VALENCIA. El caso del presunto fraude en la contratación de Canal 9 continuó este lunes con la declaración como testigos del representante del Villarreal CF Fernando Roig Nogueroles -hijo del presidente- y del representante de la productora Triskel Luis Valero. En la causa permanecen imputados el ex director general de RTVV José López Jaraba y el exdirector de Canal 9 Luis Redondo, por la firma de contratos supuestamente irregulares que contribuyeron a hundir la empresa pública.
El hijo del presidente del Villarreal CF explicó el contrato del club con el ente valenciano. Cerca de 300.000 euros por partido fue lo que la televisión pública valenciana pagó al submarino amarillo por la previa de la Europa League, los partidos amistosos y los de categoría base. Una cantidad nada desdeñable si tenemos en cuenta que se trataban de partido menores.
A las preguntas de las partes, Roig respondió que firmó el contrato porque era ventajoso para el club, pero en ningún momento se refirió al hecho de que lo cobrado por partido fuera desorbitado, puesto que “incluso aceptaron una rebaja sobre el precio por partido que negoció López Jaraba, porque el club pretendía sacar más dinero”.
Tras el turno de Roig le tocó al representante de la productora Triskel que cobró 600.000 euros más iva por tres documentales históricos considerados de dudosa imparcialidad. Luis Valero achacó el elevado precio de los mismos a que “al tratarse de documentales sobre ETA, su integridad física corría peligro porque tuvo que ir a erriko tabernas y al cuartel de Intxaurrondo”.
No obstante, pese a ese supuesto peligro no dudó en reconocer que muchas de las imágenes utilizadas fueron obtenidas de los archivos de TVE y de los propios archivos de Canal 9, además de contratar a 20 actores para las dramatizaciones, algo que hasta ayer no se había podido comprobar porque los citados documentales no incluyen ninguna fuente ni ningún tipo de agradecimiento en los títulos de crédito.
EL precio también se debía, siempre según la versión de Valero, a que tardaron cinco meses en producirlo, aunque contrataron en julio y en octubre ya se estaban emitiendo en otra televisión, por lo que siguiendo su declaración debería haber durado la producción hasta diciembre, hecho que hace sospechar a las partes de la poca veracidad de estas declaraciones. Para finalizar su declaración, Valero aseveró que no se acordaba de quién negocio el contrato entre Triskel y Canal 9.