TRIBUNA LIBRE / OPINIÓN

Cambio climático: meteorito en rumbo de colisión con la Tierra

2/10/2019 - 

Una gran amenaza se cierne sobre la Tierra: el cambio climático que provocamos con nuestro modelo económico es como un gran meteorito que fuera a golpear el planeta. 

Recientemente asistí, como miembro de la Asociación de Ingenieros de la Energía, al congreso que celebró en Madrid. Dos ponencias magistrales de Elvira Carles, directora de la Fundación Empresa y Clima, y Álvaro Rodríguez, representante en España de The Climate Reality Project, mostraron datos dramáticos. Por esto comparo el cambio climático con un gran meteorito que se dirige a la Tierra en rumbo de colisión. Y hay una fecha de no retorno: según los expertos, es el año 2030. Y la reciente Cumbre del Clima ha puesto de manifiesto el convencimiento creciente de la necesidad de actuar con urgencia, porque:

  • Las consecuencias del cambio climático no afectan igual a todos los países por posición geográfica y nivel de desarrollo.
  • Los intereses económicos de algunos gobiernos, empresas y personas tienden a minimizar el problema.
  • Todos los gobiernos sin excepción han de comprometerse al unísono.
  • Es difícil la concienciación colectiva, eliminación de intereses y educación medioambiental.
  • La solidaridad económica es necesaria entre los países más ricos para con los menos desarrollados.
  • En 2030 la población mundial será de casi mil millones de habitantes. 

En este ya tardío momento, como en otros acontecimientos de la historia de España, urgen medidas, especialmente en el modelo energético. Desde mi perspectiva profesional, nuestros gobernantes no prestan la atención que el problema requiere, más allá de pequeñas acciones inconexas y electoralistas. Además, frenan medidas al colocar, por intereses partidistas, a sus elefantes en el retiro en las empresas energéticas. España viene saltándose sistemáticamente las directivas europeas en asuntos energéticos.

El problema merece un Plan Director con medidas concretas y una dirección técnica, no política. Para evidenciar los palos de ciego de nuestros gobernantes (y no me refiero únicamente al actual gobierno en funciones) comentaré algunos puntos que debiera contemplar este plan:

  • Movilidad sostenible: no se puede acabar con los combustibles fósiles sin implantar puntos de recarga. Esto obliga a eliminar o rebajar los peajes de potencia contratada y buscar el plan de viabilidad e impositivo para que todos los agentes económicos (no solo públicos) se interesen. 
  • Disponemos de cientos de miles de metros cuadrados de cubiertas en edificios públicos, así como empresas dispuestas a instalar y financiar paneles solares fotovoltaicos.
  • El necesario cambio de alumbrado público y del consumo energético de edificios e instalaciones públicas.  Requieren renovación y habría empresas interesadas, sin coste para el contribuyente. Ahora la mayoría de ayuntamientos actúan en función de la asignación anual que algún organismo público les otorga. Emplean así diez veces más tiempo en implantar las medidas de eficiencia energética que si se pusiera en manos privadas. 
  • Marcos jurídicos seguros para llevar a cabo los proyectos energéticos de forma eficiente, preservando los intereses públicos y de empresas. Los pocos concursos públicos que se licitan para eficiencia energética se eternizan con continuas impugnaciones, por deficientes pliegos de condiciones.
  • Educación para el ahorro energético y el consumo responsable, quizá obligando a los fabricantes a indicar la energía que cuesta producir sus artículos.
  • La mayoría de polígonos industriales no disponen de adecuado transporte público ni cargadores para vehículos sostenibles.

 

España, como país desarrollado, debe hacer frente en primera línea a la guerra contra el cambio climático, dejando al margen consideraciones políticas, para alcanzar la implicación de los países más involucrados del planeta.

Los dinosaurios no vieron llegar el asteroide que los extinguió, nosotros llevamos años viendo llegar el calentamiento global, ¿cuál es nuestra excusa?

Rafael Mínguez Martí, Ingeniero Industrial y gerente de Germanía Instalaciones