MADRID (EP). El expresidente de la Generalitat Valenciana Francisco Camps ha afeado este viernes a su partido, el PP, no haber "rodeado de cariño y de afecto" a la exalcaldesa de Valencia Rita Barberá cuando "no estaba en las mejores condiciones y además de manera injusta", remarcando que para la exregidora, fallecida el miércoles, "el PP era su familia".
"La familia de Rita era el PP de España, su gente, y cuando uno está mal y se encuentra bajo un ataque absolutamente absurdo, desmedido y falsario necesita que su familia esté con ella, rodeándola, acogiéndola, queriéndola, porque si no siente que ha hecho una tarea personal estéril", ha dicho en declaraciones a la Cadena Cope, recogidas por Europa Press, en las que ha subrayado que Barberá dio al partido "toda su vida, nunca mejor dicho".
No obstante, no ha querido entrar en las afirmaciones de dirigentes del PP como el portavoz parlamentario, Rafael Hernando, que este jueves dijo que había sido apartada del partido para "protegerla". Sí ha pedido trabajar para evitar que la figura de Barberá quede ligada a la corrupción, "una etiqueta absurda que es lo más alejado de Rita Barberá".
Camps ha resumido la situación de Barberá en sus últimos meses utilizando una cita de un hermano de Alfred Dreyfus, militar francés víctima de antisemitismo a finales del siglo XIX: "Después de la degradación, el vacío se hizo en todo nuestro entorno, sentíamos que ya no éramos seres humanos como los demás, aislados del mundo de los vivos".
Camps ha remarcado que Barberá dedicó su vida a hacer de Valencia una ciudad con un proyecto de prosperidad y convivencia, y una ciudad "con una lealtad a España brutal", de modo que en los últimos meses se preguntaba --también se lo preguntaba él-- cómo podía estar viviendo esa "locura" y ese "desastre".
También está convencido de que su investigación judicial --por blanqueo en el caso Taula-- no hubiera llevado a nada, y ha denunciado que en España hoy es imposible argumentar cualquier cosa contraria a lo que "se consolida de manera brutal". "Hay un muro de silencio por un lado y de ruido por otro y es imposible explicar nada", ha añadido.
Del mismo modo, aunque ha subrayado que no quería ahora hablar de su caso personal, ha replicado que, aunque los casos judiciales se archiven, "aquí no sale nadie sin fisuras", porque "el dolor es profundo, la angustia es profunda" y al final uno se pregunta "por qué ha pasado todo esto".
Camps se ha preguntado cómo es posible que en un Estado de Derecho "se coja a alguien, se le destruya y se le intente convertir en una marioneta a la que se puede insultar, perseguir, encadenar con cámaras de televisión todos los días".
El expresidente valenciano --él mismo acusado y absuelto en el llamado 'caso de los trajes' de la trama Gürtel--, ha recordado que Barberá se presentó a la alcaldía de su ciudad porque se lo pidió el PP, y cómo quiso quedarse siempre en su ciudad y no ser ministra ni diputada. "Nunca fue prepotente, ni tomó decisiones a favor suyo, ni colocó a nadie ni lideró corrientes o familias, que era lo más ajeno a ella", ha subrayado.
Camps ha avanzado que el próximo lunes a las 19.30 habrá un nuevo funeral por ella en la catedral, oficiado por el cardenal Antonio Cañizares.
También ha criticado que los diputados de Unidos Podemos no guardasen un minuto de silencio en su memoria en la Cámara Baja el pasado miércoles, pero cree que su actitud dibuja lo que son: "gente uniformada, porque tienen un discurso violento, unas poses violentas y un uniforme violento, aunque en las formas pretenden ser suaves".
Es más, ha dicho que su "uniformidad" le recuerda a "otros momentos de la historia, a los camisas negras en Italia o a los camisas pardas en Alemania". "Actuaron como son", ha zanjado.