Camporrobles insiste en la reapertura del tren tras el revés judicial: "El servicio debe garantizarse"

VALÈNCIA. El Tribunal Supremo ha desestimado el recurso presentado por la agrupación Pueblos por el Tren -que integran once municipios de Cuenca, Madrid y Valencia-, lo que supone el cierre del tramo ferroviario Tarancón-Utiel de la línea Aranjuez-Valencia Fuente de San Luis. Aunque el fallo representa un nuevo obstáculo en la lucha de los pueblos afectados por recuperar este servicio, la plataforma Tren a Camporrobles ha redoblado su compromiso en defensa de una movilidad justa y sostenible. 

Inma Alemany, concejala de la oposición en el ayuntamiento del municipio y portavoz de la plataforma, asegura a Valencia Plaza que no abandonarán su objetivo de reabrir la línea ferroviaria: "Esto no ha terminado, continuaremos insistiendo porque la movilidad es un derecho básico". El fallo judicial argumenta que la línea no cumplía los criterios mínimos de sostenibilidad económica ni de uso por parte de los viajeros, según un informe técnico elaborado por la empresa estatal Ineco. 

Dicho documento resalta que el tráfico de usuarios se desplomó desde 2009, y la infraestructura presenta un estado de conservación deficiente que requiriría una importante inversión para su rehabilitación. En su lugar, propone reconvertir el tramo en una "vía verde" para peatones y ciclistas, respaldado por un protocolo de desarrollo territorial que incluye mejoras en servicios alternativos de transporte. 

Sin embargo, Alemany rechaza con rotundidad estas conclusiones. "Nos están vendiendo la idea de sostenibilidad para justificar el abandono ferroviario, pero cerrar una línea de tren, que es mucho más amable con el entorno ambiental que el transporte por carretera, no tiene sentido. Además, ¿qué parámetros usan para medir la rentabilidad social? El tren es un servicio básico que debería garantizarse", denuncia a este diario.

Impacto socioeconómico en la comarca 

Desde el cierre de la línea en enero de 2021, Camporrobles ha sufrido un notable deterioro en su calidad de vida y cohesión social. Según Alemany, la falta de un tren operativo ha tenido una especial afección sobre la movilidad, sobre todo, en las personas mayores y en aquellas sin acceso a un vehículo privado. "El tren era una alternativa cómoda y segura. Su ausencia ha dejado a muchas personas sin opciones para desplazarse a sus trabajos o realizar trámites en ciudades cercanas como València", añade la concejala. 

En la actualidad, según relata Alemany a este diario, los vecinos de Camporrobles y municipios colindantes solo pueden desplazarse hasta otros puntos de la comarca en autobuses lanzadera, habilitados por la Generalitat Valenciana. Una alternativa que, según la concejala, cumple su función en condiciones "precarias". "Los autobuses no coordinan sus horarios con los del tren en localidades como, por ejemplo, Utiel. Esto no solo complica la movilidad, sino que aísla todavía más a nuestros pueblos", señala a este diario.

Por otra parte, el impacto económico también ha sido significativo. Con una menor densidad de habitantes y un descenso de la actividad comercial, el municipio se enfrenta a una "insorportable" despoblación y, cada vez más, al cierre de negocios locales. "Cuando el tren funcionaba, teníamos más vida en el pueblo. Todo ello afecta a múltiples sectores de la comarca, desde la agricultura hasta el pequeño comercio", lamenta Alemany. 

Además, la concejala critica la propuesta de transformar los raíles del tren en una "vía verde", asegurando que no compensa la pérdida del servicio ferroviario. "Estamos rodeados de montaña y caminos naturales. No necesitamos otra ruta para pasear; necesitamos un transporte que conecte nuestros municipios con el resto del territorio", insiste Alemany. 

Movilización social y próximos pasos

La plataforma Tren a Camporrobles ya ha anunciado que no dará su brazo a torcer. Aunque el fallo del Tribunal Supremo ha supuesto un revés para la prolongada reivindicación de los vecinos del municipio, quienes llevan reclamando todos los días 7 de cada mes y desde hace cuatro años la reapertura del servicio, planean dar cuanto antes sus próximos pasos. 

De momento, entre las medidas que barajan, figura una consulta con expertos legales para explorar otras vías judiciales y administrativas, así como la solicitud de una auditoría con el conseller de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, Vicente Martínez Mus, para implicar a la Generalitat en la causa.

"Queremos que el Gobierno central amplíe la línea C3 hasta Camporrobles, que es una reivindicación histórica. El ministro de Transportes anunció que rehabilitarán el tramo entre Buñol y Utiel, por tanto, no hay excusa para no considerar nuestra propuesta", afirma Alemany. Además, la plataforma continuará con sus movilizaciones mensuales en la estación de Camporrobles, una acción que ha mantenido de forma constante desde 2021. 

Más allá del mantenimiento de la infraestructura, la pugna por el tren en Camporrobles es también una batalla por la igualdad territorial y la cohesión social. "Somos ciudadanos de segunda. Mientras en las ciudades tienen múltiples opciones de transporte, aquí nos dejan con soluciones ineficaces como los autobuses lanzadera, que ni siquiera están bien conectados con otros servicios", critica Alemany. 

Con esta nueva etapa, Camporrobles y los municipios afectados por el cierre del servicio afrontan un desafío que trasciende la sentencia judicial. La reapertura de la línea ferroviaria es vista como un pilar esencial para garantizar su futuro económico, social y ambiental. Aunque el camino se antoja largo, la plataforma Tren a Camporrobles no está dispuesta a rendirse.