Isabel Bonig y Mariano Rajoy, en una foto de archivo. EVA MÁÑEZVALENCIA. La dirección del Partido Popular valenciano ha decidido cambiar de arriba a abajo la formación y para ello propondrá a Génova la celebración de congreso extraordinario que lleve a cabo una refundación que incluiría listas abiertas, primarias, limitación de mandatos y hasta un cambio de nombre. De ahí saldría un nuevo partido de corte valencianista integrado en el PP nacional. A la pregunta de cómo podría denominarse el nuevo partido, pusieron como ejemplo "Populars valencians".
Así lo explicó este martes la cúpula del partido en un almuerzo off the record con directores de medios de comunicación para explicar la situación de la formación una semana después de comenzar la operación Taula. El propio partido levantó el off the record y permitió su difusión después de que un medio publicara el contenido.
Isabel Bonig, acompañada de los líderes provinciales Javier Moliner, José Císcar y Vicente Betoret y de la coordinadora general del PPCV, Eva Ortiz, evidenciaron la tensión vivida y su hartazgo por la sucesión de escándalos protagonizados por destacados miembros del PPCV y aseguraron que el órdago a la dirección del partido en Madrid se lanzará cuando se despeje la incógnita de la presidencia del Gobierno o, en su caso, de nuevas elecciones generales.
Los dirigentes valencianos afirmaron que el PP nacional "también tiene que cambiar", y aseguraron que cuentan con el apoyo de las bases, de las que han recibido en varias asambleas propuestas en este sentido.
Ante el escepticismo de los presentes sobre la posibilidad de que Génova acepte la propuesta, varios integrantes de la cúpula se mostraron dispuestos a, sí se rechaza, apartarse para dejar paso a otros. "Si lo que quieren es que sigamos igual, no vamos a estar", afirmaron. En ningún caso se plantean fundar un nuevo partido completamente independiente ni marcharse a otra formación, sino que, en caso de negativa de PP nacional darían un paso atrás para que otras personas dirigiesen el PPCV.
Sobre los casos de corrupción que están de actualidad estos días, Bonig explicó que el partido reclamará el acta a los concejales o diputados que sigan imputados después de declarar ante el juez. No es el caso de Rita Barberá, a la que la cúpula del PPCV no ha pedido expresamente la renuncia al acta de senadora -su aforamiento impide que pueda ser imputada, al menos de momento-, aunque la opinión general en el partido es que la exalcaldesa "debería estar en su casa".
De hecho, la cúpula del PPCV ya ha planteado a los nueve concejales del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Valencia que están imputados la necesidad de que renuncien a su acta si el juez que dirige la operación Taula mantiene su imputación después de declarar ante él.
Los dirigentes populares creen, después de haberlo hablado con ellos, que la mayoría no pondrá problemas, aunque hay tres que no está claro que vayan a renunciar. En ese caso, se les expulsaría del grupo y pasarían a integrar el grupo mixto del Consistorio.
El único concejal de los diez que tiene el PP que no está imputado es Eusebio Monzó, ex secretario autonómico de Hacienda de la Generalitat, que era nuevo en la lista.
