VALÈNCIA. El expresident de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, se acerca cada vez más al Ayuntamiento de València. Este viernes, de hecho, el acercamiento fue del todo explícito. La presentación de una reclamación al Ayuntamiento que dirige Joan Ribó para que devuelva los 43 millones a la Generalitat por la construcción del circuito de la Fórmula 1 sirvió a Camps para escenificar su intención nada velada de presentarse como candidato a la Alcaldía de la ciudad.
El exdirigente popular ya ha mostrado en varias ocasiones su disposición de volver a la política valenciana tras 10 años y de hacerlo concretamente en el ámbito municipal del Cap i Casal, donde inició su andanza política como concejal de Rita Barberá, figura que ahora abandera y reivindica allá adonde va y en las redes sociales. En este sentido, el movimiento de este viernes, acudiendo in situ al consistorio y convocando a los medios de comunicación, fue un paso más en la vuelta a la primera fila que desea.
Esto incrementa un poco más la presión sobre la que fuera candidata a la Alcaldía por el PP en 2019, María Jose Català, actual portavoz municipal del grupo popular que en el verano de 2020 fue elegida presidenta del partido a nivel local y que se encuentra inmersa ahora en la construcción de la nueva dirección regional. Camps indicó en la puerta trasera del consistorio que, de presentarse una candidatura encabezada por él, tendría muchas posibilidades "no sólo de ganar sino de hacerlo con mayoría absoluta".
Pero más allá del qué y del cómo, a nadie se le escapó el cuándo de esta comparecencia: la misma mañana en la que Carlos Mazón
representaba su puesta de largo como candidato cuasi electo a la presidencia del Partido Popular de la Comunitat Valenciana tras el forzado abandono de Isabel Boing. Mazón había organizado un acto multitudinario con el apoyo de la mayoría de las familias populares en el que estuvo Català y, por supuesto, no estuvo Camps, cuya convocatoria particular en el Ayuntamiento significó para muchos en el partido una contraprogramación en toda regla.
Los 43 millones de la Fórmula 1
El expresident de la Generalitat presentó ante el Ayuntamiento de València un escrito en el que urge a la corporación a reclamar a los promotores del PAI del Grao el dinero por la construcción del Circuito de Fórmula 1 que se debe retornar a la Generalitat y que asciende a 42,9 millones de euros.
El acuerdo suscrito entre el Ayuntamiento, que dirigía Barberá, y la Generalitat, que encabezaba Camps, para la construcción del circuito de la Fórmula 1 obliga a la administración municipal a devolver una parte, los 43 millones mencionados, a la Generalitat repercutiéndolos como cargas urbanísticas a los propietarios del PAI del Grao. Unas cargas que precisamente mantienen bloqueado el desarrollo del sector por ser demasiado elevadas para los propietarios, por lo que el consistorio busca cómo desbloquear la situación.
En este sentido, Camps asegura en su escrito que se ha tenido "reciente conocimiento" de que los propietarios del suelo "interesan en su beneficio y en detrimento del interés público" que sean minoradas las cargas y, por tanto, "las indiscutidas deudas asumidas por el Ayuntamiento en convenio con la Generalitat". Por ello, lamenta asimismo que desde 2015 no ha habido avances, lo que considera "un dejación grave de la obligación jurídico-publica de ejecución del planeamiento, de los requerimientos obligacionales y del cumplimiento de los pagos frente a la administración autonómica".
En declaraciones a los medios, Camps justificó esta iniciativa en que, no solo tiene interés él, sino "que se trata del interés general". "Estamos hablando de muchísimo dinero y de unas expectativas que los ciudadanos de València no tienen por qué perder".
Camps aseveró que, una vez archivada la causa por el Circuito de F1, tiene "la obligación" de pedir al Ayuntamiento que "reclame a los promotores y no cambie el plan porque exoneraría a los urbanizadores del PAI Grao del dinero que corresponde a todos los valencianos".
"Y la Generalitat en ese convenio tiene que reclamar al Ayuntamiento la inversión que se hizo de la prolongación de la Alameda y la Avenida de Francia, dos carriles de València". En opinión de Camps, estos dos carriles "están cerrados adrede para dar la impresión de que está abandonado" y de que lo que se hizo "no tenía ningún sentido".
Por su parte, la vicealcaldesa de València y concejala de Urbanismo, Sandra Gómez, calificó la actuación del expresident de "esperpento". "Es esperpéntico que nos encontremos hoy aquí a Paco Camps, que ha dejado un absoluto lastre a esta ciudad con el Circuito de la F1 que le podría costar a las administraciones más de 45 millones de euros, y que ha denunciado no se sabe bien qué precisamente porque estamos intentando solucionar el problema que nos dejó".
La edil lo atribuyó a que "Camps está buscando protagonismo". "Tiene muchas ganas y va a la desesperada a que alguien le haga caso", señaló Gómez, que instó al exdirigente a que "los problemas internos" que tenga con Carlos Mazón y María José Catalá se arreglen en el próximo Congreso Regional del PPCV "y nos dejen a los valencianos en paz con sus cuitas internas".