Les Corts cierran el último pleno del año con una bronca entre los grupos sin precedentes

VALÈNCIA. Hubo una vez, durante la gestión del Gobierno del primer Botànic, que los 99 diputados de Les Corts despidieron el último pleno del año aprobando un presupuesto, tomando las 12 uvas de la suerte y deseándose prosperidad y salud. Fue en 2018. Pero de aquel buen ambiente entre sus señorías no queda nada, y buena muestra de ello fue lo ocurrido este jueves en la última sesión de control al president de la Generalitat, Carlos Mazón, antes de expirar el año. 

La tensión fue tan alta, que incluso la presidenta del Parlamento, Llanos Massó, tuvo que hacer un receso de diez minutos para hablar con los síndics de cada formación con el objetivo de que trataran de relajar a sus grupos parlamentarios y así poder desarrollar la sesión con normalidad. Un parón que al final se tradujo en media hora con todos los parlamentarios fuera del hemiciclo. Los gritos e insultos que se propinaron la bancada de la derecha y de la izquierda fueron insólitos.

La jornada comenzó con la intervención del portavoz del PSPV, José Muñoz, que, como cada semana, reclamó al jefe del Consell su dimisión, que dejara el cargo "por la vergüenza propia y ajena" que a su grupo le genera que se mantenga al frente del gobierno valenciano. Reproches por la gestión de la Dana del pasado 29 de octubre en la que murieron 223 personas, seguido de calificaciones como "presidente ausente", que la bancada popular trató de contrarrestar con la respuesta que dio el Gobierno central, las condiciones para aportar ayudas económicas a los damnificados, o la "escasa agilidad" para gestionarlas. Incluso, también sacaron a relucir las causas judiciales como la del 'caso Koldo' -vinculado a José Luis Ábalos- y Begoña Gómez. 

La crispación alcanzó cotas considerables, pero estalló después de la intervención del síndic de Compromís, Joan Baldoví, quien también le reclamó a Mazón su dimisión y le acusó de ser un "presidente mentiroso" y "presidente fugitivo", además de lamentar que esté "aferrado al cargo". Los diputados de la coalición valencianista han comenzado a gritar "dimisión-dimisión" a la vez que daban golpes sobre sus escaños. "Me aferro a la democracia, la reconstrucción y pedir al Gobierno central lo que corresponde, ustedes se aferran al dolor y al odio, para eso sirve Compromís", respondió Mazón. 

Antes de que continuara con su intervención, comenzaron a escucharse gritos de "macarra" o "enseña el móvil", en relación a que ofreciera el registro de llamadas de su móvil del pasado día 29 de octubre como el presidente de la Diputación de Valencia, Vicente Mompó -si bien este finalmente no ha podido probar las llamadas que hizo y recibió por haberlas hecho, según su versión, a través de Whatsapp-. La bronca ha estallado finalmente tras el comentario del conseller de Educación, José Antonio Rovira, de que Pedro Sánchez salió corriendo de Paiporta en su visita con los reyes. Un reproche después de que Baldoví criticara que Mazón huyera de las víctimas.

"Se fue por patas", dijo Rovira acompañando la burla de un gesto con las manos. Un comentario por el que Muñoz pidió el uso de la palabra para defender la actitud del presidente del Gobierno y por el que el diputado de Compromís, Carles Esteve, comenzó a gritarle al conseller: "¿Tú de que te ríes? ¿Tú de que te ríes?". Mientras el president pedía calma, Rovira se giró en repetidas ocasiones para reiterar que Sánchez se fue "por patas" del municipio afectado por la Dana. La diputada Isaura Navarro, situada justo en el escaño de detrás del responsable de Educación, le espetó que dejaran el "postureo". "¿Qué postureo? ¡Que ha muerto mucha gente, ya está bien!", manifestó. 

En este punto, la presidenta de Les Corts decidió parar el pleno y hacer un receso. Algunos diputados permanecieron en el interior del hemiciclo, junto a parte de los consellers, mientras otros salieron a tomar aire junto a los síndics, que fueron convocados por Llanos Massó. 

La vuelta fue más sosegada y el nivel de improperios bajó, como también los decibelios. No obstante, todavía hubo ocasión para que la vicepresidenta y portavoz del Consell, Susana Camarero, sembrara dudas sobre la motivación de la petición de la Fiscalía y la vinculara con su subordinación al Gobierno central.  

Tras la bronca, los diputados han votado a los siete representantes del Consejo de Administración de À Punt a propuesta de PP y Vox: María José Arambul, Juan Alfonso Gil, Rosalía Mayor, Vicente Ordaz, Pilar Caro, Julio Utrilla y Susana Pérez. Tampoco, a diferencia de otros años, hubo votación de los presupuestos del próximo ejercicio, ya que se prorrogarán los actuales hasta que se diseñen unos nuevos teniendo en cuenta la catástrofe de la Dana.