VALÈNCIA (EFE/María Vicente y Nuria Cano). Las mujeres que solicitan un préstamo para empezar un negocio tienen hasta un 30 % menos de probabilidades de obtenerlo que un hombre, una brecha de género en la financiación que sigue lastrando el emprendimiento femenino.
Según datos de ATA, las autónomas que solicitan un préstamo para crear una empresa tienen entre un 10 % y un 20 % menos de probabilidades de obtenerlo que un hombre, una brecha que desde la Cámara de Comercio de Madrid elevan hasta el 30 %.
"Se siguen manteniendo estereotipos de género en el proceso de concesión de préstamos", denuncia la responsable del área de Mujer de ATA, Candelaria Carrera, una consideración que comparten asociaciones, instituciones, organismos y también desde el Gobierno.
Esta misma semana el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ponía el acento en este tema.
"Los investigadores aportan pruebas de que las empresarias que inician un negocio tienen menos probabilidades de solicitar un préstamo y es menos probable que lo reciban durante el primer año de la empresa", señalaba en la inauguración de la 5ª conferencia sobre Diversidad, Equidad e Inclusión en Economía, en Finanzas y en Banca Central.
Sin embargo, añadía Hernández de Cos, aquellas que reciben un préstamo en el año de creación de su empresa tienen menos probabilidades de incumplir en comparación con las empresas dirigidas por hombres.
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, también denunciaba esta semana ese "sesgo de género" en el acceso al crédito y reclamaba a las entidades financieras "empatía".
"Las mujeres a la hora de emprender tienen más difícil el acceso a la financiación, cuando existen numerosos informes que demuestran que las empresas lideradas por una mujer suelen ser más conservadoras y a largo plazo más rentables", explica a EFE la vicepresidenta de la Cámara de Comercio de Madrid, Eva Serrano, quien apunta también a carencias en cultura financiera.
"He hablado con muchas empresarias o emprendedoras a las que se les deniega un crédito y se van. Hay que creer mucho en el proyecto y conocer qué producto financiero te encajaría, porque si vas sin aval y encima no sabes qué producto te encaja mejor tienes todas las papeletas para que no te lo pongan fácil", añade Serrano.
Las mujeres suponen el 36,8 % del total de autónomos en España, aunque llevan liderando el crecimiento del régimen de trabajadores autónomos (RETA) desde hace una década: desde 2013 ha aumentado un 14,4 % el número de afiliadas, frente a un 6,2 % de varones.
El perfil medio de emprendedora es el de una mujer entre los 45 y 59 años, que cuenta con formación específica y que lanza un proyecto en el sector servicios.
Desde la patronal de autónomos UATAE señalan al mayor aumento de las autónomas de nacionalidad extranjera: mientras que en 2023 las emprendedoras españolas aumentaron un 1,8 %, las de otra nacionalidad lo hicieron un 18,6 %.
"Ello podría indicar que en el crecimiento del trabajo por cuenta propia en España tiene una importancia determinante las personas con nacionalidad extranjera, que tienen más dificultades para encontrar un trabajo asalariado", determinan.
En este sentido, la ministra de Trabajo ha destacado la importancia de que el emprendimiento, principalmente el femenino, "sea sinónimo de oportunidad y no de necesidad", y ha recordado que la gestión de mujeres autónomas ya no está vinculada a los negocios familiares sino que ahora son creadoras de su propio empleo.
Junto a la financiación habitual, las emprendedoras tienen reducciones y bonificaciones de la Seguridad Social, así como ayudas directas al inicio de actividad o acceso a microcréditos sin avales, recuerdan desde las asociaciones.
Pero una de las herramientas más utilizadas en general es la capitalización de la prestación por desempleo, tal y como explicaba esta semana el presidente del SEPE, Gerardo Gutiérrez, con la que perciben en un solo pago una cuantía de 20.000 euros de media.
"Es la medida de respuesta de liquidez que el pequeño autónomo tiene con la inmediatez que necesita", señalaba Gutiérrez, ya que apenas tiene un trámite de un mes.
Junto a las brechas de financiación y de ocupación, también persiste en el colectivo la brecha salarial.
Según el secretario general de la asociación de autónomos UPTA, Eduardo Abad, el sueldo medio de los autónomos supera los 16.000 euros anuales, mientras que el de las mujeres apenas alcanza los 13.000, algo que "tiene que ver con los tiempos de trabajo y las cargas familiares".
La vicepresidenta de la Cámara de Comercio de Madrid, socia fundadora del despacho Deiuris Legal Partners, explica también esa brecha salarial en el tipo de sector en el que se emprende, ya que las mujeres se centran en proyectos del sector de servicios, de un tamaño pequeño, con pocos empleados, frente a los hombres, que lo hacen con empresas mayores y en industria y construcción.
"Además, nos ponemos sueldos bajos, damos preferencia a que cobren todos nuestros empleados y que el proyecto salga adelante en lugar de tener un salario acorde al puesto que estamos ocupando. Ellos, en cuanto hay saldo en caja, sí se ponen el salario más elevado", añade Serrano.