ALMERÍA (VP). La Asamblea General de Cajamar ha elegido hoy como nuevo presidente de la entidad a Eduardo Baamonde Noche, ingeniero agrónomo y director general de Cooperativas Agro-alimentarias de España hasta el pasado 31 de diciembre, cuando presentó su dimisión para encabezar la candidatura propuesta al nuevo Consejo Rector de Cajamar, que ha obtenido el respaldo del 98,7 por ciento de los más de 230 delegados que han votado en representación de los 1,3 millones de socios con los que cuenta la primera cooperativa de crédito de España.
Una vez aprobadas las cuentas anuales individuales y el informe de gestión correspondiente a 2015, además de conocer las cuentas consolidadas del Grupo, que cerró el ejercicio con un resultado neto de 70,2 millones de euros, la asamblea de este año ha estado protagonizada por la renovación de los órganos de gobierno, y en consecuencia de la presidencia de la entidad. Un proceso que se inició el pasado mes de septiembre, cuando el hasta ahora presidente Juan de la Cruz Cárdenas Rodríguez dio a conocer su decisión de no presentarse a la reelección tras la finalización de su mandato, para dar a paso a una nueva generación que pueda propiciar el diálogo y el entendimiento con las demás cajas rurales españolas con el objetivo de una posible unión futura del sector.
“Cajamar estará abierta al diálogo para propiciar movimientos similares a los que vemos en otros países europeos”, apunta Cárdenas Rodríguez. En su último discurso como presidente de la entidad se ha referido a los retos y dificultades a las que han de hacer frente las entidades financieras, “consecuencia de la presión regulatoria, las mayores exigencias de provisiones y capital, la transformación digital y el nuevo modelo de relación con los clientes, el incremento de la competencia entre las entidades, la mínima rentabilidad del negocio bancario tradicional y la dificultad de obtener nuevos ingresos”.
Sobre el futuro del sector de las cajas rurales, al que una vez más ha llamado a unirse en torno a un único grupo financiero, ha recordado que en distintos países europeos se han anunciado operaciones de concentración, y entre ellas, adelantándose a los acontecimientos cabe destacar las promovidas por bancos y cajas cooperativas en Holanda, Alemania e Italia. “En el caso de Holanda, todas las cooperativas de crédito se han fusionado y desde enero ya solo existe una sola entidad: Rabobank; en Alemania, los dos grandes bancos cooperativos, DZ Bank y WGZ Bank, han acordado también su fusión, que se materializará en agosto; y en Italia, se ha iniciado la reforma general del sector financiero cooperativo, que se concretará antes de final de año y habrá de concluir con un proceso de integración general del conjunto del sector”.
Para el hasta hoy presidente de Cajamar, este hecho, “las fusiones e integraciones que se están produciendo en la banca cooperativa de países de nuestro entorno más cercano, unido a la escasa rentabilidad del negocio bancario en el actual escenario de bajos tipos de interés y fuerte competencia, al desafío de la revolución digital que ya ha llegado, y a las mayores exigencias regulatorias que se avecinan también para las entidades pequeñas, habrá de conducir en España, inexorablemente, más pronto que tarde, al definitivo proceso de concentración del cooperativismo de crédito. Porque en el marco homogéneo de supervisión de la Unión Bancaria Europea, no puede seguir habiendo diferencias entre entidades, y todas ellas, con independencia de su tamaño y dimensión, aún permaneciendo una parte bajo el control del Banco de España, habrán de ser supervisadas con criterios uniformes y deberán atender y cumplir las mismas normas y requerimientos y procedimientos que las entidades significativas”, ha manifestado.
En este contexto, ha reiterado, “la posición de Cajamar es la de seguir trabajando para conseguir, algún día, la unión de todas las cajas rurales españolas en torno a un grupo financiero común. Estamos y siempre estaremos abiertos al diálogo, para que, cuando llegue el momento, podamos propiciar movimientos similares a los que ya estamos asistiendo en otros países europeos, que garanticen la persistencia del cooperativismo de crédito en España, sin transformarlo ni hacerle perder su singularidad, sino para desarrollarlo aún más si cabe, a través de un modelo mixto, donde cada caja rural continúe existiendo con su personalidad jurídica y su vínculo territorial, y un banco cooperativo ejerza como entidad cabecera del Grupo”.
Juan de la Cruz Cárdenas se ha despedido de la asamblea manifestando que después de 47 años de dedicación a la entidad, primero como empleado, después como directivo y por último en el Consejo Rector, ha considerado que “lo más útil es prestar un último servicio, intentando marcar el camino a personas de otras entidades que también podrían hacer lo mismo, dejando el pasado para la historia y mirando solo al futuro, y dar paso ahora a una nueva generación de personas ante la cual nadie tenga objeción ni pueda poner reproche alguno. Y que sea este nuevo equipo el que en adelante represente a Cajamar ante las instituciones, los organismos supervisores y el conjunto del sistema financiero español y europeo”.
Por su parte, Manuel Yebra Sola, consejero delegado del Banco de Crédito Cooperativo, entidad cabecera del Grupo Cajamar, ha presentado las cuentas anuales e informe de gestión del ejercicio 2015, en el que destaca la evolución del balance, que se sitúa en algo más de 40.400 millones de euros, tras experimentar un crecimiento interanual del 12,3 %, mientras que los recursos fuera de balance han crecido en un 12,2 %. Al tiempo que la concesión de crédito ha registrado un aumento del 11,8 %, lo que ha supuesto destinar 10.500 millones de euros a operaciones de activo, en tanto que la morosidad mejora en 1,8 puntos y los activos dudosos se han reducido en un 11,6 %. “Nuestro objetivo es consolidar un modelo de banca cooperativa que refuerce su singularidad y su espacio específico”, señala Yebra.
Respecto al año 2016, ha manifestado que las entidades financieras seguirán estando sometidas a un examen permanente del supervisor, que continuará poniendo a prueba a corto plazo los resultados de su actividad. El sector de las cooperativas de crédito, en particular, deberá adaptarse al nuevo escenario que se avecina como consecuencia de las decisiones del regulador y de los cada vez más complejos procesos de seguimiento y control. “Nuestro objetivo es contribuir al futuro de nuestras cajas rurales consolidando un modelo de banca cooperativa, que refuerce su singularidad, su propio espacio específico respecto a otro perfil bancario; dejando la puerta abierta al entendimiento con más entidades cooperativas, para afrontar así, con la solidez que nos da la suma de esfuerzos y capacidades, retos tan importantes como el de la generación de rentabilidad, el aumento de la concurrencia y la transformación digital del negocio bancario”, ha subrayado.
Para el consejero delegado del BCC, “todo ello, unido a los cada vez mayores requerimientos del regulador y de los supervisores, exigirá más pronto que tarde a las cooperativas de crédito de nuestro país, si quieren seguir actuando como una alternativa viable propia y singular de la economía social, ligada a los sistemas productivos locales, unos medios, unos recursos, una coordinación y una planificación estratégica conjunta que no están ya al alcance de ninguna entidad en solitario. Lo que no supone ni abandonar nuestra naturaleza cooperativa ni la cercanía y el trato directo con el cliente que nos caracteriza, sino ponernos a su disposición y ganarnos la posición que nos corresponde en el sistema financiero español”.
Una vez celebrada la votación y proclamada la elección de la candidatura al Consejo Rector, el nuevo presidente electo de Cajamar, Eduardo Baamonde, ha tomado la palabra para expresar su agradecimiento a quienes han hecho posible y facilitado la elección del nuevo Consejo Rector, y se ha comprometido a dedicar todo su esfuerzo, energía y conocimiento para seguir contribuyendo a la consolidación y crecimiento del cooperativismo de crédito español ante los desafíos y retos presentes y futuros. “El sector financiero se encuentra en una situación extremadamente compleja, ante una recuperación lenta de una crisis que podemos calificar como la más grave de la economía globalizada, que ha provocado una morosidad que lastra nuestro crecimiento, con unos tipos de interés en niveles de los que no hay antecedentes, lo que nos obligan a diversificar nuestra actividad y a reforzar nuestras economías de escala”.
“Seguiremos creciendo con el firme compromiso de no perder la esencia que nos ha hecho ser lo que somos", apunta Baamonde. El nuevo presidente de Cajamar ha insistido en la importancia de que Cajamar y las demás cajas rurales españolas sigan creciendo sin perder su particularidad como entidades próximas a sus clientes, comprometidas con el territorio y al servicio de sus socios: “con generosidad y humildad, como se ha hecho siempre, con el firme compromiso de no perder la esencia que nos ha hecho ser lo que somos”.
En este sentido, Baamonde ha apuntado que la capacidad de anticipación, el conocimiento del sector y la apertura de Cajamar son elementos fundamentales que le han permitido promover un proceso de integración en el ámbito de las cajas rurales, “y lo que es aún más importante, consolidar una cultura común, aprovechando el conocimiento de todos y manteniendo el compromiso con todos los territorios, la proximidad con sus clientes y la prestación de servicios que jamás se hubiesen podido realizar sin las sinergias generadas gracias a la integración”.
A continuación se ha referido a la posición mantenida por Cajamar en los últimos años, que ha suscitado las críticas de otras cajas rurales: “Nuestra voluntad de liderazgo no nace de la soberbia ni de ningún afán de monopolio, nace del convencimiento en nuestro modelo de banca cooperativa, una banca moderna y en línea con la que gestiona amplias cuotas de mercado en otros países, plenamente competitiva e integrada en la economía global. Nace de nuestro conocimiento del sector y de la realidad económica, a pie de campo, de la singularidad de los diferentes sistemas productivos locales existentes en nuestro país”.
El nuevo presidente de Cajamar ha dicho también que las cajas rurales españolas deben buscar aliados fuera de España: “la internacionalización de la economía en general y de nuestros clientes en particular, nos obliga a ello. Además es necesario buscar alianzas con nuestros colegas comunitarios en la defensa del cooperativismo de crédito, modelo que tiene su razón de ser y su espacio y que sin duda está suficientemente vivo para adaptarse a los nuevos tiempos”. Para lo cual ha insistido en la necesidad de reforzar el peso político del crédito cooperativo ante las instituciones comunitarias y defender su compatibilidad en el nuevo escenario de la unión bancaria europea.
El nuevo Consejo Rector de Cajamar que encabeza el nuevo presidente Eduardo Baamonde Noche, lo componen como vicepresidente primero Francisco Lorente Brox, empresario agrícola murciano; vicepresidente segundo José Luis Heredia Celdrán, hasta ahora director general de Cajamar; secretaria general María Luisa Trinidad García, profesora de Derecho Internacional de la Universidad de Almería; y como vocales Francisco Martínez-Cosentino Justo, presidente del Grupo Cosentino; Francisco Góngora Cañizares, presidente de la Organización Interprofesional Española de Frutas y Hortalizas (HORTIESPAÑA); Jesús Martínez de Salinas, abogado de Valladolid; María de los Ángeles Pérez Paracuellos, abogada y procuradora de Tribunales en Valencia; Juan Colomina Figueredo, consejero delegado de la Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas (COEXPHAL), y Bartolomé Viúdez Zurano, actual director de Negocio de Cajamar.