Isabel Bonig deposita su voto en la urna este lunesVALÈNCIA. La primera edición de las primarias del PPCV se resolvió este lunes con no pocas incidencias. José Luis Bayo, precandidato y único rival de la actual presidenta, Isabel Bonig, se retiraba del proceso una hora antes del comienzo de las votaciones al considerar que no se habían cumplido unas "garantías mínimas" en estas elecciones internas para dirimir al líder de la formación popular.
Más allá de esta circunstancia y a la vista de los resultados, el PPCV ha pagado la novatada en este proceso por los errores acumulados durante años: descuidos graves en el control del censo y una masa de afiliados que nunca había dejado crecer -de forma probablemente ficticia- hasta los 150.000 militantes.
Así, sin demasiado tiempo para arreglar el desaguisado, la dirección regional se ha enfrentado un proceso en el que, además de la siempre compleja recogida y validación de los avales, se debía producir la inscripción para ejercer el derecho al voto, para lo cual cada afiliado debía regularizar -si no lo estaba- su situación para participar en el proceso. Es decir, pagar su cuota.
Pese a las facilidades puestas por el Comité Organizador del Congreso (COC), dado que un afiliado podía participar haciendo frente al pago únicamente de 2016, el número de inscritos -7.006 finalmente, 4,7% de la militancia-pone de relieve las dificultades tanto para movilizar a la militancia como para ponerse al día bajo las reglas marcadas, algo que demuestra el descontrol de los últimos años en el seno del PPCV. De hecho, cabe recordar que el presidente del COC, Jorge Bellver, aseguró días atrás que se habían inscrito 8.690 militantes al proceso, lo cual indica que casi 1.700 personas se cayeron del censo inicial por no regularizar su situación o por otras causas.
A todo hay que unir las dudas que genera la poca animosidad que al parecer ha suscitado el proceso en la militancia del partido. Más de un miembro de la dirección regional ha confesado en privado que se hacían "muchas llamadas" para convencer a afiliados para que se animaran a participar: pese a todo, la cifra final de inscritos deja entrever que de los 150.000 afiliados que a priori tiene el PPCV, solo están movilizados algo más de 7.000.
Eso sí, la participación, dentro de el número de inscritos, fue muy alta: 6.824 personas depositaron su voto -un 4,5% de los 150.000 afiliados-, si bien un 97,4% del total de inscritos al proceso. Bonig, sin oposición, recibió 6.645 sufragios, lo que le lleva a ser candidata única con un apoyo del 97% de las papeletas.
Haciendo la lectura positiva, así lo puntualizaban fuentes populares, con estas primarias han participado siete veces más militantes que en el último congreso de 2012, donde bajo el sistema de compromisarios solo cerca de un millar tuvieron oportunidad de votar. Un consuelo demasiado pequeño para una organización de la envergadura del PPCV que, no obstante, ha dado su primer paso para empezar a manejar cifras internas reales.
Por provincias, en Valencia votaron 3.236 personas de las cuales 3.157 dieron su apoyo a Bonig. En Alicante se registraron 2.324 votos, de los cuales la actual presidenta recibió 2.301. Mientras, en Castellón votaron 1.264 afiliados, de los que 1.187 otorgaron su voto a Isabel Bonig. Si se compara con los inscritos inicialmente, en Valencia se perdieron 1.040 personas, en Alicante 728 militantes y en Castellón en torno a un centenar.
A partir de este momento se abre un periodo de 24 horas para que el COC resuelva las posibles incidencias que se hayan producido y emitirá el día 15 el resultado definitivo de las votaciones.
