Foto: EDUARDO MANZANAVALÈNCIA. El expresidente de la Generalitat Francisco Camps ha manifestado este miércoles su voluntad de volver a la primera línea de la política tras su absolución en la última causa judicial que tenía pendiente, la relativa al caso Gürtel.
El que fuera jefe del Consell ha comentado que "ya ha tenido oportunidad de hablar" con el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, y le ha "trasladado este deseo". A partir de ahí, ha dicho, "le corresponde al PP decidir".
"Desde luego, me gustaría estar en política. Mi compromiso es irrenunciable, tengo más ilusión que cuando empecé. A partir de este instante, Paco Camps tiene todo el tiempo del mundo y toda la fuerza del mundo por delante ", ha afirmado.
La "reparación real" para él es "solo la de los jueces hoy". "Esto es lo más importante. La gran y definitiva reparación es la judicial. Desde el punto de vista personal, de lo que tengo ganas es de volver a primera línea, a la arena política. Es mi vocación de servicio público, es algo que llevo dentro. Nunca dejé la política. Pero no quiero entrometerme, las siglas de mi partido están por encima", ha indicado, para añadir que le "encantaría" volver a someterse "al escrutinio de las urnas": "Es del que salí y del que no debía haber salido nunca".
Camps ha recordado cuando hace 12 años salió del mismo sitio que hoy, su casa, para dirigirse al Palau de la Generalitat a dimitir. "Lo hice para defender la institución, la dignidad del PP que hoy sale fortalecida y mi honor. Me parecía una pena tremenda después de haber ganado por tercera vez las elecciones, pero entendí que la circunstancia me obligaba a ello para defenderme como un ciudadano más. Me quité el oropel de la presidencia. Nada malo hice salvo trabajar por la Comunitat", ha destacado.
Hace 15 años, ha recordado, fue imputado por primera vez. Y, desde entonces, ininterrumpidamente "todo este tiempo". "Tenía 45 años entonces y creo que tenemos que pensar si esto tiene algún sentido. Esto no puede ocurrirle a ningún español. No puede ser que alguien como yo lleve 15 años apartado de la pasión que siempre demostré por la política, no tiene sentido que haya tenido que leer, escuchar y ver mi nombre mancillado por el simple hecho de que alguien ha decidido poner en marcha una instrucción penal contra mi persona", ha reflexionado. Ahora, ha opinado, se demuestra su inocencia. "Nada le debía a nadie y nadie me debía nada. Siempre lo he dicho y lo mantengo. Lo que ha ocurrido es que yo era presidente y ya no lo soy". ha apuntado.
Camps ha incidido en que "siempre" ha atendido a los jueces, que no se ha "escondido" y que tampoco le ha pedido a nadie que le "indultara" o "amnistiara" porque ha estado "convencido" de que la justicia le iba a dar "la razón". "No he llorado por las esquinas y todo eso también tiene que tener algún tipo de valor", ha considerado.
En este contexto, ha lamentado que durante este tiempo no ha podido ejercer la primera línea política, como le hubiera "apetecido hacerlo", y ha condenado todo el "sufrimiento" en el ámbito más cercano a su persona, en especial a su familia y compañeros de partido "de Valencia y de fuera de Valencia", quienes "nunca creyeron ni una palabra de las que se escribían". "Toda esa cobertura y el afecto de las personas es la que me ha permitido llegar hoy hasta aquí, ha sido muy emocionante", ha apuntado.
El expresidente de la Generalitat ha reconocido que todo este proceso ha supuesto "una prueba personal muy grande" para su familia y su entorno más cercano, que han soportando "una tormenta tremenda". En especial, ha recordado "más que especialmente" a la exalcaldesa de València Rita Barberá, fallecida en 2016, con quien tuvo "la enorme suerte de compartir años extraordinarios de València y la Comunitat Valenciana". "Siempre la he llevado en mi corazón desde que nos dejó", ha admitido. También ha mencionado a "las más de 300 personas que han sido absueltas" en "más de 80 instrucciones" desde su primer juicio.
Preguntado por si cree que ha sido víctima de 'lawfare', Camps ha asegurado que "nunca" ha "pensado en esas cosas", mientras que "otros están llorando todos los días por las esquinas". "Yo he tenido escraches de todo tipo, en la puerta de mi casa de manera reiterada y he tenido que meterme en la sacristía de una iglesia porque tenía la puerta llena de gente que me estaba insultando", ha enumerado, por lo que ha reivindicado la "valentía que hay que tener" para "soportar cualquier cosa que la vida te va poniendo".
Por su parte, el abogado de Camps, Pablo Delgado, se ha preguntado "quién repara ahora los daños" causados a su cliente, "arruinado ante la opinión pública" y con la vida "destrozada". "Hasta el final, esta causa ha sido injusta", ha recalcado.
