VALÈNCIA. Estos próximos días prometen ser emocionantes con la recta final de cara al ultimátum impuesto para el Brexit. A pesar de un ligero acercamiento a puertas cerradas, en la retórica ambos bandos siguen proclamando posturas en polos opuestos. A efectos de los mercados financieros constatamos que el tiempo se está agotando sin conocer solución alguna y que los inversores parece no tienen otra alternativa que apostar por un final razonable y de sentido común que sería ir a otra prórroga.
Dicha expectativa tiene toda lógica pero me pregunto si también es aplicable en este caso concreto. Lo lógico y racional probablemente también hubiera sido votar a favor de mantenerse en la Unión Europea (UE)... y los británicos eligieron en aquella histórica votación que no. Desde entonces todo lo que rodea al Brexit tiene un factor 'sorpresa' que creo no deberíamos subestimar y más aún cuando estos próximos días se deciden cuestiones importantes al respecto.
Para encontrar una solución al problema una de las dos partes tendrá que ceder en algunos aspectos, y tal como se presentan ahora las posturas me da la sensación que la única parte que tendría margen para ceder es el bando de Boris Johnson; y justo ahí radica el peligro a mi modo de ver. Un personaje con unas ideas muy enrocadas y que ve en la UE una especie de 'cáncer' del que mejor librarse cuanto antes y a cualquier coste. Es cierto que en los últimos días podría haberse producido un movimiento favorable de cara a una solución, lo que rebajaría algo las pretensiones del gobierno británico. Pero lo cierto es que no ha trascendido nada por ahora para darlo por hecho.
Si realmente Reino Unido estuviera dando este paso se abren cuatro escenarios posibles como solución al Brexit con el que podría evitarse un 'Brexit duro':
Como acabado de decir el cuarto escenario parece el más razonable aunque discrepo algo cuando los inversores lo dan ya por hecho. En mi opinión, el factor sorpresa que desde principio acompaña la historia del Brexit deja las cosas todavía muy abiertas... si solo pensamos en las posturas inflexibles que se han ido adoptando durante todas las negociaciones que ha habido hasta hace muy poco. Si no se logra acuerdo a finales de esta semana, el escenario más probable es que el Parlamento británico convoque nuevas elecciones y Johnson podría apostar por esta carta, si se ve respaldado y con opciones de ganar para luego imponer su tan querido 'Brexit duro'.
Esta última es una seria opción y sorprende que los inversores no la contemplen demasiado en sus expectativas de mercado, probablemente algo cegados por los acontecimientos esperados con respecto a la 'guerra comercial'. Por tanto, los mercados financieros podrían verse sorprendidos por el desenlace definitivo del Brexit y lo malo en caso de 'no acuerdo' es que no tenemos referente histórico en bolsa para poder comparar y tirar de hemeroteca para analizar el posible impacto de un tal caso en los mercados. En este sentido mantenerse escéptico y algo más a la defensiva hasta que tengamos una idea más concreta no me parece la peor estrategia de inversión en estos momentos.
Christian Dürr es socio director de ETICA Patrimonios EAF