiene proyecto", aseguró en una entrevista concedida a Valencia Plaza, en la que también reprochó que Bonig no hubiera contado con los empresarios en su última reunión con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.
Con este escenario, la presidenta popular, pese a afirmar que no tenía intención de "perder ni un solo minuto" en responder a las críticas, envió finalmente un dardo envenenado a los dirigentes empresariales: "Si quieren hacer política, podrían dar un paso adelante y entrar en política", sentenció, para insistir en cada uno era "libre" para "fijar sus estrategias". Una afirmación que aparece vinculada a la posición de desmarque que viene adoptando Bonig respecto a su relación con la patronal, que en los últimos años había sido muy estrecha con su partido. De hecho, la dirigente popular ha afirmado en varias ocasiones recientemente que considera al PPCV "el partido de los trabajadores".
En sus declaraciones de este miércoles, Bonig envió otro mensaje combinado al presidente de la Generalitat y a las organizaciones empresariales y sindicales: "Me da la sensación de que Ximo Puig viene de la vieja, vieja, vieja y muy vieja política y con él mucha otra gente", subrayó. Una reflexión que recordó a otro enviado al inicio de la legislatura cuando la presidenta popular cargó contra el jefe del Consell y la reunión de la Mesa del Diálogo Social conformada por patronal y sindicatos, calificándolos de "viejos actores".