VALÈNCIA. La Generalitat Valenciana ha adjudicado finalmente a Caixabank el contrato para instalar un total de 135 cajeros automáticos en zonas rurales despobladas de la Comunitat por un total de 8 millones de euros. Un concurso que Presidencia de la Generalitat puso en marcha en 2016 y cuya resolución se ha ido retrasando en el tiempo hasta día de hoy, cinco años después, por sufrir numerosos contratiempos.
De hecho, el Gobierno valenciano se vio obligado a principios de año a reducir varios de los requisitos de acceso a estas subvenciones, como por ejemplo que estas instalaciones cuenten con lector de libretas bancarias. El cambio vino motivado porque a mediados de julio del año pasado, desde la dirección general de la Agenda Valenciana Antidespoblamiento, decidieron dejar sin efecto el primer proceso en el que estaban inmersos para replantearse la fórmula a aplicar con estas subvenciones ante la falta de interés que mostraron las entidades bancarias, pues ninguna presentó oferta para prestar el servicio.
Una situación que entonces se atribuyó a la pandemia de la covid, ya que la convocatoria fue publicada una semana antes de decretarse el estado de alarma.
Para la nueva convocatoria, decidieron flexibilizar el modelo de cajero que se contemplaba inicialmente y que debía contar con especificaciones como un lector de libretas o un mínimo de 4 cajetines con una capacidad de, al menos, 2.000 billetes. Con los cambios introducidos, no obstante, la Generalitat permitiría que se pudiera instalar cualquier cajero homologado.
Asimismo, inicialmente también se pedía la presencia física de personal de la entidad bancaria para asesoramiento, concretamente de 50 horas al año. Pero también esta exigencia desapareció del pliego técnico y tan solo sería exigible ofrecer atención al cliente por vía telemática, algo significativo si se tiene en cuenta la elevada edad media de la población de los municipios de interior: el 30% tiene más de 65 años.
Con todo, en mayo la Generalitat recibió seis ofertas para optar al concurso para instalar cajeros automáticos en localidades donde no contasen con oficinas bancarias, pero de estas seis, tan solo Caixabank era un banco. El resto eran entidades no financieras y una cooperativa de crédito: Eurocaja Rural.
Ahora, con la adjudicación, será Caixabank la que se encargue de instalar estos 135 cajeros, según anunció este miércoles la directora general de la Agenda Valenciana Antidespoblament, Jeannette Segarra. Un proyecto por el que la Generalitat abonará a la entidad 8 millones de euros de aquí a 2025.